PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
HAZTE
CARGO DE TUS DECISIONES Y SUS CONSECUENCIAS
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina
en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.
Proverbios 26:2 RVR1960
Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido,
la maldición sin motivo jamás llega a su destino.
Proverbios 26:2 NVI
INTRODUCCIÓN
Una parte del crecimiento espiritual tiene que ver
con el conocer y discernir la importancia que tienen las decisiones que tomamos
en nuestra vida. Muchas veces queremos tomar decisiones pero no estamos
dispuestos a pagar el precio que estas pueden tener a corto y a largo plazo.
Todas nuestras decisiones sean ellas tomadas en
Dios o sin consultarle tienen una consecuencia, no podemos ser ilusos y creer
que solo porque Dios nos perdona nuestro pecado, sus consecuencias no vendrán
sobre nosotros.
Veo en mi propia vida y en la vida de muchos
creyentes como las consecuencias de decisiones del pasado o aun algunas nuevas
les afectan y parece sorprendernos, olvidándonos que fuimos nosotros quienes
tomamos aquellas decisiones que hoy nos confrontan o nos incomodan.
DESARROLLO
La escritura menciona que así como el gorrión no
anda sin un rumbo claro y la golondrina jamás se aleja de su nido,
así mismo la maldición sobre nuestras vidas no viene sin una causa justa.
El problema radica en que el hombre ha creído una falsa teología que
habla de lo que yo denomino la súper bendición, salud, dinero y bendición
espiritual, todo en un solo paquete. Esta teología evita que el hombre
reflexione sobre su actuar y evite caer al confiar en la gracia de Dios que le
capacita para vivir en santidad y exija cosas que Dios no le ha prometido en la
intimidad. En la gran mayoría de pasajes bíblicos sobre la prosperidad está
casi nunca tiene que ver con riquezas, fama y gloria ante los hombres, más bien
atañe a la vida espiritual cuya riqueza es incalculable. Esto ha hecho que la
gente pierda la noción del pecado y sus consecuencias. Si bien confiamos en el
perdón divino cuando nos arrepentimos verdaderamente, no podemos dejar de lado
la disciplina de Dios que nos muestra que toda acción tiene una consecuencia,
así mismo toda decisión tiene igualmente su consecuencia.
Entonces vemos a creyentes saltándose toda la
biblia a su acomodo sin tener en cuenta que todo tiene una consecuencia sobre
sus propias vidas. Todo lo que está escrito es veraz aunque no lo creas, si la
biblia dice algo, no es porque le haya parecido mejor al escritor decirlo,
sino que este sujeto a lo que Dios le inspiraba así mismo lo describía para que
el creyente tomara consejo y evitara las consecuencias de una mala decisión.
Todos hemos tomado malas decisiones, pero no
queremos afrontar sus consecuencias, hemos hecho malos negocios, nos hemos
juntado con malas compañías, por el afán hemos hechos cosas, o por el dolor
hemos dejado cosas o personas y luego le echamos la culpa al Diablo y a los
demonios, pero jamás vemos a alguien reconocer su equivocación con humildad.
Pero si lo hiciéramos nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza y entenderíamos
que muchas de las dificultades que vivimos, lo hacemos como consecuencia
de las malas decisiones que tomamos, malas decisiones económicas, malas
decisiones en las relaciones, en matrimonios, con los amigos, en nuestra vida
espiritual. Toda decisión apresurada o emocional que no tomamos guiados por
Dios y aun algunas que tomamos guiados por el tienen una consecuencia.
Seguirle, predicar su palabra, alabarle, honrarle y vivir para él tienen una
consecuencia, aflicción, persecución, incomprensión, sufrimiento son el pan de
cada día de aquel que decide seguir a Dios. Jesús dijo:
“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen
paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al
mundo”.
Juan 16:33 NVI
CONCLUSIÓN
Quien reconoce su error es capaz de afrontar las
consecuencias que provienen de él o aquel que reconoce que toda decisión tiene
una consecuencia sabe aprender a afrontar sus decisiones con valentía,
resignación y confianza en Dios. El que se casa debe entender que afrontará
algunas consecuencias, el que decide servir a Dios debe saber que
afrontará consecuencias, el que tiene hijos sabrá que su decisión trae
consecuencias, quien peca debe saber que afrontará las consecuencias, quien
toma decisiones apresuradas, por emoción o mal aconsejado debe saber que
va a afrontar las consecuencias.
No podemos solo hacernos los de la vista gorda,
necesitamos volvernos a Dios y reconocer que muchas de las cosas que vivimos
que no nos gustan vienen con el paquete completo de las decisiones que tomamos.
Si te separaste y ahora no ves mucho a tus hijos, es solo la consecuencia de tu
decisión, si afrontas problemas económicos es probable que se deban a las
decisiones apresuradas o emocionales que tomaste, si afrontas problemas en tu
matrimonio de seguro debes revisar las decisiones que has tomado y
así con cada área problemática de tu vida.
Oremos, Señor toda decisión que he tomado ha tenido
una consecuencia, algunas para bien otras no tanto, por lo que ahora con tu
ayuda he de tomar mejores decisiones y afrontare con valentía las consecuencias
de mis actos, reconociendo en ellas tu disciplina y amor, amen.
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