domingo, 2 de abril de 2017

PREDICA DOMINICAL - HAZTE CARGO DE TUS DECISIONES Y SUS CONSECUENCIAS


PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

HAZTE CARGO DE TUS DECISIONES Y SUS CONSECUENCIAS 

Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.
Proverbios 26:2 RVR1960
Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llega a su destino.
Proverbios 26:2 NVI


INTRODUCCIÓN 

Una parte del crecimiento espiritual tiene que ver con el conocer y discernir la importancia que tienen las decisiones que tomamos en nuestra vida. Muchas veces queremos tomar decisiones pero no estamos dispuestos a pagar el precio que estas pueden tener a corto y a largo plazo.
Todas nuestras decisiones sean ellas tomadas en Dios o sin consultarle tienen una consecuencia, no podemos ser ilusos y creer que solo porque Dios nos perdona nuestro pecado, sus consecuencias no vendrán sobre nosotros.
Veo en mi propia vida y en la vida de muchos creyentes como las consecuencias de decisiones del pasado o aun algunas nuevas les afectan y parece sorprendernos, olvidándonos que fuimos nosotros quienes tomamos aquellas decisiones que hoy nos confrontan o nos incomodan.

DESARROLLO

La escritura menciona que así como el gorrión no anda sin un rumbo claro y la golondrina jamás se aleja de su nido, así mismo la maldición sobre nuestras vidas no viene sin una causa justa. El problema radica en que el hombre ha creído una falsa teología que habla de lo que yo denomino la súper bendición, salud, dinero y bendición espiritual, todo en un solo paquete. Esta teología evita que el hombre reflexione sobre su actuar y evite caer al confiar en la gracia de Dios que le capacita para vivir en santidad y exija cosas que Dios no le ha prometido en la intimidad. En la gran mayoría de pasajes bíblicos sobre la prosperidad está casi nunca tiene que ver con riquezas, fama y gloria ante los hombres, más bien atañe a la vida espiritual cuya riqueza es incalculable. Esto ha hecho que la gente pierda la noción del pecado y sus consecuencias. Si bien confiamos en el perdón divino cuando nos arrepentimos verdaderamente, no podemos dejar de lado la disciplina de Dios que nos muestra que toda acción tiene una consecuencia, así mismo toda decisión tiene igualmente su consecuencia.
Entonces vemos a creyentes saltándose toda la biblia a su acomodo sin tener en cuenta que todo tiene una consecuencia sobre sus propias vidas. Todo lo que está escrito es veraz aunque no lo creas, si la biblia dice algo, no es porque le haya parecido mejor al escritor decirlo, sino que este sujeto a lo que Dios le inspiraba así mismo lo describía para que el creyente tomara consejo y evitara las consecuencias de una mala decisión.
Todos hemos tomado malas decisiones, pero no queremos afrontar sus consecuencias, hemos hecho malos negocios, nos hemos juntado con malas compañías, por el afán hemos hechos cosas, o por el dolor hemos dejado cosas o personas y luego le echamos la culpa al Diablo y a los demonios, pero jamás vemos a alguien reconocer su equivocación con humildad. Pero si lo hiciéramos nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza y entenderíamos que muchas de las dificultades que vivimos, lo hacemos como consecuencia de las malas decisiones que tomamos, malas decisiones económicas, malas decisiones en las relaciones, en matrimonios, con los amigos, en nuestra vida espiritual. Toda decisión apresurada o emocional que no tomamos guiados por Dios y aun algunas que tomamos guiados por el tienen una consecuencia. Seguirle, predicar su palabra, alabarle, honrarle y vivir para él tienen una consecuencia, aflicción, persecución, incomprensión, sufrimiento son el pan de cada día de aquel que decide seguir a Dios. Jesús dijo:
“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.
Juan 16:33 NVI

CONCLUSIÓN 

Quien reconoce su error es capaz de afrontar las consecuencias que provienen de él o aquel que reconoce que toda decisión tiene una consecuencia sabe aprender a afrontar sus decisiones con valentía, resignación y confianza en Dios. El que se casa debe entender que afrontará algunas consecuencias, el que decide servir a Dios debe saber que afrontará consecuencias, el que tiene hijos sabrá que su decisión trae consecuencias, quien peca debe saber que afrontará las consecuencias, quien toma decisiones apresuradas, por emoción o mal aconsejado debe saber que va a afrontar las consecuencias.

No podemos solo hacernos los de la vista gorda, necesitamos volvernos a Dios y reconocer que muchas de las cosas que vivimos que no nos gustan vienen con el paquete completo de las decisiones que tomamos. Si te separaste y ahora no ves mucho a tus hijos, es solo la consecuencia de tu decisión, si afrontas problemas económicos es probable que se deban a las decisiones apresuradas o emocionales que tomaste, si afrontas problemas en tu matrimonio de seguro debes revisar las decisiones que has tomado y así con cada área problemática de tu vida.

Oremos, Señor toda decisión que he tomado ha tenido una consecuencia, algunas para bien otras no tanto, por lo que ahora con tu ayuda he de tomar mejores decisiones y afrontare con valentía las consecuencias de mis actos, reconociendo en ellas tu disciplina y amor, amen.



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