PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
SEAMOS COMO NIÑOS
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
SEAMOS COMO NIÑOS
Mat
18:3 y dijo: De cierto os digo, que si
no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
INTRODUCCIÓN
Los niños son especiales, si los
miras con detenimiento y meditas en su forma de ser, entonces encontraras los
misterios que encierran sus acciones y por los cuales Jesús nos dice que para
entrar al reino de los cielos debemos ser como ellos.
Si solo nos quedamos con lo
primero que vemos en los niños podemos equivocar el camino, pues si los has
visto encontraras en ellos mentira, engaño, desobediencia, elementos claros de
nuestra naturaleza terrenal que encontramos en Gálatas como las obras de la
carne, miremos: Gal 5:19 Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, Gal 5:20 idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, Gal
5:21 envidias, homicidios,
borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no
heredarán el reino de Dios.
Los niños también obran en la
carne, pero en ellos se encierra el misterio del obrar de Dios, porque a pesar
de sus acciones, en su interior se esconde aquello de lo que Jesús habla, y por
lo cual nos pide que seamos como niños.
DESARROLLO
Estas características no fueron
definidas por Cristo, y creo que fue así, para que pudiéramos evidenciarlas por
medio de la meditación de las escrituras y por medio de la observación de su
creación.
Estas son las cuatro
características que son comunes a los niños:
-
La honestidad: Cuando conocemos y hablamos con un
niño lo primero que puedes notar a menos que se le haya contaminado con algo más,
es su honestidad al decirte lo que piensa y lo que siente. Si quieres que
alguien te diga la verdad sobre cómo eres pregúntale a un niño, el no conoce el
tratar de quedar bien, así que será muy honesto con su respuesta. Y he aquí que
esto agrada a Dios, el que seamos completamente honestos.
-
La inocencia: Esta es otra de las características
de un niño que se hace evidente al compartir con ellos, podrás ver como hacen
las cosas sin ninguna intención particular, te pueden golpear, pero en ellos no
existe la mala intención de hacerlo, solo lo hacen obedeciendo a sus instintos,
pero nunca lo harán con una intención en particular, a diferencia de un adulto
que si golpea lo hace porque quiere causarle daño a quien lastima. Cultiva la
inocencia por medio del conocimiento de Dios, y la santificación de tu ser por
medio de la palabra de Dios.
-
La confianza: Esta es otra de las características
que se suman a los niños, ellos son sumamente confiados, a menos como siempre
que hayan sido lastimados para no confiar. De allí, que sean tan vulnerables al
daño, siempre confían y creen en todo lo que les dices, aunque no sea
verdadero. Vuelve a confiar en Dios, cree sin límites y te sorprenderás.
-
La humildad: Los niños son sencillos y humildes,
no necesitas grandes cosas para hacerles felices, ellos no necesitan marcas, ni
dinero, ni cosas materiales para disfrutar el momento, algo que vamos perdiendo
con el tiempo. No perdamos la humildad, más bien despojémonos de todo orgullo y
vanidad, humillándonos bajo la poderosa mano de Dios, confiando plenamente en
su voluntad.
CONCLUSIÓN
De todo
esto podemos concluir que los niños nos llevan gran ventaja sobre la vida
espiritual en sus comienzos, aunque posteriormente les veamos contaminarse
mediante la manipulación y control que la sociedad y la familia ejercen sobre
ellos.
Todos
algún día fuimos niños y tenemos maravillosos recuerdos y aun hasta llegamos a
añorar esos tiempos en los que no pensábamos en lo que teníamos, ni nos
preocupábamos por el futuro y vivíamos el ahora, si nos herían rápidamente
perdonábamos la ofensa y seguíamos adelante, cosas que vamos perdiendo en la medida
que el condicionamiento social nos obliga a vivir. Pero Jesús nos pide que
volvamos a ser como niños y cultivemos en nuestro ser estas 4 características
que de seguro nos bendecirán siempre.
Seamos
como niños en cuanto a estas características, reconociendo con humildad y
sencillez nuestra pobreza espiritual, siendo honestos con Dios siempre,
volviendo a la inocencia perdida y confiando cada día más en Dios.
Oremos,
Señor queremos ser como niños que se humillan sin recelo, que son honestos
cueste lo que cueste, que recuperan la inocencia por medio de la santidad, y
que confían para seguir tus mandatos y ordenanzas, te amamos y bendecimos, amen.
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