Rom
10:1
Hermanos, el deseo de mi
corazón, y mi oración a Dios por los
israelitas, es que lleguen a ser salvos.
Habiendo expresado la angustia de su alma por la
incredulidad general de su nación y por las fatales consecuencias de dicha
incredulidad (9:1-3), aquí expone en los términos más enfáticos su deseo y su
suplicación por la salvación de ellos.
Rom
10:2 Puedo declarar en favor de
ellos que muestran celo por Dios, pero
su celo no se basa en el conocimiento. Pablo quiere
aportar en favor del pueblo de Israel el celo que tienen por sus costumbres y
su descendencia, pero él también sabe que este celo no proviene de un conocimiento
(revelación) o relación con Dios, sino que proviene de su mismo corazón
engañoso, mentiroso, envidioso, orgulloso, que no les permitía ver lo que
tenían delante de si y a lo cual podían acceder por medio de la humillación de
sí mismos para experimentar la salvación dejando de lado la autosuficiencia y
vanidad.
Rom
10:3 No conociendo la justicia que
proviene de Dios, y procurando
establecer la suya propia, no se
sometieron a la justicia de Dios. Sin conocer y
entender como Dios provee la justicia, y quien es esta (o sea Jesús), procuran
establecer su propia justicia como verdadera dejando de lado el criterio divino
para hacer su propia voluntad, así dejaron de someterse y humillarse ante la
justicia que proviene de Dios que es Cristo mismo, y creyeron que podía
justificarse a sí mismos con el cumplimiento de la ley mosaica, cosa que
definitivamente era imposible de cumplir.
Rom
10:4 De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.
Esta es la justicia de Dios que todo hombre y mujer
se someta a Cristo, para ser justificado en Cristo, y así la ley finalice la
obra que empezó para dar a conocer la justicia que no es por obras, sino por
gracia divina.
Rom
10:5 Así describe Moisés la
justicia que se basa en la ley:
"Quien haga estas cosas vivirá por ellas."* Moisés mismo en Levítico 18:5, describe la justicia que
se basa en la ley, sobre la cual el cumplimiento absoluto de la misma es la
vida, la religión, la costumbre y la justicia para quien la encuentra y hace de
ella su vida, para vivir por esta, sin comprender que es imposible al hombre
hacerlo, pues la ley solo despierta y hace evidente en el hombre la maldad que
habita en su corazón.
Rom
10:6 Pero la justicia que se basa
en la fe afirma: "No digas en tu corazón: '¿Quién subirá al cielo?'* (es decir,
para hacer bajar a Cristo), la justicia que
proviene por la fe, no es nuestra, proviene de Dios mismo como un don a los que
creen. No tendríamos que suspirar, ni esperar por la imposibilidad de alcanzar
la justificación, y entonces decir: ¡Ay! ¡Si hubiese quién subiera al cielo y
me hiciese bajar a Cristo, habría esperanza; pero por cuanto esto es imposible,
no hay esperanza para mí. Describiendo un pasaje que se encuentra en
Deuteronomio 30:13, que tiene cumplimiento allí mismo.
Rom
10:7 o '¿Quién bajará al
abismo?' "* (es decir,
para hacer subir a Cristo de entre los muertos). Queriendo hacer notar la imposibilidad de que esto ocurriera.
Rom
10:8 ¿Qué afirma entonces? "Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón."* Esta es la
palabra de fe que predicamos: confirma la escritura
de Deuteronomio 30:14, y revela la palabra de fe que debe ser predicada para
salvación de lo que oyen, la cual estando en nosotros no solo debe salir tan
solo de la boca, sino que primero debe haberse hecho carne en nuestro corazón.
Rom
10:9 que si confiesas con tu boca
que Jesús es el Señor, y crees en tu
corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Aquí
la palabra confesar es declarar
abiertamente, hablando con libertad, siendo tal confesión el efecto de una
profunda convicción de unos hechos y de un estilo y profundo cambio de vida.
Así que no se trata tan solo de hacer una confesión verbal de que Cristo es
Señor, sino que nuestras vidas deben confirmarlo con hechos palpables de que
esta confesión es real y transformadora.
Rom
10:10 Porque con el corazón se cree
para ser justificado, pero con la boca
se confiesa para ser salvo. Y aquí nos explica que
el corazón cree para alcanzar la justificación que proviene de la fe, pero esta
debe estar acompañada de la confesión verbal o de acción para demostrar así su
transformación en Cristo, luego de alcanzar la salvación.
Rom
10:11 Así dice la Escritura: "Todo el que confíe en él no será jamás
defraudado."* En Isaías 28:16, pasaje
mesiánico, que todo hombre que ponga su confianza, esperanza, fe, y obediencia
en El, jamás será o se encontrara con que El, lo haya defraudado, nadie que
habiendo puesto su confianza verdaderamente en el Hijo de Dios, en cualquier
asunto, se hallará defraudado, pues siempre comprenderá que aunque la situación
sea adversa o parezca estar en contra Dios lo ha dispuesto para bienestar
nuestro.
Rom
10:12 No hay diferencia entre judíos
y gentiles, pues el mismo Señor es Señor
de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, no existe distinción o mayor envergadura entre un judío o gentil en
cuanto que el mismo Dios en Cristo bendice abundantemente con sus riquezas
espirituales a quienes le invocan o hacen parte de su pueblo. La palabra
invocar implica dar derecho a Cristo de ser Señor absoluto de nuestras vidas, o
sea que quienes le invocan son testimonio de la transformación en Cristo, de
haberse decidido a seguirle, de adoración con sus propias vidas, y que con
seguridad apelan a su nombre pues el verdaderamente es el Señor de sus vidas.
Rom
10:13 porque "todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo".* Joel 2:32, Pablo usa la
expresión del profeta Joel para recordarnos que todo aquello que con una fe
verdadera, y una transformación por obra del Espíritu Santo en el creyente,
invocar conlleva la sugerencia de un interés especial de parte del ejecutante
de una acción en aquello a lo que está dedicado.
Rom
10:14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han
oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les
predique? Esta invocación envuelve la fe
(obediencia, humildad, conocimiento), y el creer envuelve el oír (la palabra),
y el oír envuelve la predicación (del mensaje), así es como debe ser comunicado
y enviado el mensaje, por hombres que viven conforme a la fe que creen, oyen y
predican primero para sí mismos y luego para con los demás.
Rom
10:15 ¿Y quién predicará sin ser
enviado? Así está escrito: "¡Qué hermoso es recibir al mensajero
que trae* buenas nuevas!" este proceso implica
que luego de haber creído, oído, y predicado, entonces debe ser enviado con el
mensaje correcto, en la persona indicada, o sea aquel que ha sido transformado
por el mismo. Isaías 52:7, todo el capítulo de Isaías, aquí citado, y los tres
que le siguen, son tan ricamente mesiánicos que no puede haber duda de que “las
buenas nuevas” allí mencionadas, anuncian una liberación más gloriosa que
aquella que obtuvo Judá del cautiverio babilónico, y los mismos pies de sus
anunciadores se llaman “hermosos” por amor a su proclamación.
Rom
10:16 Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas
nuevas. Isaías dice: "Señor,
¿quién ha creído a nuestro mensaje?"* Más
la misma escritura les prepara para saber que no todos han de aceptarlas,
obedecerlas, o conformase a su autoridad y veracidad.
Rom 10:17 Así que
la fe viene como resultado de oír el mensaje,
y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.* Esta es otra confirmación de la verdad de que la fe
presupone el haber oído la palabra, y esto presupone la orden de que sea
predicada. Este es el proceso que vive la fe para que se haga real en nuestras
vidas, primero la fe debe ser oída, y que es lo que debemos oír?, la escritura,
la palabra de Dios, ningún otro mensaje por más bien intencionado que sea podrá
tocar el corazón de que oye; luego la fe es entendida en la mente, por eso el
estudio y aprendizaje de la escritura en la vida del creyente debe tomar
especial importancia; luego lo aprendido deber ser puesto a prueba para que ese
conocimiento sea entendido como una revelación en nuestro corazón y así se haga
una verdad en nuestro espíritu. Sin este proceso la escritura nunca se
transformara en vida y espíritu en el creyente, y no podrá dar fruto.
Rom
10:18 Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí! "Por toda la tierra se difundió la voz
de ellos, y sus palabras hasta los
confines del mundo."* Puede alguien
disculparse en Israel por no haber oído las buenas nuevas del mensaje de
salvación?, seguramente, no, si la voz de todo ser transformado por la verdad
ha sido usado por Dios para llevar este mensaje hasta los lugares más
recónditos del planeta.
Rom 10:19 Pero
insisto: ¿Acaso no entendió Israel? En primer lugar, Moisés dice:
"A ustedes yo mismo los pondré celosos con una nación que no es
nación; los provocaré a enojo con una
nación insensata."* ¿No sabía Israel, por sus
propias Escrituras, de la intención de Dios de incorporar a los gentiles (no
creyentes)?, no dice Deuteronomio 32:21, en este versículo Dios amonesta a su
antiguo pueblo, que por cuanto ellos le habían provocado a celos con los que no
eran dioses, y le habían enojado con sus vanidades, él en retribución, les
incitaría a celos favoreciendo a una nación “que no es nación”, provocándolos a
ira al adoptar una nación falta de entendimiento del Dios de Israel.
Rom
10:20 Luego Isaías se atreve a
decir: "Dejé que me hallaran los
que no me buscaban; me di a conocer a
los que no preguntaban por mí."* Que estas
palabras del profeta significan el llamamiento de los gentiles (Isaías_65:1),
Dios permitió a naciones que no creían, que no le buscaban, que no preguntaban
por El, que le conocieran, el conocimiento de Dios no proviene de nuestra
búsqueda incesante, proviene de su voluntad de darse a conocer por aquellos a
quienes ha conocido.
Rom
10:21 En cambio, respecto de Israel, dice:
"Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo desobediente y
rebelde."* Estas palabras de Isaías_65:2,
citadas aquí como una invitación a los gentiles, eran más que suficientes para
dar a conocer a los judíos tanto el propósito de Dios de rechazarlos a ellos de
los privilegios de que habían gozado, para otorgarlos ahora en favor de los
gentiles, así como la causa de este rechazamiento que se originó de parte de
ellos mismos. Dios extendió su mano como el Padre al hijo prodigo para darse a
conocer a ellos, múltiples son los pasajes en el antiguo testamento en los
cuales Dios intenta darse a conocer a su pueblo, pero este lo rechaza como una
muestra de su rebeldía y desobediencia. La verdadera causa de semejante rechazo
de la verdad salvadora, por los que en otros particulares son sinceros, es la
preocupación mental en favor de nociones falsas propias suyas. Muchas veces
Dios es hallado por los que aparentemente están más lejos de él, mientras que
queda sin ser descubierto por los que se creen estar más cercanos. El trato de
Dios aun para con los pecadores réprobos, es uno lleno de ternura y compasión;
todo el día extiende sus brazos de misericordia a los desobedientes y
contradictores. Cuanta gratitud debemos tener con Dios por su inmenso amor,
gracia y misericordia que ha mostrado para con nosotros.
BENDICIONES QUE PALABRA DE FORTALEZA Y CLARIDAD PARA AYUDAR AL DEBIL.
ResponderBorrarBENDICIONES QUE PALABRA DE FORTALEZA Y CLARIDAD PARA AYUDAR AL DEBIL.
ResponderBorrarEl versículo 4 la traducción correcta es: Pero el fin ( propósito, finalidad)de la ley ( Torah escrita) es Cristo ( Mesías) que es justicia para todo aquel que en el cree.
ResponderBorrarFue de mucha ayuda su estudio, pero corrijan el dato que viene en la explicacion de rom 10:5..aqui menciona leviticos 28:5 (y leviticos llega hasta el 27!!)
ResponderBorrarApreciado hermano, gracias por tu aporte, no había caído en cuenta, es Lev 18:15, un error de digitación.
BorrarQue excelente que expliquen versículo a versicuve,estoy en proceso de aprendizaje y es muy bueno.Muchas gracias.
ResponderBorrarEstos estudios son de mucha ayuda y se aprende mucho de la palabra. Que Dios los bendiga por dar ayuda a los que la necesitamos.
ResponderBorrarEstos estudios son de mucha ayuda y se aprende mucho de la palabra. Que Dios los bendiga por dar ayuda a los que la necesitamos.
ResponderBorrarGracias por la explicación muy edificante.
ResponderBorrarDios les bendiga!!! Que claro está explicado este capitulo de Romanos 10. Me encantó y pude entender con claridad el capítulo. Doy gracias a Dios por el privilegio que nos da de conocer Su Palabra que es vida. Y por instruir y revelar a Sus siervos esta verdad tan profunda. Gracias
ResponderBorrarMateo 13:16»Pero benditos son los ojos de ustedes, porque ven; y sus oídos, porque oyen.... Romanos 10:11Como nos dicen las Escrituras: «Todo el que confíe en él jamás será avergonzado» Dios los continue bendiciendo
ResponderBorrarGracias por esta página,como le hago para encontrar otras explicaciones de otras citas aquí mismo
ResponderBorrarEstimado puede ir a la parte superior del blog en donde encontrará nuestros estudios bíblicos en orden para que pueda serguir su estudio.
BorrarDios le bendiga hno., por su aporte , fue de gran Bendición para un servidor. Saludos desde México
ResponderBorrarCon gsuto estimado hermano, saludos desde Colombia. Siempre a la orden
BorrarDe mucha edificacion y ayuda, este estudio.
ResponderBorrarDios siga bendiciendo su vida.
Amen, bendiciones
BorrarGracias por excelente aporte saludos de el salvador
ResponderBorrarMuchas gracias por sus excelentes enseñanzas
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