sábado, 19 de agosto de 2017

ESTUDIO BÍBLICO 2 CORINTIOS 13


ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

2Co 13:1  Ésta será la tercera vez que los visito.  "Que todo asunto se haga constar por el testimonio de dos o tres testigos."*
Debe realizarse de esta manera para que no quede duda de que es verdadero y que ninguna mentira puede penetrar la iglesia, pues no basta con un me dijeron, un alguien me conto, se debe ser testigo para que un asunto sea tomado en cuenta, sobre todo el pecado y el testimonio de la iglesia.
2Co 13:2  Cuando estuve con ustedes por segunda vez les advertí,  y ahora que estoy ausente se lo repito:  Cuando vuelva a verlos,  no seré indulgente con los que antes pecaron ni con ningún otro,
No puede haber indulgencia para con alguien que no quiere reconocer su pecado, habiendo sido reconvenido a cambiar y dejar el pecado, continua en él, es muestra de que el Espíritu Santo no habita en ellos y que su permanencia dentro de la iglesia solo provocara conflictos y divisiones.
2Co 13:3  ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí.  Él no se muestra débil en su trato con ustedes,  sino que ejerce su poder entre ustedes.
No es pablo quien deba dar prueba de que ha sido un instrumento de Dios para la iglesia, sino que Dios mismo disciplina a quien ama para que pueda entender la verdad, aunque no quiera verla, o la mentira se haya sembrado, pues es su poder el que obra para santificación de los elegidos.
2Co 13:4  Es cierto que fue crucificado en debilidad,  pero ahora vive por el poder de Dios.  De igual manera,  nosotros participamos de su debilidad,  pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes.
Para Cristo la debilidad no es un problema, porque el poder de Dios obra en ella, de igual manera Pablo se hace partícipe de su debilidad en la carne para que el poder de Dios obre con libertad en medio de su pueblo, ningún creyente debe permitir que el orgullo, la vanidad, o la vanagloria tomen lugar en sus vidas, más bien reconozcamos nuestra debilidad, y nuestra imposibilidad de cambiar la forma de pensar de los demás, con nuestros argumentos, para que sea el poder de Dios quien obre a favor nuestro.
2Co 13:5  Examínense para ver si están en la fe;  pruébense a sí mismos.  ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes?  ¡A menos que fracasen en la prueba!
Examínense, disciplínense a vosotros mismos para que puedan comprobar que se hayan aun en la fe, pruébense para reconocer que Cristo esta en vosotros, a menos que encuentren su  fracaso en medio de la prueba a su fe.
2Co 13:6  Espero que reconozcan que nosotros no hemos fracasado.
Solo aquellos que se encuentran reprobados no reconocerán el testimonio de Pablo siendo puesto a prueba en toda disciplina para servir.
2Co 13:7  Pedimos a Dios que no hagan nada malo,  no para demostrar mi éxito,  sino para que hagan lo bueno,  aunque parezca que nosotros hemos fracasado.
Al final no importa si todos reconocen el éxito, lo que sí importa es que obren conforme a la fe que predican.
2Co 13:8  Pues nada podemos hacer contra la verdad,  sino a favor de la verdad.
Pues todo debe ser hecho y puesto por obra conforme a la verdad, para que ella permanezca y se establezca en nosotros.
2Co 13:9  De hecho,  nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes fuertes;  y oramos a Dios para que los restaure plenamente.
De modo que no importa cuán fuertes o débiles seamos, o parezcamos ser, lo que realmente importa es que puedan ser restaurados plenamente en Cristo.
2Co 13:10  Por eso les escribo todo esto en mi ausencia,  para que cuando vaya no tenga que ser severo en el uso de mi autoridad,  la cual el Señor me ha dado para edificación y no para destrucción.
Pablo no teme hacer uso de su autoridad, pues sabe que esta no es suya sino que es solo prestada como garantía de la presencia de Dios en su vida, quien pudiera usarla destruir la vida de aquellos desobedientes, mas Pablo solo la usa para la edificación de los creyentes.
2Co 13:11  En fin,  hermanos,  alégrense,  busquen* su restauración,  hagan caso de mi exhortación,  sean de un mismo sentir,  vivan en paz.  Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.
La exhortación no es fácil, porque siempre genera conflictos de intereses, pero es necesaria para que la iglesia se purgue de toda impureza, solo un siervo maduro y fiel, puede reconvenir a la verdad, se necesita valentía, entrega y compromiso con Dios, para poder exhortar, y de igual manera se necesita humildad y devoción para reconocer cuando hemos pecado y tropezado, para volver al camino. Porque todo Dios lo ha dispuesto para nuestra restauración a imagen de Cristo, en quien todo sentimiento es sometido a la voluntad divina para bendición de su pueblo y la tierra. Quien puede reconocer el amor de Dios en la disciplina reconocerá también que Dios está con él.
2Co 13:12  Salúdense unos a otros con un beso santo.
Reconociéndose iguales, salúdense como hermanos en la fe.
2Co 13:13  Todos los santos les mandan saludos.
Luego de tremenda exhortación Pablo termina como quien no tiene ningún rencor, ni cosa alguna en su contra, demostrándoles su amor que es el amor de Dios haciéndose manifiesto a ellos.
2Co 13:14  Que la gracia del Señor Jesucristo,  el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.

Este fin de esta segunda carta a los corintios termina de una forma fantástica, mostrándonos en donde se genera la gracia, el amor, y la comunión, tres vehículos que nos conducen a la naturaleza divina, el primero para acércanos a Dios, pues es Cristo el único camino, verdad y vida; el segundo nos mantiene en el vínculo perfecto entre Dios y el hombre, y el tercero es el  que nos permite operar en la gracia, ser el depósito de su amor, y estar en unidad con El.

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