lunes, 14 de agosto de 2017

TIEMPO DE REFLEXION


El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa de una dimi­nuta y deshabitada isla. Oró fervientemente a Dios pidiéndole ser rescatado, y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar. Cansado, finalmente optó por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos y almacenar sus pocas pertenencias.
Un día, luego de merodear por la isla en busca de alimento, regre­só a casa para encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido... lo había perdido todo. Quedó anonadado, con tristeza y rabia.
"Dios: ¡cómo me pudiste hacer esto a mí!", se lamentó. Temprano al día siguiente, sin embargo, fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Había venido a rescatarlo.
“¿Cómo supieron que estaba aquí?", preguntó el cansado hombre a sus salvadores.
"Vimos su señal de humo", contestaron ellos,

Ecc 7:14  Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que el hombre nunca sabe con qué habrá de encontrarse después.

Nunca será fácil afrontar circunstancias adversas, es muy fácil descorazonarse cuando las cosas no salen como quisiéramos, sobre todo si somos obedientes a la voluntad divina. Pero nunca debemos permitir que el desánimo nos consuma, pues puede hacer que abandonemos la esperanza y el amor que sentimos por Dios. Muchas veces Dios utiliza estos momentos adversos para presionar nuestro crecimiento y madurez al límite, y el dolor, la incertidumbre, y los problemas son los que hacen cristianos maduros y fuertes en la fe, quien no sufre pierde la oportunidad de crecer y madurar. El sufrimiento es una gran escuela, la más dura de todas. Por eso siempre debemos confiar porque no son las circunstancias las que nos dan evidencia de Dios, sino que son los frutos del Espíritu Santo en nuestra vida los que nos dan la evidencia de que él es real. ¡Animo! ¡Ten fe! ¡Espera! Se paciente en medio de toda adversidad y siempre veras a Dios moverse de formas maravillosas que te mostraran su gran amor y poder.

GUIA DE ESTUDIO
¿Has perdido la esperanza en momentos de sufrimiento?
¿Has visto a Dios moverse en la adversidad?
¿Si ya se ha movido en otras ocasiones difíciles, porque crees que no se moverá ahora?

¿Qué sale a la luz en medio del sufrimiento o de las circunstancias adversas, la fe o la incredulidad?

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