lunes, 22 de mayo de 2017

TIEMPO DE REFLEXION


Cuando alguien te de una rama con espinas, en vez de tomarla con indignación y correr el riesgo de pincharte las manos, recíbela con serenidad y plántala en el jardín de tu vida. Más, cuando recojas las rosas, no te olvides de mandar por lo menos una para ese alguien. Al fin de cuentas, fue ese alguien quien te dio la rama.
Cuando alguien te dé un puntapié, en vez de devolvérselo, recuerda que diste un paso al frente, en tanto que él quedó un paso atrás.
Cuando alguien te grite, no respondas con otro grito, para no co­rrer el riesgo de quedarte también ronco.
Cuando alguien te escupa, recuerda que un poco de agua y saliva harán que quedes aún más limpio que antes, mientras que el escupidor perdió un poco de saliva que actuaría benéficamente en su digestión.
Cuando al fin, alguien se ría de ti, sonríe a ese alguien. Al final, él precisa mucho una sonrisa.

Lucas 6:28 bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.


Es probable que la vida no te de lo que quieras, si quieres algo seguramente te tomará más tiempo de lo normal, será más complejo y con más dificultades, pero no te desanimes porque así lo ha dispuesto Dios para tu crecimiento y para probar tu corazón. A veces esperamos una sonrisa y recibimos una mala cara, esperamos amor y recibimos desplantes, esperamos buenos comentarios y recibimos críticas, esperamos que todo salga bien y sale todo mal, esperamos madurez y recibimos inmadurez, todo esto ha sido dispuesto en tu vida para que reconozcas que todo es pasajero, y que puedes usar lo que te pasa para meditarlo y orar, para que conforme a lo que Dios disponga para tu vida aprendas siempre a vivir agradecido. La paciencia es un arte difícil de mantener y sostener, pero frecuentemente la vida nos prueba con situaciones adversas que nos permitirán ejercernos en la paciencia, la bondad y el amor. Tú decides si ante lo que te pasa te conviertes en una víctima y te quejas de todo, o si lo aprovechas, alguien decía: si del cielo te llueven limones, entonces aprende a hacer limonada. Seguramente todo lo que vives tiene un propósito que se encuentra oculto a primera vista, pero que te detienes a observar con esperanza, descubrirás u propósito en la vida y saldrás a disfrutarlo, aunque no siempre todo salga como queremos.

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