Un
hombre que acababa de encontrarse con Jesús Resucitado, iba a toda prisa por el
Camino de la Vida, mirando por todas partes y buscando. Se acercó a un anciano
que estaba sentado al borde del camino y le preguntó: "Por favor, señor,
¿ha visto pasar por aquí a algún cristiano?"
El anciano, encogiéndose de hombros le contestó: i Depende del tipo de
cristiano que ande buscando".
-Perdone -dijo contrariado el hombre-, pero soy nuevo en esto y no
conozco los tipos que hay. Sólo conozco a Jesús.
Y el anciano añadió: "Pues sí amigo; hay de muchos tipos y maneras.
Los hay para todos los gustos. Hay cristianos por cumplimiento, cristianos por
tradición, cristianos por costumbres, cristianos por superstición, cristianos
por obligación, cristianos por conveniencia, cristianos auténticos...".
- i Los auténticos! i Esos son los que yo busco! i Los de verdad!-.
Exclamó el hombre emocionado.
¡Vaya! -dijo el anciano con voz grave-. Esos son
los más difíciles de ver. Hace ya mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí,
y precisamente me preguntó lo mismo que usted.
-¿Cómo podré reconocerlos?
Y el anciano contestó tranquilamente: "No se preocupe amigo. No
tendrá dificultad en reconocerlos. Los cristianos de verdad no pasan
desapercibidos en este mundo de sabios y engreídos. Los reconocerás por sus
obras. Allí donde van, siempre dejan huellas".
Mat 7:20 Así
que, por sus frutos los conoceréis.
Los verdaderos cristianos se hacen evidentes en
medio de todo lugar que pisan. Sus acciones muestran que son hijos de Dios, sus
frutos de amor, paciencia, perseverancia, fe, bondad, misericordia, y
mansedumbre los hacen diferentes entre los hombres. No los veras siendo famosos
porque buscan la humildad, no buscan satisfacerse a si mismos, sino cumplir la
voluntad de Dios. Procuran morir a si mismos para reflejar en sus vidas a Dios.
La historia nos recuerda que es posible que nos encontremos con personas que
digan que son cristianos, pero que en realidad no lo son, hay cristianos por
cumplimiento, cristianos por tradición, cristianos por costumbres, cristianos
por superstición, cristianos por obligación, cristianos por conveniencia, hasta
que llegamos a los cristianos auténticos, estos no buscan lo suyo, sino la
voluntad de su Padre. Sepamos reconocerlos y que su ejemplo encienda en
nuestros corazones el amor por Dios. Mateo nos recuerda la enseñanza de Jesús,
a los verdaderos creyentes los reconocemos por sus frutos, los cuales son
evidentes si nos detenemos un poco.
GUIA DE ESTUDIO
¿Eres tú un verdadero cristiano?
¿Cómo están tus frutos?
¿Que piensan los demás de ti?
¿Pregúntale a alguien con quien tengas confianza
sobre tus frutos?
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