"Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu" (Lucas, 23: 46).
INTRODUCCIÓN
Vivir
confiadamente es de las cosas más difíciles de hacer, porque se necesita de una
firme esperanza para esperar con paciencia y de un amor extraordinariamente
poderoso para sostenernos.
Los
creyentes aprendemos a vivir por fe, eso que significa? Que se necesita de la
fe para experimentar la verdadera vida espiritual, la cual habita en el hombre
interior o el espíritu del hombre. Debemos recordar que somos seres
espirituales viviendo en cuerpos naturales, lo cual debe cambiar nuestra
percepción de la vida tal como la conocemos.
Estamos
compuestos por lo que la escritura menciona como espíritu, alma y cuerpo, somos
tripartitos.
DESARROLLO
Luego
de comprender esto, ahora sabemos que nuestra vida verdaderamente comienza
cuando podemos experimentar la fe, luego esta fe nos conduce a cumplir el
propósito divino y a vivir una vida en santidad que concluirá irremediablemente
en la consumación de la obra de Dios en nosotros.
Jesús
termina entregando todo de si, su sangre para sellar el nuevo pacto, su cuerpo
en la cruz haciéndose maldición por nuestro pecado, su espíritu vuelve al Padre
y su alma desciende a las profundidades de donde al tercer día resucitara
completando la obra de la redención del cuerpo, el alma y el espíritu del
hombre para cuando haya de ocurrir la resurrección.
Jesús
ha cumplido su misión, ahora encomienda confiadamente su espíritu al Padre de
quien lo recibió y a quien lo devuelve, su muerte nos muestra lo que sucederá
con nosotros. Nuestros cuerpos morirán consumidos en los años, la enfermedad o
cualquiera sea la causa de nuestra muerte; nuestro espíritu volverá a Dios, y
el alma ira al paraíso a donde Jesús prometió que estaría con aquel ladrón en
la cruz.
CONCLUSIÓN
Este
tiempo que paso Jesús en la cruz nos muestra el camino del creyente desde que
recibe el perdón hasta que se consuma la obra de Cristo en él.
Solo
necesitamos confiar plenamente en su bondad y amor que nos conducen a la perfección,
ayudándonos, sirviéndose de cada cosa que vivimos para hacer de nosotros su
instrumento, un instrumento que toque la melodía divina para los hombres que aún
no conocen, ni entienden.
Vivamos
confiados, porque es la fe la que nos conduce a una vida que se consume en Dios
para experimentar su paz, justicia y poder en su reino.
Oremos,
Señor tu completaste lo que el Padre te envió a cumplir, permítenos cumplir
nosotros también con aquello que tu demandas para vivir en tu gracia, confiados
en tu perfecta obra y en el descanso que tiene nuestro ser en ti, amen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones