LA
EMOCIÓN, UNA MALA CONSEJERA
1Pe 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con
ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.
INTRODUCCIÓN
Todos tenemos emociones, algunas bellas otras no
tanto. Pero como seres humanos lidiamos todo el tiempo con la emoción. El
problema radica cuando la emoción nos controla y domina nuestras acciones.
Todos nos hemos enojado en algún momento, pero
quienes más cometen errores y lastiman son aquellos que dominados por la
emoción terminan violentando, maltratando o hiriendo a su pareja.
En todo momento la emoción está presente, desde que
nos levantamos hasta que nos acostamos y ellas tienen el poder de dañarnos el
día, una amistad, una relación o hasta el hogar si se lo permitimos.
DESARROLLO
Nuestra alma se ha cargado con la emoción por
muchos motivos, disgustos, malas palabras, heridas, desamor, rechazo, odio,
dolor, perdidas, abandonos entre muchas cosas frecuentemente llegan al corazón
del hombre haciendo que su emoción fluctué constantemente impidiéndole
mantenerse en paz y tranquilidad.
El enemigo lo sabe, por eso frecuentemente manipula
nuestras emociones condicionando nuestras respuestas a la emoción. Si sentimos
celos, la respuesta es odio, venganza, que hacen que en medio de una discusión
no tomemos las mejores decisiones.
Por eso, es recomendable no tomar decisiones cuando
se está en caliente, pues esta es muy mala consejera. Puedes tomarlo para todo,
para tu hogar, tu familia, tus negocios, todo lo que hagas, si lo haces basado
en la emoción, como esta no perdura, lo que hagas jamás permanecerá si es
bueno, y si es negativo, entonces, obstruirá a la razón y dirás, oirás y
pensaras todo aquello que la emoción quiera que pienses para destrucción de tu
propia vida y familia.
La emoción es la peor consejera que puedes tener,
ella ha destruido más hogares que cualquier cosa. Pues ella nos manipula a
sentirnos heridos y lastimados, y al vernos como victimas solo podemos
reaccionar sin pensar en lo que hacemos o decimos.
CONCLUSIÓN
La emoción surgirá, pero solo la conciencia puede
mantenernos al tanto de su influjo. Controlarla no es fácil, se necesita de la
práctica frecuente de la presencia de Dios para que esta no nos domine y así
poder pensar con claridad.
No tomes decisiones basadas en la emoción, si estas
triste, lastimado, herido, de seguro tomaras decisiones que te conducirán a
perder tu matrimonio.
Aprende a conocerte, al auto descubrirte en Dios,
comprenderás de donde proviene la emoción y aprenderás a lidiar con ella hasta
que puedas controlarla. Solo así podrás vivir en paz con tu pareja.
Oremos, Señor ayúdanos a no dejar que la emoción
sea nuestra consejera en la pareja, que seas tú quien nos aconseja para que
perdonemos, abandonemos el orgullo y podamos rendir nuestro ser a tu amor, para
que así podamos amar a nuestro cónyuge, amen.
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