domingo, 27 de agosto de 2017

PREDICA DOMINICAL - EL CRECIMIENTO LO DA DIOS


PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

EL CRECIMIENTO LO DA DIOS

"y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios".
Col. 2:19 RVR1960

INTRODUCCIÓN

Crecen en la iglesia los congresos, conferencias y predicadores que hablan de iglecrecimiento, cada uno tiene su fórmula magistral para decir a la iglesia lo que debe hacer para que esta crezca, algunos ponen énfasis en la infraestructura, otros en la oración, otros en los milagros, otros en la adoración, en fin, para cada cual se le tiene según su mejor parecer.

Se nos está instruyendo a que en cuanto mayor número de personas hay en la iglesia, mejor es, mayor unción, mayor bendición, pero, y si nos hacemos una pregunta sincera: ¿Cuánto le importa a Dios los números?, será que entre más grande una congregación mayor es la presencia de Dios, mayor es su gracia y bendición, o es solo una estrategia de mercadotecnia.

Por desgracia he tenido la oportunidad de conocer casos aberrantes de congregaciones grandes en donde pareciera que el único énfasis en su predicación y durante su servicio es el pedir dinero, otros han sufrido pavor al ser avergonzados por algunos predicadores por ser según ellos “tacaños o avaros” a la hora de dar su ofrenda, otros han sido atacados por sus mismos lideres al no completar el grupo que según ellos debían tener para la reunión en su casa, otros heridos por pastores que no les prestan atención y bueno, podría mencionar muchas cosas más.

DESARROLLO

Como podemos notar, las escrituras son claras en cuanto a que el crecimiento del cuerpo de Dios no depende del hombre, de lo que este haga, de las estrategias que tome, de lo singular, de lo milagroso que pueda ser o hacer, depende es de Dios porque así lo escribe Colosenses 2:19. La iglesia crece por la gracia de Dios y no depende de que tengamos la mejor alabanza, o al mejor predicador, depende de su gracia para con los pecadores. Cualquier otra estrategia de crecimiento nos lleva a congregar personas que no son verdaderamente discípulos, sino seguidores. Los seguidores no son comprometidos, no participan activamente, son flojos, perezosos y constantemente viven dependientes de su líder espiritual. Conformar una iglesia con estos parámetros hace que las congregaciones se vean advocadas a gastar tiempo y recursos valiosísimos de formas variadas para atraer más público, como congresos, al predicador de moda, predicadores que solo piden dinero.

Pero la iglesia está despertando, muchos son los creyentes firmes en el Señor que me escriben porque ya no toleran la falsa doctrina o a predicadores que solo quieren sacarles dinero con el pretexto de la unción, de la bendición u otro sin fin de artimañas. La iglesia debe servir al propósito por el cual fue establecida por Cristo mismo, para hacer discípulos, prepararlos, equiparlos y que sean duplicadores de la verdad mediante su testimonio y la predicación. Recordemos lo que nos dice Ap 12:11 "ellos lo han vencido por medio de la sangre del cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio".

CONCLUSIÓN

En dónde vas a poner tu atención, en los números, en la unción, o en la obediencia, la búsqueda de Dios y la práctica de la verdad que es en donde de verdad habita la presencia de Dios. Claro que queremos ver a las multitudes llegar a los pies de Cristo, pero queremos verlas transformadas para que transformen, no llenas de malas enseñanzas por duplicar que hacen daño al evangelio. Es triste ver como la iglesia que protesto ante la riqueza y poder de la iglesia tradicional romana, se convierta en eso mismo contra lo que algún día no estuvo de acuerdo. 

El llamado de la iglesia sigue siendo el mismo, volvamos a las escrituras, conviértanse a Cristo y abandonen todo aquello que no sea conforme a la voluntad divina para que vayamos en pos del supremo llamamiento en Cristo.

Donde está la iglesia que vivía con humildad, a la que no le importaban los números, pero que llego a alcanzar el mundo; donde está la iglesia que se preocupa por los necesitados y que suple las necesidades espirituales de sus hermanos. Hoy hay inanición espiritual en muchas iglesias, pues solo conocen los pasajes bíblicos de la sanidad, la prosperidad, pero poco conocen aquellos que hablan del compromiso, de guardarse en santidad, del arrepentimiento, de abandonar el pecado y la maldad de nuestro corazón.
Iglesia preocúpate por hacer lo que Dios te mando a hacer, los números déjaselos a Dios, preocúpate por orar más, por ayunar más, por servir más, por amar más, el resto vendrá como añadidura.

Oremos, Señor nos volvemos a ti con un corazón sincero para reconocer que necesitamos de ti, si predicamos algo diferente a tu mensaje háznoslo saber, si no estamos obrando conforme a tu voluntad háznoslo saber, queremos obrar conforme a tu voluntad aunque todo nos cueste. No tenemos miedo pues el fuego por tu amor nos consume, amen.


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