PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
EL CRECIMIENTO LO DA DIOS
"y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de
quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos,
crece con el crecimiento que da Dios".
Col. 2:19 RVR1960
INTRODUCCIÓN
Crecen en la iglesia los congresos, conferencias y
predicadores que hablan de iglecrecimiento, cada uno tiene su fórmula magistral
para decir a la iglesia lo que debe hacer para que esta crezca, algunos ponen
énfasis en la infraestructura, otros en la oración, otros en los milagros,
otros en la adoración, en fin, para cada cual se le tiene según su mejor
parecer.
Se nos está instruyendo a que en cuanto mayor
número de personas hay en la iglesia, mejor es, mayor unción, mayor bendición,
pero, y si nos hacemos una pregunta sincera: ¿Cuánto le importa a Dios los
números?, será que entre más grande una congregación mayor es la presencia de
Dios, mayor es su gracia y bendición, o es solo una estrategia de
mercadotecnia.
Por desgracia he tenido la oportunidad de conocer
casos aberrantes de congregaciones grandes en donde pareciera que el único
énfasis en su predicación y durante su servicio es el pedir dinero, otros han
sufrido pavor al ser avergonzados por algunos predicadores por ser según ellos “tacaños
o avaros” a la hora de dar su ofrenda, otros han sido atacados por sus mismos
lideres al no completar el grupo que según ellos debían tener para la reunión
en su casa, otros heridos por pastores que no les prestan atención y bueno,
podría mencionar muchas cosas más.
DESARROLLO
Como podemos notar, las escrituras son claras en
cuanto a que el crecimiento del cuerpo de Dios no depende del hombre, de lo que
este haga, de las estrategias que tome, de lo singular, de lo milagroso que
pueda ser o hacer, depende es de Dios porque así lo escribe Colosenses 2:19. La
iglesia crece por la gracia de Dios y no depende de que tengamos la mejor
alabanza, o al mejor predicador, depende de su gracia para con los pecadores.
Cualquier otra estrategia de crecimiento nos lleva a congregar personas que no
son verdaderamente discípulos, sino seguidores. Los seguidores no son
comprometidos, no participan activamente, son flojos, perezosos y
constantemente viven dependientes de su líder espiritual. Conformar una iglesia
con estos parámetros hace que las congregaciones se vean advocadas a gastar
tiempo y recursos valiosísimos de formas variadas para atraer más público, como
congresos, al predicador de moda, predicadores que solo piden dinero.
Pero la iglesia está despertando, muchos son los
creyentes firmes en el Señor que me escriben porque ya no toleran la falsa
doctrina o a predicadores que solo quieren sacarles dinero con el pretexto de
la unción, de la bendición u otro sin fin de artimañas. La iglesia debe servir
al propósito por el cual fue establecida por Cristo mismo, para hacer discípulos,
prepararlos, equiparlos y que sean duplicadores de la verdad mediante su
testimonio y la predicación. Recordemos lo que nos dice Ap 12:11 "ellos lo
han vencido por medio de la sangre del cordero y por el mensaje del cual dieron
testimonio".
CONCLUSIÓN
En dónde vas a poner tu atención, en los números,
en la unción, o en la obediencia, la búsqueda de Dios y la práctica de la
verdad que es en donde de verdad habita la presencia de Dios. Claro que
queremos ver a las multitudes llegar a los pies de Cristo, pero queremos verlas
transformadas para que transformen, no llenas de malas enseñanzas por duplicar
que hacen daño al evangelio. Es triste ver como la iglesia que protesto ante la
riqueza y poder de la iglesia tradicional romana, se convierta en eso mismo
contra lo que algún día no estuvo de acuerdo.
El llamado de la iglesia sigue siendo el mismo,
volvamos a las escrituras, conviértanse a Cristo y abandonen todo aquello que
no sea conforme a la voluntad divina para que vayamos en pos del supremo
llamamiento en Cristo.
Donde está la iglesia que vivía con humildad, a la
que no le importaban los números, pero que llego a alcanzar el mundo; donde
está la iglesia que se preocupa por los necesitados y que suple las necesidades
espirituales de sus hermanos. Hoy hay inanición espiritual en muchas iglesias,
pues solo conocen los pasajes bíblicos de la sanidad, la prosperidad, pero poco
conocen aquellos que hablan del compromiso, de guardarse en santidad, del
arrepentimiento, de abandonar el pecado y la maldad de nuestro corazón.
Iglesia preocúpate por hacer lo que Dios te mando a
hacer, los números déjaselos a Dios, preocúpate por orar más, por ayunar más,
por servir más, por amar más, el resto vendrá como añadidura.
Oremos, Señor nos volvemos a ti con un corazón
sincero para reconocer que necesitamos de ti, si predicamos algo diferente a tu
mensaje háznoslo saber, si no estamos obrando conforme a tu voluntad háznoslo
saber, queremos obrar conforme a tu voluntad aunque todo nos cueste. No tenemos
miedo pues el fuego por tu amor nos consume, amen.
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