"Todo está hecho"; o "Todo se ha
cumplido" (Juan, 19: 30).
INTRODUCCIÓN
Todo
lo que hacemos tiene un propósito que debe ser cumplido. Jesús ha llegado por
medio del sufrimiento a cumplir con el mandato del Padre, le ha costado su vida
pero su recompensa ha de ser, ver a muchos llegar a los pies de su
Padre y que
le conozcan como Señor y Salvador.
Aunque
no comprendamos las circunstancias de nuestras vidas, sabemos que Dios tiene un
propósito en todo aquello que vivimos, que a su debido tiempo saldrá a la luz.
Saber
que nuestras vidas tienen propósito es algo maravilloso que llena nuestros
corazones de gozo, pues entendemos que no debemos quedarnos viendo las circunstancias,
sino que esperamos con paciencia que Dios se glorifique en todo.
DESARROLLO
Jesús
está muriendo, y con su muerte se cumple el propósito de su vida, su
nacimiento, vida, muerte y resurrección tendrán un impacto eterno que cambiara
el rumbo de la humanidad.
Él
lo sabe, pues confía plenamente en su Padre y se entrega completamente a su voluntad,
aunque esta sea difícil y cruel a los ojos de los hombres. Pero la vida eterna
vale el precio de su propia sangre.
Para
que el propósito de Dios se cumpla, debemos ser consumidos completamente en
Dios para morir a nosotros mismos y vivir en él.
Debemos
aprender de Jesús a vivir confiados dando cumplimiento al propósito con el que
Dios nos llena para que nos gastemos la vida en él. No es lo mismo vivir para
saciarnos a nosotros mismos, que vivir para dar sentido a la vida en Dios. No
es lo mismo vivir tratando de satisfacer nuestro ego, que vivir una vida
conforme a la voluntad de Dios que da gloria a su nombre y confiar plenamente
en él.
CONCLUSIÓN
Confiar
en que Dios tiene el control de todo es difícil pues siempre hemos querido
tenerlo nosotros, somos nosotros quienes queremos decidir que hacer, que
pensar, como actuar, pero Dios nos obliga en ocasiones a confiar y dejar todo
en sus manos.
No
obramos conforme a nuestros deseos o lo que dictamina el mundo, confiamos en lo
que Dios dispone, aunque a veces no se parezca a lo que queríamos, sabemos que
todo nos ayuda a bien.
La
madurez espiritual solo viene cuando la confianza es plena, cuando nos
abandonamos a su voluntad y confiamos en el por sobre toda circunstancia o
problema.
Oremos,
Señor sabemos que tienes un propósito para nuestras vidas, ayúdanos a
descubrirlo y a vivir conforme a este, queremos gastar nuestras vidas en ti y
que tu voluntad se vuelva real en la tierra como en el cielo, amen.
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