Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a
los extremos de un palo y que llevaba encima de sus hombros. Una de las vasijas
tenía varias grietas, por donde perdía lentamente parte de su contenido,
mientras que la otra era perfecta y por ello conservaba toda el agua hasta el
final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa del aguador, pero
cuando llegaban, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la
vasija sana estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los
fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy
avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía
hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Entonces, la tinaja quebrada le habló al aguador así, diciéndole:
"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis
grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del
valor que deberías recibir".
El aguador, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa
quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino".
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo
largo, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, sólo quedaba
dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El
aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen
en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado
positivo de ello. Sembré semillas de flores a lo largo del camino por donde vas
y todos los días las has regado; y por dos años yo he podido recoger estas
flores para decorar mi hogar. Si no fueras exactamente como eres, con todo y
tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza".
2Co 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro
para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.
Cada uno de nosotros ha sufrido sus propias grietas. Todos somos en
algún aspecto como esa vasija agrietada, pero debemos tener presente que
siempre existirá la posibilidad de aprovechar nuestras propias
"limitaciones" para que, en vez de sufrirlas, logremos sacar de
ellas el mejor provecho, y que si están allí, de seguro para algo han de servir.
Todo aquel que ha sido quebrantado y luego recibe el consuelo de Dios, es útil para
consolar a aquellos que sufren, quien ha sido débil y ha madurado, luego puede
ayudar a quienes buscan la madurez. Dios usa todo nuestro quebranto, depresión,
tristeza y angustias para forjar en nosotros la imagen de Cristo. Para que al
crecer y madurar luego de haber sido quebrantados llevemos fruto apacible de
justicia. La reflexión de hoy nos hace pensar y ser agradecidos por todo
aquello que Dios permite en nuestras vidas para quebrantarnos, pues al hacerlo,
aunque duela, luego seremos siervos más útiles a su servicio, quien no ha sido
quebrantado no podrá entender el sufrimiento del prójimo, pero sí en cambio
sufrimos podemos ser útiles en nuestro llamado a servir. El pasaje bíblico nos
recuerda que somos vasijas de barro moldeadas a gusto de nuestro hacedor, para
que todo lo que hagamos muestre la gloria de aquel que nos creó. Las vasijas de
barro son usadas en hogares humildes, para que con la misma humildad todos
puedan reconocer la grandeza de nuestro Señor y Salvador.
GUIA DE ESTUDIO
¿Has sido quebrantado alguna vez?
¿Como piensas que Dios ha usado tu quebranto?
¿Ha sido útil el quebrantamiento sobre tu vida?
¿Qué has comprendido luego del quebrantamiento?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones