domingo, 30 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - VUELVE A LA IGLESIA



VUELVE A LA IGLESIA

Stg 5:19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
Stg 5:20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.

INTRDUCCION

No se porque te fuiste, que te llevo a tomar esa decisión, es probable que hayan sido las circunstancias, tu pareja, tu pastor, los abusos en la iglesia, tus amistades, o aun tus vicios o el pecado. Sin importar cual haya sido la situación o pecado que te haya conducido a abandonar la iglesia, Dios es un Dios de oportunidades, y así como un día el Hijo prodigo salió de su casa para probar el mundo y darse la gran vida, luego se dio cuenta que fuera de la casa del padre no había reposo para su angustiada alma.

Todos alguna vez hemos sentido motivos suficientes para no volver a la iglesia, no estamos de acuerdo con algunas cosas, no nos gustan algunas decisiones, se nos juzga, critica o hasta se ha abusado de nuestra confianza, algunas muy razonables, otras no tanto. Otras veces lo que nos aparta de la iglesia es el pecado, hemos tropezado duramente con cosas como la pornografía, el adulterio, la fornicación, un vicio, o hasta la misma pereza.

Nuestra naturaleza carnal siempre encontrara un motivo para no ir a la iglesia, para no escuchar la palabra, para no someterse a Dios, para vivir en desobediencia, pero, así como una vez se nos invito a compartir del Señor y lo hicimos y vivimos seguramente momentos y experiencias maravillosas, el Señor no se ha olvidado de ti, y me ha pedido que te lo recuerde. Aun hay tiempo de volver a él, es su voluntad que te vuelvas a él y sobrepases tu dolor, tu indignación, tu tristeza, tu inconformidad y hasta tu orgullo para que te vuelvas a él, una vez más.

INTRODUCCION

Dios a través de su palabra nos habla de que si alguien que conoció la verdad se extravió en la apostasía, falsas enseñanzas, mentiras, pecado o engaños, le hagamos volver en sí, pero no lo hacemos únicamente por la recompensa que la escritura define, lo hacemos por amor, porque creemos que no somos infalibles y que esa pudiera ser también nuestra situación y es probable que quisieramos que se nos tratase con misericordia.

Entiendo a muchos que salieron de su iglesia por los motivos correctos, como falsa doctrina, falsa profecía, engaños y mentiras, pero hay quienes salen por otros motivos como decepciones, engaños, pecado y hasta orgullo, es a ellos a quienes me dirijo, a ti que te viste envuelto en el pecado y nos has podido salir, a ti que tu pareja te hizo abandonar la iglesia, a ti que la pereza te fue envolviendo hasta impedirte volver, a ti que te lastimaron o engañaron en la iglesia, a ti que fuiste abusado física o moralmente, a ti que te criticaron injustamente, a ti que no escucharon tu opinión, a ti que no te tomaron en cuenta para servir, a estos y a muchos mas que cayeron en doctrinas erróneas como los mormones, testigos de Jehová, y adventistas, entre otras más, este llamado es para ti.

Yo se que pueden surgir muchas dudas, la culpa querrá impedírtelo, el orgullo querrá impedir que perdones o que puedas pedir perdón, la mentira querrá mantenerte bajo su dominio, muchos argumentos surgirán para impedírtelo, pero Dios vino para traer libertad al cautivo, para sacarte de las tinieblas a la luz, tu no eres un caso perdido, no importa si te has revolcado en el pecado, la tristeza, la depresión, la ansiedad, la angustia, el dolor, Dios quiere darte un nuevo comienzo, una nueva oportunidad. Ya sabemos que fallaste, pero eso ahora no es lo importante, el arrepentimiento sigue estando disponible para ti, si te vuelves a Dios de todo corazón.

El sabrá sanar tu corazón, ayudarte a recobrar la confianza, consolar tu tristeza y dolor, te enseñará lo necesario para que no caigas de nuevo y te sostendrá con su diestra victoriosa, mostrándote así su bondad y misericordia.

CONCLUSION

Todo creyente ha tropezado, como Pablo decía: Rom 7:20 “Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí”. Esta no es una excusa sino un reconocimiento claro de que luchamos contra el pecado y que mientras esta lucha persista podemos descansar en Dios, quien nos ayuda y fortalece para que podamos librarla con valentía.

Ya se que puedes decirme todo lo que te hicieron, todo el daño que te causaron y claro que tienes razón, ¿pero es ese un motivo real para separarnos de aquel que se entrego por amor a nosotros?, es suficiente lo que te paso o lo que te ha venido aconteciendo para renunciar a su amor, ese amor que dice:
Rom 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Rom 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Que ninguna de estas cosas podrá separarnos de su amor, no importa el pecado, ni la culpa, ni el dolor, solo importa tu reconciliación con Dios, que reconozcas su justicia que te conduce al arrepentimiento y a su amor.

No es necesario que vuelvas a la misma iglesia de donde saliste, pero si vuelve a una iglesia sana, donde se predique la palabra, donde su pastor te brinde cariño, guía y cuidado, donde puedas contar con la iglesia en medio de tu necesidad. Se que no existe iglesia perfecta y que si no falla en una cosa podrá fallar en otra, pero como un hermano en la fe te extiendo la mano para decirte que aquí estamos, que procuraremos no fallarte, pero que no pongas tu confianza en nosotros, sino en Dios el único que nunca falla.

Oremos, Señor permite que mis hermanos que un día se apartaron de tu iglesia hoy vuelvan a ti, que tu gracia los acompañe a dar la batalla contra aquello que los aparto un día, y que hoy podamos regocijarnos por su reencuentro contigo para gloria de tu nombre, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


domingo, 23 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - LIBERTAD



LIBERTAD

Luc 4:18 Espíritu del Señor está sobre mí,
 Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
 A pregonar libertad a los cautivos,
 Y vista a los ciegos;
 A poner en libertad a los oprimidos;

INTRODUCCION

Hace poco lidiaba en mi vida espiritual con el desánimo, la tibieza y algunas otras cosas más, y de pronto me encontré con una predicación sobre la libertad que en Cristo tenemos, no creía que este tema tuviese que hablarme específicamente, pues creía estar con mi conciencia limpia, pero no era así. Sus palabras llegaron fuertemente a golpear mi corazón para que confesara que algo que aunque para mí no había sido nada, estaba viviendo las consecuencias de haberme expuesto a algo que no era sano para mi vida espiritual.

Todos abrimos puertas en nuestra vida espiritual para ser estorbados en nuestro crecimiento, por medio del adversario a través de lo que oímos, decimos y lo que vemos. Estamos siendo constantemente bombardeados con publicidad que explícitamente incita la sexualidad, la pereza, el orgullo y la mentira a través de novelas, películas y series que incentivan también el chisme, la venganza, el odio, la tristeza, el desánimo y el suicidio. Y luego nos preguntamos porque experimentamos este tipo de emociones o pensamientos.

La respuesta es clara, no hemos tenido en cuenta aquello a lo cual nos exponemos, queremos vivir una vida liviana, facilista, divertida y llena de placeres y nos olvidamos de cuidar la vida espiritual. Eso es lo que quiere el enemigo, que nos entibiemos y prestemos la menos cantidad de tiempo y esfuerzo a la vida espiritual.

DESARROLLO

Sabemos que los cristianos que han experimentado un verdadero arrepentimiento no pueden ser poseídos por un demonio, pero si pueden ser oprimidos o estorbados debido al descuido de su vida espiritual, sobre todo si vemos, oímos o decimos cosas que no edifican, o nos damos a hablar de mas, o si vemos cosas fuertes como imágenes sexuales, pornografía, mujeres sensuales. Jesús vino para traer libertad al oprimido y donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad.
Debemos siempre tener en cuenta cuando experimentamos situaciones que no corresponden a la normalidad que debemos estar en comunión con el Señor quien a su tiempo nos hará saber lo que sucede y el porqué de cada cosa.

He experimentado situaciones de desánimo, insatisfacción, tibieza cuando he dado cabida al enemigo a través de lo que he visto, lo que he oído y lo que he dicho, por ello he recibido la reprensión del Espíritu Santo en mi vida, lo cual ha hecho que inmediatamente reconozca mi pecado o equivocación y vuelva a la senda, sintiendo que todo se reestablece. 

Son miles de creyentes los que día a día luchan con emociones y pensamientos que los conducen a la tibieza espiritual, batallas que solo se llevan en el interior y de las cuales no todo el mundo tiene conocimiento.

CONCLUSION

Debemos ejercitarnos en el dominio propio para no dar cabida al enemigo y sus artimañas. Creemos firmemente que la libertad para los oprimidos se encuentra cercana al corazón de los que confiesan su pecado y se apartan, o los que reconocen su descuido espiritual, por ello debemos confiar en la libertad que nos ha sido otorgada una vez y para siempre en Cristo y no descuidar el don de salvación y liberación que la fe trae consigo.

Necesitamos permanecer alertas para no caer en la tentación del enemigo, Dios nos ha provisto el escudo de la fe que nos mantiene confiados y que aunque tropecemos, no seremos derribados o abatidos por completo, por eso las escrituras nos recuerdan:
2Co 4:8-9 "Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos".

Oremos, Señor aunque el enemigo traiga todas sus artimañas para destruirnos, confiados estamos en tu amor, tu obra es suficiente para nosotros y nos mantiene firmes, aunque encontremos tribulación, abatimiento, desesperación, persecución, abandono o se nos derribe, tu eres la fortaleza de nuestra salvación y a ti volveremos confiados en tu victoria y amor para libertad y consuelo, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe



lunes, 17 de septiembre de 2018

TIEMPO DE REFLEXIÓN



Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica. Difícil es ocu­par el corazón de alguien...
Fácil es herir a quien nos ama. Difícil es curar esa herida...
Fácil es dictar reglas. Difícil es seguirlas...
Fácil es soñar todas las noches. Difícil es luchar por un sueño...
Fácil es exhibir la victoria. Difícil es asumir la derrota con digni­dad...
Fácil es admirar una luna llena. Difícil es ver su otra cara...
Fácil es tropezar en una piedra. Difícil es levantarse...
Fácil es disfrutar la vida todos los días. Difícil es darle el verdadero valor...
Fácil es orar todas las noches. Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas...
Fácil es prometerle algo a alguien. Difícil es cumplirle esa pro­mesa...
Fácil es decir que amamos. Difícil es demostrarlo todos los días...
Fácil es criticar a los demás. Difícil es mejorar uno mismo... Fácil es cometer errores. Difícil es aprender de ellos...
Fácil es llorar por el amor perdido. Difícil es cuidarlo para no perderlo...
Fácil es pensar en mejorar. Difícil es dejar de pensarlo y real­mente hacerlo...
¡Qué hermoso día para estar vivo!


2Pe 1:5 Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento;

Como sabemos que nada es imposible para Dios, acerquémonos humillándonos ante Dios reconociendo nuestra imposibilidad para obrar bien, para amar o sentir compasión por nuestro prójimo y en medio de la facilidad que tiene el hombre para obrar mal, procuremos que Dios nos ayude para hacer lo difícil, esforzándonos por seguir adelante en el perfeccionamiento de nuestro ser, consumándonos en la verdad y el amor de Dios para que el haga lo imposible, tocar el corazón de aquellos que no le conocen, sanando las heridas del pasado y ayudándonos a sobrepasar toda dificultad.

GUIA DE ESTUDIO
¿Reconoces que solo Dios puede obrar lo imposible?
¿En qué áreas difíciles necesitas ayuda de Dios?
¿Reconoces que has pecado y que tu corazón lejos de Dios solo procurar el mal?
¿Te has esforzado por obrar conforme al amor, la verdad y la justicia?

domingo, 16 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - TRASTORNANDO EL MUNDO



TRASTORNANDO EL MUNDO

Act 17:6 Pero como no los encontraron, arrastraron a Jasón y a algunos otros hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando:  "¡Estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá,

INTRODUCCION

No es fácil ver como el cristianismo ha impactado positivamente al mundo. Siempre habrá quienes nieguen el aporte de la iglesia a la ciencia y a la sociedad en aspectos como la educación, el civismo, la disciplina, y el orden. Siempre encontraremos quien niegue todo el bien que la iglesia hace al mundo, lo que no podemos permitir es que la iglesia no lo siga haciendo.

El cristianismo trastorno al mundo antiguo en la época de Jesús, me pregunto ¿porque ahora no sigue siendo así? Me lo pregunto porque no encuentro el mismo énfasis en la iglesia actual. Parece que nos hemos acomodado perfectamente a lo que consideramos debería ser y la parsimonia nos ha invadido. La iglesia está muy bien recluida dentro de cuatro paredes y es allí donde funciona, pero la iglesia primitiva no solo funcionaba dentro, sino también afuera y era tanta su influencia que el mundo llego a llamarla la que trastorna el mundo.

DESARROLLO

Dos hombres, hablo de Pablo y Silas llegan a una población pequeña de Anfípolis y Apolonia, en donde empiezan a proclamar el evangelio, logrando alcanzar a judíos y griegos allí, fue tanta su influencia en aquel lugar que aquellos que se convirtieron les siguieron y los que no sufrieron de envidia y procuraron perseguirles. Cuando leo estos pasajes, y los comparo con la iglesia de hoy me parece no ver ningún tipo de relación, la iglesia permanece estática ante una sociedad que se pierde en la perversión, y esta cómoda dentro de sus paredes.

Y no es porque este mal el templo, sino que pareciera que lo que sucede allí, allí se queda, pues las calles y ciudades siguen siendo iguales, poco a poco acumulan mayor degradación y podredumbre. Donde están aquellos que trastornaron el mundo, donde están los Pablos y los Silas que con un mensaje lograron impactar el mundo antiguo, hasta el punto de hacerse odiar por sus adversarios en procura de defender y propagar la verdad.

Parece que la iglesia ya no trastorna al mundo, mas bien parece que el mundo trastorna a la iglesia, los escándalos, los abusos, las mentiras, los engaños, aparecen cada día como hierba del campo. Cada día aparece un nuevo tema que hace que el mundo hable mal de la iglesia de Cristo.

DESARROLLO

Necesitamos hombres y mujeres que se levanten a trastornar la aparente paz y pasividad de la iglesia, necesitamos seres que iluminen con su luz nuestras naciones, que al lugar a donde vayan lleven luz, espada y fuego, que todos se enteren que están allí o que estuvieron, que el fuego que enciendan no se apague hasta que lo consuma todo.

Necesitamos una iglesia diferente para este tiempo, el mundo se pierde y nosotros no podemos sentirnos cómodos con ello, debemos procurar llevar el evangelio a donde jamás haya sido llevado, debemos procurar servir como nadie ha servido, y predicar donde nadie haya predicado. El desafío está planteado, preferirás tu comodidad o procuraras trastornarlo todo con la verdad.

Yo ya tomé mi elección, he procurado trastornar cada lugar que pise, que todos sepan que soy creyente, que la palabra del Señor sea predicada con fidelidad y amor, que casi nadie se quede sin saber lo que la biblia expresa y no mi opinión.
Solo hombres y mujeres con el poder de Dios pueden trastornar cada lugar que pisan, así que necesitamos consagrar nuestras vidas para trastornarlo todo.

Oremos, Señor haznos instrumentos que puedas usar para trastornar hogares, familias, iglesias y sociedades que necesitan ser trastocadas por tu verdad, tu amor y gracia, queremos ser fieles a ti y tu llamado, procurando siempre trastornar a aquellos con los que nos vemos, tratamos y vivimos siempre, amen.
 

viernes, 14 de septiembre de 2018

MATRIMONIOS - DIOS ABORRECE EL DIVORCIO



DIOS ABORRECE EL DIVORCIO

Mal 2:16 "Yo aborrezco el divorcio dice el Señor, Dios de Israel, y al que cubre[4] de violencia sus vestiduras", dice el Señor Todopoderoso.
 Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros.

INTRODUCCION

Recordemos que la escritura procura moldear nuestra vida para que pensemos y veamos la vida desde la perspectiva divina, y entender como ve Dios el divorcio debe darnos una perspectiva clara de lo que Dios quiere para el matrimonio.

En un mundo en el que el divorcio es cada vez mas frecuente y peor entre creyentes, el cristiano que se afirma en la verdad debe comprender e interiorizar lo que es el divorcio para Dios.

Si vemos el divorcio tal como Dios lo ve, entonces tendremos cuidado de no buscarlo, ni generarlo. Sino que procuraremos evitarlo, y amarnos a tal punto que el divorcio ni siquiera sea una opción. Tal parece que a algunos no les importa lo que Dios piensa, pues ellos serán sujetos al castigo de Dios, pero si tu quieres conformar tu vida a la voluntad de Dios, el divorcio jamás será tu opción.

DESARROLLO

El divorcio llega al creyente como una opción en un mundo caído, cuando el adulterio llega y cuando el cónyuge hace la vida imposible al otro. Fuimos llamados a vivir en paz, entonces porque hacerle la vida imposible a la pareja, no saben cuántas parejas se quejan de lo insoportables de sus cónyuges, que pasa entonces con nosotros que no nos revisamos para atender este problema y darle solución.

Todo tiene solución en esta vida y lo que no tiene solución, entonces no tiene porque estresarnos, si se cae en adulterio la solución es el perdón y la reconciliación, ante una pareja maltratadora la solución si es creyente es que deje de hacerlo por amor, si su problema es el mal genio la solución esta en someterse a Dios y humillarse reconociendo la necesidad de ayuda y perdón, y así con cada cosa. Parece algo facilista, pero estas cosas no deberían darse entre los creyentes, pero el grado de inmadurez en el que vive la iglesia es sorprendente, que poco procuramos morir a nosotros mismos y cuantas veces solo buscamos la autosatisfacción y el placer. Las soluciones son fáciles mientras haya amor, fe y esperanza, pero si estas no están presentes, entonces la solución es el divorcio entendiendo que su implicación es el no volverse a casar.

Pero si en cambio vemos el divorcio como lo que es, algo aborrecible para Dios, entonces abandonaremos toda idea ilusa de autocomplacencia y buscaremos amar a nuestro cónyuge tal como es, tal como Dios le ama, eso sí, en la medida en que nuestro cónyuge también se somete a Dios y procura mejorar y cambiar aquello que genera conflicto.

Dios aborrece tanto el divorcio como el pecado, porque el uno se sustenta en el otro. Sometámonos pues a Dios en obediencia y dejemos de lado todo aquello que hace sufrir a nuestro cónyuge como malas palabras, malos tratos, criticas destructivas, pecado, gritos, falta de perdón, impaciencia, y desobediencia a Dios.

CONCLUSION

No más divorcios, si tan solo pudiéramos ver el divorcio como lo que es, un rompimiento traumático del corazón. Por eso nos advierte “cuiden su espíritu y no sean traicioneros”, nos convertimos en viles siervos del pecado y en traidores de nuestras palabras, pactos y compromisos cuando fallamos a nuestro cónyuge.

El divorcio no debería ser la salida del creyente, pero entiendo que muchas veces termina siendo necesario ante los abusos, maltratos e infidelidades de falsos creyentes, o incrédulos que solo buscaban placer y sometimiento, sin amor. De allí, que sea necesario antes de casarnos preguntar a Dios sobre su voluntad para nuestras vidas y si nos casamos sufriremos con paciencia las debilidades, imperfecciones y necesidades de nuestro cónyuge con amor.

Oremos, Señor oramos porque el divorcio no sea la salida para los hogares con problemas, para que los creyentes se afirmen en tu voluntad de cuidar el matrimonio y que cada cónyuge se deleite en su pareja y encuentre satisfacción plena en ti, bendícenos con paz, gozo y paciencia para sobrellevar y sufrir a nuestro cónyuge con amor, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


domingo, 9 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - SU CORAZÓN ESTA LEJOS DE MI



SU CORAZÓN ESTA LEJOS DE MI

Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
Isaías 29:13 RVR1960

INTRODUCCION

Hoy en día podemos encontrar bellas canciones en nuestras iglesias, grandes predicaciones, toda una parafernalia de luces y cosas hermosas en ellas, pero lo que más falta en nuestras congregaciones es la pasión por Dios.

La gente busca más el entretenimiento que la oración, más la abundancia de bienes, que el ayuno, más la compañía del hombre, que la de Dios, vivimos en tiempos difíciles como aquellos que menciona Isaías, en donde el temor de Dios no es más que algo que los hombres han recibido como enseñanza, que algo que se viva y ponga en práctica a diario.

Las personas que salieron de la religión tradicional están volviendo a adoptar la misma religiosidad en otra denominación, dicen amar a Dios, honrar a Dios, cantan hermosas canciones de amor, pero su corazón está lejos de Dios. Nos hemos vuelto fríos y tibios apartados de Dios.

DESARROLLO

En aquel tiempo del profeta Isaías, el pueblo de Israel vivía de forma religiosa, cumplía con lo que la ley exigía, pero nadie quería acercar su corazón al Señor. ¿Por qué?  porque es fácil vivir en automático, realizando ciertas cosas que nos hacen pensar: "que bien estamos", "le estamos cumpliendo a Dios", cuando en realidad no sentimos lo que hacemos, no estamos apasionados por lo que hacemos. Existen muchos predicadores, pero pocos ungidos, la diferencia radica en que el predicador depende de su ingenio y conocimiento, el ungido de la presencia de Dios en su vida. 

Nos hemos vuelto profesionales del ministerio, cantamos, alabamos, predicamos, servimos porque hay que hacerlo, pero no lo hacemos con pasión. De allí que oigamos predicaciones sin unción, predicadores que hablan más de sí mismos que de las escrituras, creyentes que tienen su mente en las cosas de este mundo, más que en las cosas de Dios.

Una iglesia que no arde en pasión por el evangelio, se preocupa más por las críticas, los que hablan mal, los que no van, los que no hacen, pero una iglesia que arde en amor por Dios y está cercana a él, procura siempre buscarle, sin importar los números, se dedica a aquello que se le encomendó y solo en lo necesario se ocupa de exhortar a la verdad.

Dios está harto de hombres que se acercan de labios y apariencia, el está buscando hombres que se acerquen a su intimidad, que sean cercanos, que puedan escucharle y dar a conocer lo que él quiere transmitir.

CONCLUSION

Abandonemos toda hipocresía, toda apariencia falsa y seamos sinceros primero con nosotros mismos y luego con Dios, dejemos de temer más a los hombres y lancémonos por aquello que Dios quiere que hagamos.

Abandonemos toda alabanza y adoración sin pasión, encendámonos con el fuego que trae la unción, y que solo es posible en la medida en la que nos exponemos al fuego de la presencia de Dios.

No puede haber números de convertidos reales sin oración, ayuno, y entendimiento de la palabra. Muchas iglesias se engañan si creen que por los números que manejan, son más exitosas o bendecidas, al final el fuego revelara sus frutos, por eso enfoquémonos en lo que verdaderamente importa, buscar de Dios y poner nuestro corazón en él.

Hay miles de personas que se dicen creyentes, pero su corazón está lejos de Dios, porque no perdonan, porque no obedecen, porque no buscan de Dios, siguen mejor a su pastor o líder espiritual y menos las enseñanzas de nuestro maestro Jesucristo.

Acerquémonos a Dios, aunque duela, aunque incomode, aunque muramos en el intento, vale más vivir una vida consagrada a Dios, que una vida llena de lujos y posesiones materiales.

Oremos, Señor que nuestro corazón se acerque a ti, y que encendidos por el fuego de tu unción, nos volvamos con pasión a hacer tu obra, a alabarte y a servirte con amor, amen. 

 Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe





viernes, 7 de septiembre de 2018

MATRIMONIOS - EL PERDÓN



EL PERDON

Luc 6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.

INTRODUCCION

No hay cosa más destructiva en la relación que la falta de perdón. No perdonar implica guardar rencor, guardar la herida y conservar la ofensa con la intención de ser vengada.
Sin perdón el amor no puede fluir. Se consuma todo el pensamiento y la emoción en las heridas producidas por equivocación intencional o no intencional.

Permanecer ofendido es el cáliz que produce frutos de odio, rencor, conflictos, discusiones y contiendas frecuentes. Mientras que perdonar es ir en contravía a la naturaleza carnal y rendir todo nuestro ser a Dios.

Conozco algunos hogares cuyo matrimonio se vino a pique luego de que por culpa de un error, la falta de perdón tomo el lugar de la restauración y la reconciliación y lo destruyo todo. 
Todo lo bonito que hemos construido en una vida puede ser acabado en un instante por la falta de perdón.

DESARROLLO

Jesús mismo dentro de sus enseñanzas nos revela que el perdón es necesario para poder ir al Padre, para poder restaurar nuestra condición espiritual, para poder crecer espiritualmente y para permanecer en unidad en la pareja.

Perdonar no es fácil, si no me crees pregúntaselo al cónyuge engañado, a la pareja a la que lo han traicionado, al que le han mentido, al que de él se han aprovechado, al que no le han amado. Todos en alguna medida sea poco o mucho hemos sido heridos por nuestra pareja, por sus palabras, sus emociones desbordadas, su desatención, su desamor, su falta de apoyo, su desconfianza o la poca confianza que nos genera, todo esto hiere nuestro frágil corazón y se necesita de una comunión profunda en el amor de Dios para aprender a perdonar y con ello librar la carga a la que nos hacemos cuando la herida pesa en nuestros corazones.

La única medida para perdonar es que así como fuimos perdonados de nuestros pecados por Dios, así mismo nosotros perdonemos a quienes nos ofenden, nos adeudan, nos tergiversan, nos hieren y aun mejor si quien lo ha hecho es nuestro cónyuge. El perdón es libertad, amor y entendimiento de la vida espiritual.

CONCLUSION

Si no perdonamos estamos condenados a vivir encarcelados en el dolor de la herida que se nos hizo. Es tiempo de perdonar las ofensas de nuestro cónyuge, sin importar si ha cambiado o no, el perdón nunca debe ser condicionado. Aunque es más fácil perdonar cuando hay arrepentimiento y cambio verdadero.

Pidamos perdón cuando nos equivoquemos y que el orgullo no estorbe a la santidad y el amor en el matrimonio. Perdonemos la ofensa para poder continuar y aprendamos a sembrar lo bueno en nuestro cónyuge para cosechar frutos de bendición y dicha espiritual.

Cuando se nos dificulte perdonar o pedir perdón recordemos el sacrificio de Cristo en la cruz para el perdón de nuestros pecados, que no se nos olvide que Dios nos perdonó primero sin que nosotros se lo pidiéramos, así podremos aprender a ser más como Dios y a vivir en paz con nuestro cónyuge.

Oremos, Señor haz del perdón en el hogar la norma, que en medio de nuestra imperfección podamos crecer unidos en el hogar y soportar los defectos y errores del cónyuge con amor y paciencia, que la verdad y el amor siempre estén presentes y que el perdón que tú nos has prodigado sea el ejemplo que sigamos siempre, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


lunes, 3 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - APARTADO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO



APARTADO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO DE DIOS

Rom 1:1  Pablo,  siervo de Jesucristo,  llamado a ser apóstol,  apartado para el evangelio de Dios, 

INTRODUCCION

Muchas veces vemos la santidad como algo imposible, otras veces de una forma equivocada, o al menos un poco tergiversada, creemos por Fe que hemos sido santificados por la obra redentora de Cristo y que su santidad nos fue impuesta a los que creemos en él, veamos 1Co 1:30 Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría --es decir, nuestra justificación, santificación y redención--. Entendiendo que Jesús es nuestra santificación, ahora podemos entender que la santidad no solo aplica para nuestra vida, sino también para nuestro servicio a Dios.
Entender que la santidad también aplica para nuestro servicio con Dios, nos llevara a ver desde una perspectiva más profunda nuestro trabajo para Dios.

DESARROLLO

Pablo empieza la carta a los romanos describiendo que ha sido apartado por Dios para anunciar el evangelio de Dios, lo cual implica que se dedica en cuerpo, alma y vida a predicar el evangelio a todos, de lo cual no queda duda, muchísimos viajes misioneros, cientos o miles de personas evangelizadas, cientos de sermones preparados para dar a conocer al autor y consumador de nuestra fe.
no entender que el servicio a Dios necesita santidad, hará que menospreciemos la importancia de servir a Dios, de allí que se requiera que todo aquel que procure servir a Dios, se aparte de todo aquello que le impida tener comunión con Dios, de todo aquello que le distrae, de todo aquello que le impida servir con ánimo y devoción.
De allí que muchos predicadores y servidores de Dios, terminen por dejar sus trabajos, negocios, y cosas por llevar a cabo la tarea encomendada.
Apartarnos para hacerlo, nos conducirá a ver fruto del trabajo que llevamos a cabo, no hacerlo puede generar que el tiempo y la importancia que le demos a nuestro ministerio sea muy baja.
Claro, debe haber un equilibrio, pues aún muchos servían en la iglesia, pero también trabajaban, pero nunca descuidaban su devoción para con Dios.
Quien quiera servir debe aprender a depender de Dios, a consagrar su vida en la vocación para la que se le encomendó. De modo que pueda dar fruto en aquello que emprenda con paciencia, perseverancia y amor.

CONCLUSION

Nuestro servicio a Dios necesita santidad, no podemos seguir el mal ejemplo de aquellos que no cuidaron su servicio a Dios, en su hogar y congregación para luego verse humillados ante el desorden, los problemas o aun hasta el divorcio o la infidelidad. Cuidemos la tarea encomendada, pero hagámoslo con total honestidad, con la sinceridad y verdad que solo la palabra de Dios puede dar.

Hemos sido apartados con un propósito y este es el que seamos testimonios fieles de la verdad, y esta revela lo que es pecado y lo que no, así mismos apartados para predicar con nuestras palabras y con nuestro testimonio. No podemos olvidarlo, ni tenerlo como algo secundario. recordando que nos apartamos en la medida en que nos acercamos a Dios en oración y ayuno.

Oremos, Señor sabemos que tienes un propósito para nuestras vidas y al apartarnos del pecado, quieres que prediquemos efectivamente tu verdad, ayúdanos a ser fieles, que tu gracia nos acompañe y fortalezca mientras crecemos en l virtud y el amor, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe