jueves, 9 de marzo de 2017

ESTUDIO BÍBLICO 1 JUAN 5

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ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

1Jn 5:1  Todo el que cree que Jesús es el Cristo,  ha nacido de Dios,  y todo el que ama al padre,  ama también a sus hijos.
Nuestra fe está sustentada en el hecho de que el Cristo, el ungido de Dios, su enviado, el mesías -es Jesús- quien vivió para cumplir la voluntad divina. Y todo aquel que cree en su testimonio ha nacido de Dios, y como ha nacido de Dios percibe su amor y con ese mismo amor ama a su familia.
1Jn 5:2  Así,  cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos,  sabemos que amamos a los hijos de Dios.
Nuestro amor para con Dios se demuestra cuando elegimos seguir en nuestro corazón y poner por obra sus mandamientos.
1Jn 5:3  En esto consiste el amor a Dios:  en que obedezcamos sus mandamientos.  Y éstos no son difíciles de cumplir,
Así como Dios nos ha dado su precioso amor, en nosotros ahora surge la necesidad imperiosa de obedecer su mandato a través de nuestra conciencia, no es sencillo, ni fácil al comienzo, pero poco a poco mientras más intimamos en oración y en las escrituras la obediencia se hace fácil. La desobediencia proviene de nuestra naturaleza carnal que ahora está sujeta a la naturaleza divina que ha surgido en nuestro interior, lo cual nos permite obedecer sin cuestionamientos, pero con verdad y conciencia, no obedecemos ciegamente, obedecemos porque podemos ver más allá de lo evidente al ojo humano.
1Jn 5:4  porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.  Ésta es la victoria que vence al mundo:  nuestra fe.
Nacer de nuevo es algo que ocurre al interior, lo espiritual vuelve a renacer y es desde allí donde el creyente puede vencer al mundo y todo lo que este le ofrece. Con ese nuevo nacimiento surge el vehículo que nos conecta con lo espiritual que es la fe, y a través suyo podemos encontrar la fortaleza en medio de nuestra debilidad para alcanzar la victoria contra el pecado, contra nuestra vieja naturaleza.
1Jn 5:5  ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Es por medio de la fe que lo espiritual puede volverse una realidad para el creyente, es por ella también que puede comprender la obra redentora de Cristo, y es por ella que creemos que Jesús es el Hijo de Dios, esto no puede ser entendido desde una perspectiva teológica o de la razón, es algo que surge desde el interior, algo que se intuye y se sabe, sin necesidad de tener un porque.
1Jn 5:6  Éste es el que vino mediante agua y sangre,  Jesucristo;  no sólo mediante agua,  sino mediante agua y sangre.  El Espíritu es quien da testimonio de esto,  porque el Espíritu es la verdad.
Para el mundo la verdad es un mero concepto, pero para el creyente la verdad es una realidad que se experimenta en su diario vivir, mientras es expuesto a la presencia de Dios a través de su Espíritu Santo. Su espíritu en nosotros nos permite comprender aquello que de otra manera parece ilógico. Como es posible que el Hijo de Dios venga por medio del agua y la sangre, pero su testimonio ahora es verdadero, antes parecía solo un cuento, ahora es real. Vino mediante agua y sangre porque ellos son tipología de la salvación, de un nuevo comienzo, de un nacimiento que tuvo lugar con su nacimiento de una virgen y la consumación de su obra en la cruz. Su ministerio comenzó con el agua con la que Juan bautista le bautizo sobre el Jordán, y termino su ministerio con el derramamiento de toda su sangre en la cruz como prueba de esa entrega total.
1Jn 5:7  Tres son los que dan testimonio,
1Jn 5:8  y los tres están de acuerdo:  el Espíritu,  el agua y la sangre.
Tres sustancias dan testimonio de la verdad, ellas declaran y testifican que el mesías esperado llego por medio de ellas, Pues fue el espíritu quien le permitió se concebido por una virgen, el agua y la sangre consumaron su obra redentora para con la humanidad como catalizadores de esa esencia que fue entregada por la vida.
1Jn 5:9  Aceptamos el testimonio humano,  pero el testimonio de Dios vale mucho más,  precisamente porque es el testimonio de Dios,  que él ha dado acerca de su Hijo.
Estas tres sustancias provienen de Dios y para el dan testimonio de la verdad, por eso son más valederas que cualquier testimonio humano.
1Jn 5:10  El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio.  El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso,  por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
Quien creen en el hijo, le es revelado el testimonio que estas sustancias dan acerca de él, para el que no cree, esto es locura, no tiene sentido.
1Jn 5:11  Y el testimonio es éste:  que Dios nos ha dado vida eterna,  y esa vida está en su Hijo.
El hijo ha servido al propósito del Padre que le ha permitido hacer disponible la vida eterna por medio de la fe a los que creen. Estas sustancias esenciales dan testimonio de la vida, esa vida que comenzó con el hijo y ahora se perpetúa en nosotros.
1Jn 5:12  El que tiene al Hijo,  tiene la vida;  el que no tiene al Hijo de Dios,  no tiene la vida.
El que permanece en unidad con el Hijo, tiene la vida y ella fluye por su ser, mientras aquel que no tiene al hijo, la vida espiritual no puede fluir por su ser.
1Jn 5:13  Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios,  para que sepan que tienen vida eterna.
Debe ser notorio para el creyente el entender por revelación lo que es la vida eterna y Juan habla sobre ella, aunque sus palabras son vacías si aquel que escucha no ha percibido el testimonio de la verdad.
1Jn 5:14  Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios:  que si pedimos conforme a su voluntad,  él nos oye.
Ahora confiados en la vida que nos pertenece, y a la cual pertenecemos, podemos ir confiadamente, pues la confianza solo puede surgir con el entendimiento y la verdad. Podemos acercarnos a Dios y pedir conforme a su voluntad mientras ella es revelada a nuestros corazones, no pedimos para satisfacer nuestros egos, pedimos para cumplir la voluntad del Padre, pues estamos confiados en que lo que él haya dispuesto es lo mejor para nosotros.
1Jn 5:15  Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones,  podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Confiados en el Padre y su atención para con nosotros en medio de la oración, la seguridad y la certeza son comunes al propósito por el que oremos. No podemos orar desde el temor, debemos orar desde la confianza, con la seguridad de que se nos ha concedido lo que pedimos si es conforme a la verdad.
1Jn 5:16  Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte,  ore por él y Dios le dará vida.  Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a la muerte.  Hay un pecado que sí lleva a la muerte,  y en ese caso no digo que se ore por él.
Este versículo puede darnos luz acerca del pecado, existen pecados que conducen a muerte y otros que no, no podemos clasificarlos como este sí y este no, porque debe ser comprendido el motivo que condujo al pecado y si este surge de un error, la ignorancia, la desatención de lo espiritual o si este permanece a pesar de conocer la verdad y la gravedad del mismo. No quiere decir esto que el pecado no sea pecado, es que algunos pecados tienen un peso mayor sobre otros, y cometer uno que no conduce a muerte puede ser resarcido mediante la intercesión en oración de un hermano que vea el pecado de su compañero en la fe para traerle a vida.
1Jn 5:17  Toda maldad es pecado,  pero hay pecado que no lleva a la muerte.
Toda injusticia y toda obra que nace de la naturaleza carnal es pecado, pero este pecado no conduce a muerte si es atendido en forma diligente por la congregación y los hermanos en la fe. Pero existe un pecado que conduce a la muerte espiritual y por este Juan solicita que no se interceda pues por estos pecados como la blasfemia al Espíritu Santo, no hay intercesión que funcione a su favor.
1Jn 5:18  Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado:  Jesucristo,  que nació de Dios,  lo protege,  y el maligno no llega a tocarlo.
Si hemos nacido de nuevo en Dios para vida eterna, el pecado ya no habita en nosotros, pero eso no nos hace infalibles, y como no somos perfectos, Jesús que tiene y conoce nuestra naturaleza nos protege y mientras no lo disponga, el adversario no puede tocar nuestras vidas.
1Jn 5:19  Sabemos que somos hijos de Dios,  y que el mundo entero está bajo el control del maligno.
Esto debe ser entendido, el control del mundo ya no le pertenece al hombre, este fue entregado al ceder al pecado, quien lo controla ahora reconoce nuestra nueva naturaleza e intentara devorarnos como león rugiente.
1Jn 5:20  También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero.  Y estamos con el Verdadero,  con* su Hijo Jesucristo.  Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.
Pero no debemos temer, porque el Hijo ha venido, nos conoce, nos ha dado entendimiento para llegar a la verdad y dejar todo engaño, de modo que podamos reconocer al Dios verdadero y la vida eterna que ahora ha sido dispuesta en nuestros corazones por la fe.
1Jn 5:21  Queridos hijos,  apártense de los ídolos.

Como hijos del Altísimo apartémonos de toda idolatría, de darle mayor importancia a las cosas o personas que no deben tenerlo, para que al darle la importancia que Dios merece en nuestras vidas podamos tener una experiencia de vida enriquecida por la gracia divina y el amor del Padre.

5 comentarios:

  1. Poderoso gloria a Dios .
    Gracias porque en estos estudios EL ESPÍRITU SANTO me a hablado mucho para aprender .

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  2. Quiero preguntarte sobre los estudios bíblicos si me pueden ayudar y mandarme gloria a Dios es de mucha bendición para mí vida

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Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones