ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
2Co 13:1 Ésta
será la tercera vez que los visito.
"Que todo asunto se haga constar por el testimonio de dos o tres
testigos."*
Debe realizarse de esta manera para que no quede duda de que es verdadero
y que ninguna mentira puede penetrar la iglesia, pues no basta con un me
dijeron, un alguien me conto, se debe ser testigo para que un asunto sea tomado
en cuenta, sobre todo el pecado y el testimonio de la iglesia.
2Co 13:2 Cuando estuve con ustedes por
segunda vez les advertí, y ahora que
estoy ausente se lo repito: Cuando
vuelva a verlos, no seré indulgente con
los que antes pecaron ni con ningún otro,
No puede
haber indulgencia para con alguien que no quiere reconocer su pecado, habiendo
sido reconvenido a cambiar y dejar el pecado, continua en él, es muestra de que
el Espíritu Santo no habita en ellos y que su permanencia dentro de la iglesia
solo provocara conflictos y divisiones.
2Co 13:3 ya que están exigiendo una
prueba de que Cristo habla por medio de mí.
Él no se muestra débil en su trato con ustedes, sino que ejerce su poder entre ustedes.
No es pablo
quien deba dar prueba de que ha sido un instrumento de Dios para la iglesia,
sino que Dios mismo disciplina a quien ama para que pueda entender la verdad,
aunque no quiera verla, o la mentira se haya sembrado, pues es su poder el que
obra para santificación de los elegidos.
2Co 13:4 Es cierto que fue crucificado en
debilidad, pero ahora vive por el poder
de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con
Cristo para ustedes.
Para Cristo
la debilidad no es un problema, porque el poder de Dios obra en ella, de igual
manera Pablo se hace partícipe de su debilidad en la carne para que el poder de
Dios obre con libertad en medio de su pueblo, ningún creyente debe permitir que
el orgullo, la vanidad, o la vanagloria tomen lugar en sus vidas, más bien reconozcamos
nuestra debilidad, y nuestra imposibilidad de cambiar la forma de pensar de los
demás, con nuestros argumentos, para que sea el poder de Dios quien obre a
favor nuestro.
2Co 13:5 Examínense para ver si están en
la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en
ustedes? ¡A menos que fracasen en la
prueba!
Examínense,
disciplínense a vosotros mismos para que puedan comprobar que se hayan aun en
la fe, pruébense para reconocer que Cristo esta en vosotros, a menos que
encuentren su fracaso en medio de la
prueba a su fe.
2Co 13:6 Espero que reconozcan que
nosotros no hemos fracasado.
Solo
aquellos que se encuentran reprobados no reconocerán el testimonio de Pablo
siendo puesto a prueba en toda disciplina para servir.
2Co 13:7 Pedimos a Dios que no hagan nada
malo, no para demostrar mi éxito, sino para que hagan
lo bueno, aunque parezca que nosotros
hemos fracasado.
Al final no
importa si todos reconocen el éxito, lo que sí importa es que obren conforme a
la fe que predican.
2Co 13:8 Pues nada podemos hacer contra
la verdad, sino a favor de la verdad.
Pues todo
debe ser hecho y puesto por obra conforme a la verdad, para que ella permanezca
y se establezca en nosotros.
2Co 13:9 De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y
ustedes fuertes; y oramos a Dios para
que los restaure plenamente.
De modo que
no importa cuán fuertes o débiles seamos, o parezcamos ser, lo que realmente
importa es que puedan ser restaurados plenamente en Cristo.
2Co 13:10 Por eso les escribo todo esto en
mi ausencia, para que cuando vaya no
tenga que ser severo en el uso de mi autoridad,
la cual el Señor me ha dado para edificación y no para destrucción.
Pablo no
teme hacer uso de su autoridad, pues sabe que esta no es suya sino que es solo
prestada como garantía de la presencia de Dios en su vida, quien pudiera usarla
destruir la vida de aquellos desobedientes, mas Pablo solo la usa para la
edificación de los creyentes.
2Co 13:11 En fin, hermanos, alégrense,
busquen* su restauración, hagan
caso de mi exhortación, sean de un mismo
sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con
ustedes.
La
exhortación no es fácil, porque siempre genera conflictos de intereses, pero es
necesaria para que la iglesia se purgue de toda impureza, solo un siervo maduro
y fiel, puede reconvenir a la verdad, se necesita valentía, entrega y
compromiso con Dios, para poder exhortar, y de igual manera se necesita
humildad y devoción para reconocer cuando hemos pecado y tropezado, para volver
al camino. Porque todo Dios lo ha dispuesto para nuestra restauración a imagen
de Cristo, en quien todo sentimiento es sometido a la voluntad divina para
bendición de su pueblo y la tierra. Quien puede reconocer el amor de Dios en la
disciplina reconocerá también que Dios está con él.
2Co 13:12 Salúdense unos a otros con un
beso santo.
Reconociéndose
iguales, salúdense como hermanos en la fe.
2Co 13:13 Todos los santos les mandan
saludos.
Luego de
tremenda exhortación Pablo termina como quien no tiene ningún rencor, ni cosa
alguna en su contra, demostrándoles su amor que es el amor de Dios haciéndose
manifiesto a ellos.
2Co 13:14 Que la gracia del Señor
Jesucristo, el amor de Dios y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
Este fin de
esta segunda carta a los corintios termina de una forma fantástica, mostrándonos
en donde se genera la gracia, el amor, y la comunión, tres vehículos que nos
conducen a la naturaleza divina, el primero para acércanos a Dios, pues es
Cristo el único camino, verdad y vida; el segundo nos mantiene en el vínculo
perfecto entre Dios y el hombre, y el tercero es el que nos permite operar en la gracia, ser el
depósito de su amor, y estar en unidad con El.
Gracias a Dios que nos hace reflexionar.
ResponderBorrarMuy bueno
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