MATRIMONIOS
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
UN
PACTO Y NO UN CONTRATO
Mat
19:5 y dijo: ¿Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y
los dos serán una sola carne?
INTRODUCCIÓN
La primera característica que
note al tratar de encontrar la razón de porque el matrimonio fue diseñado para
toda la vida, fue el pacto. El pacto es nombrado en la biblia muchas veces para
hacer referencia al compromiso de Dios por cumplir su promesa, la cual sello
con un pacto que trajo salvación a la humanidad.
El diccionario define un pacto
como un convenio o tratado solemne,
estricto y condicional entre dos o más partes en que se establece una
obediencia a cumplir uno o varios puntos o apartes establecidos en que ambas
partes se comprometen a ejecutar ciertas acciones y a recibir retribuciones de
la otra parte por su cumplimiento.
Como podemos notar el pacto es
algo que se establece entre dos o más personas en donde nos obligamos para
cumplir con algo específicamente establecido que no tiene fin sino hasta cuando
este se cumple, así dure toda una vida para cumplirse. Mientras la biblia
define al matrimonio como un pacto, el mundo ha convertido al matrimonio en un
contrato en donde los esposos se comprometen a cumplir socialmente con lo que
en este establecen.
DESARROLLO
La diferencia entre un pacto y un
contrato radica en que el contrato puede terminarse por cualquiera de las
partes, mientras el pacto no. El pacto es algo que no tiene fin mientras se
vive. Cuando Dios hizo pacto con el hombre este fue eterno, solo fue renovado
por medio de Cristo para dar cabida en él a toda la humanidad.
El pacto matrimonial está mejor
definido en las escrituras, miremos: Mat 19:5 “y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se
unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?”. Tal como ha sido dispuesto
por Dios el matrimonio es un estado de unidad en donde el hombre y la mujer
dejan la casa de sus padres para unirse el uno al otro, no solo sexualmente,
sino también emocional y espiritualmente para completarse y vivir en esta vida
como si fueran una sola carne.
Para que el matrimonio pueda
darse el hombre y la mujer deben comprender que este pacto no es algo que en
medio de la emoción, la discusión o los problemas pueda desecharse a la
primera. No, el matrimonio ha sido diseñado en Dios para que pueda soportar los
embates de la emoción descontrolada, la ira, el error, los problemas
económicos, y cada una de las cosas que dentro de este suceden, eso sí mientras
no hayan abusos, violencia, o adulterio, pues como Pablo dice: “hemos sido
llamados a vivir en paz” (1 Cor 7:15).
CONCLUSION
Si no comprendemos lo que hacemos
como cristianos jamás entenderemos el propósito del matrimonio. Muchos
matrimonios serán confrontados el día del juicio por no haber obrado conforme a
lo que Dios estipulaba para el hogar, por eso mi intención es dar a conocer la
verdad de las escrituras, de modo que quien se case comprenda que si lo hace,
lo hace para toda la vida, no hay excusa, no hay problema que no pueda ser
superado de la mano de Dios.
Como todo pacto solo puede
sostenerse en Dios, pues si nos casamos en la emoción del enamoramiento, por
obligación, por compromiso, por darle gusto a alguien más, o porque la misma
congregación lo impone, jamás surgirá el entendimiento necesario para casarse.
Somos seres inconstantes, no me
canso de decirlo, por ello algo que dure o permanezca como compromiso es muy
difícil para el ser humano de sostenerlo. Muchos quieren separarse porque no se
aguantan, porque su cónyuge cansa mucho, porque hay cosas que no se soportan,
porque son groseros o aun porque algunos son agresivos (cosa que no debería
suceder en un matrimonio entre cristianos), pero nuestra naturaleza no es fácil
de domar, por eso debemos someternos y humillarnos bajo la poderosa mano de
Dios para que sea el quien nos ayude e intervenga en medio de nuestros
problemas maritales para que surja el perdón, y la solución al impase.
Oremos, Señor ayúdanos a
reconocer en el matrimonio tu diseño, tus principios, tus valores para que
poniéndolos por obra podamos mostrar tu amor a nuestro cónyuge, que podamos
amar a pesar de las dificultades que surgen en el hogar y que como hermanos en
Cristo, nos perdonemos, dejemos de ofendernos, nos preocupemos más por nuestro
cónyuge y le amemos conforme a tu verdad, amen.
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