PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
EL QUE ME AMA, MI
PALABRA GUARDARÁ
Respondió Jesús y le
dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a
él, y haremos morada con él.
Juan 14:23
RVR1960
INTRODUCCIÓN
El hombre es rebelde por
naturaleza y le cuesta ser disciplinado, honesto, honrado y vivir conforme a la
verdad, así mismo muchos en la iglesia parecen no poderse conformar a lo que
las escrituras enseñan y se van detrás de cualquier estrategia del hombre para
tratar de hacer la obra de Dios.
La iglesia no fue llamada para
seguir la visión particular de alguien, ni las estrategias de mercadeo que usa
el mundo, ni el sistema motivacional que el mundo usa, la iglesia tiene un
llamado particular que parece haber olvidado detrás del éxito denominacional,
los milagros y el éxito.
Muchos decimos amar a Dios, pero
en realidad le amamos?, deberíamos siempre ir a las escrituras para corroborar
que nuestro amor sea como él lo quiere y no como nosotros pretendemos decirle
que le amamos.
DESARROLLO
Muchas veces creemos que amamos a
Dios, o pretendemos hacerlo, pero realmente entendemos lo que siginifica
amarle? El mismo nos enseñó la verdadera forma de demostrarle que le amamos,
cuando nos sometemos a su palabra y verdad.
Pero es esto lo que hace la
iglesia hoy en día?, cada día descubro libros con estrategias para el
evangelismo, para ser pastor, para hacer una cosa o la otra, para que tu
iglesia crezca, y cuando leía algunos de estos artículos o temas, encontraba
las mismas estrategias del hombre para los negocios, no será que estamos
confundiendo la casa de Dios, que es casa de oración y la hemos convertido en
una cueva de ladrones?, creemos que es otro negocio más?
No, la iglesia no funciona como
una empresa, ni lo es, la iglesia es lo que la escritura dice que es, una
comunidad de creyentes que se congregan para alabar a Dios y rendirle honor y
gloria. Pero parece que se nos está olvidando, por ir tras estrategias y
diseños de hombres.
Cada iglesia parece tener su propia visión, su propia
estrategia, su propio discipulado, su propio esquema, pero se olvidan de lo mas
importante, es eso lo que enseñan las escrituras?
Podemos estar creando grandes
templos, bellas canciones, hermosos sermones, predicaciones carismáticas, pero
si estamos lejos de las escrituras y de lo que ellas ordenan, estamos lejos de
amar a Dios como él quiere que le demostremos que le amamos.
Amar a Dios implica que pondremos
todo su consejo descrito en las escrituras por obra, hay cosas que no te
gustaran, otras que no te parecerán, algunas serán para ti anticuadas y poco
modernas, pero Dios te dice: me amas? Guarda mis mandamientos.
¿Estas amando a Dios por sobre
todas las cosas?, ¿amas a tu prójimo como a ti mismo?, ¿estas guardando tu
matrimonio?, ¿estás dando, orando y ayunando en lo secreto?, eres luz y sal
para la tierra?, bueno, hay tantas y tantas enseñanzas que Cristo mismo nos
dejó que son difíciles de poner en práctica, pero que si de seguro la iglesia
se preocupara más por ponerlas por obra, de seguro nos pareceríamos más a
Cristo y menos al mundo.
CONCLUSIÓN
La
iglesia no se basa en estrategias, visiones o ideas de hombres, sino en enseñar
y poner en práctica lo que la biblia enseña. Esa es nuestra tarea, primero dar
ejemplo para que nuestros discípulos nos sigan, pero si nosotros no damos
ejemplo, entonces, ¿que podrán ellos hacer?
La
iglesia necesita volverse a las escrituras, ese fue el modelo que nuestras
raíces protestantes y debe seguir siendo el modelo de la iglesia a seguir. No
podemos cambiar la oración, el dar a los necesitados, el ayuno, el evangelismo,
la predicación, la explicación de las escrituras, por sermones motivacionales
carentes del evangelio, grandes templos, mejores instrumentos, mejores músicos,
porque la esencia de la iglesia es el amor a Dios y este se demuestra cuando
ponemos por obra sus mandamientos.
La
iglesia necesita volver a la verdad de las escrituras para que no se olvide de
la misión y el propósito que debe cumplir, o sino seguiremos creando
estrategias, modelos, o visiones de hombres por encima de la visión de Dios de
ir a las naciones a enseñar lo que él mismo nos enseñó.
Oremos,
Señor te pedimos perdón si hemos fallado al demostrarte que te amamos, pues nos
hemos equivocado al seguir estrategias, visiones o ideas de hombres, queremos
conformarnos con tu verdad, que ella sea suficiente y que podemos con tu ayuda
ponerla por obra, amen.
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