domingo, 8 de octubre de 2017

PREDICA DOMINICAL - ESCRITO ESTÁ


ESCRITO ESTÁ

Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Mt. 4:4 RVR1960


INTRODUCCIÓN

Las escrituras son sin duda el arma de defensa y ataque que posee el creyente, por eso es necesario que las escudriñe con frecuencia, que las estudie, que las memorice, que la tenga siempre a la mano. La escritura siempre es llamada en la biblia como la espada del Espíritu (Ef 6:17)). Por eso como soldados de Cristo no podemos andar desarmados, pues el conflicto puede venir en cualquier momento.

Nuestra espada ha de ser blandida con refulgente amor y tenacidad ante toda circunstancia en nuestras vidas, la escritura ha sido mi ayuda en medio de la soledad, cuando tengo inquietudes, cuando busco respuestas, cuando estos desconsolado, cuando he tenido rabia, en todo momento ella ha sido fiel amiga, compañera y consejera.

DESARROLLO

Jesús es confrontado por el Diablo quien ataca todo su ser, con los ataques con los que sigue confrontando al pueblo de Dios, por eso su estrategia es y seguirá siendo la que nos da la victoria en medio de la adversidad. Jesús siempre responde con sabiduría diciendo: "escrito esta". su respuesta siempre estuvo basada en la palabra de Dios, pasajes de Deuteronomio fueron los que uso Jesús para confrontar todas las tentaciones del Diablo, quien buscaba a través de ellas poder acusarle de infiel. Pero Jesús persevero y venció, su victoria en el desierto propulso su ministerio a la obediencia completa y al cumplimiento de la voluntad del Padre, por eso nosotros debemos tener siempre la escritura, leerla con tal frecuencia que si el enemigo nos confronta tengamos la firme certeza de que en la escritura encontraremos la respuesta a nuestra necesidad y podremos responder conforme a esta siempre.

Me encontrado leyendo pasajes de la escritura que hablan tan directo a mi corazón como si Dios mismo me hablara y me dijera cosas que él y yo conocemos, su palabra me ha animado cuando nadie más pudo hacerlo su palabra me levanto de valles tenebrosos, y me sustento cuando el miedo y la duda irrumpieron.

Como no confiar en su palabra cuando ella ha dado vida a mi espíritu, me ha dado la sabiduría para responder a cada circunstancia de la vida, como no confiar cuando en ella encuentro sustento para mi fe, para todo lo que creo, y lo que hago. Sin ella me sentiría perdido, confundido y lleno de temor, pero con ella he obtenido mis más grandes victorias.

CONCLUSIÓN

Solo espero que tú también la tomes como el arma valiosa que es, que le des la importancia que ella tiene, y que frecuentemente la consultes para resolver tus dudas. A donde iremos sin el consejo de Dios, sin su palabra. Cada vez que el pueblo de Dios se volvía a las escrituras un avivamiento aparecía y el pueblo se volvía a Dios con tal amor y pasión que todo era transformado para bien.

Es cierto que muchos han tergiversado o tomado diferentes interpretaciones de lo que las escrituras dicen, a eso nos enfrentaremos siempre, porque nos vemos limitados en nuestro conocimiento por nuestra mente terrenal que en poco o nada comprende lo que es eterno. La eternidad y la divinidad serán siempre tierra de conflicto entre algunos hermanos, pero lo cierto es que la verdad prevalecerá y los verdaderos creyentes serán conformados a imagen de Jesucristo por su propia palabra.

Sigamos respondiendo a todas nuestras preguntas y necesidades con la palabra, tratando de no acomodarla a nuestro gusto o parecer sino dejando que ella hable a nuestro corazón conforme a su voluntad y amor que quiere llevarnos al arrepentimiento y a la verdad. Todo el que trata de acomodar la verdad a su gusto se puede encontrar siendo engañado y conduciéndose a la destrucción. Pero es necesario que nos volvamos a Dios y a su palabra para que hagamos conforme a su voluntad.

Oremos, Señor queremos ser fieles a tu palabra para que por medio de ella podamos dar respuesta al adversario y podamos vivir confiadamente, amen.

1 comentario:

Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones