domingo, 5 de marzo de 2017

PREDICA DOMINICAL - BASTATE MI GRACIA

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PREDICA DOMINICAL 
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

BASTATE MI GRACIA

2Co 12:9 pero él me dijo: "Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad." Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.

INTRODUCCIÓN

Muchos de nosotros nos desgastamos batallando contra cosas que Dios mismo ha dispuesto para nuestro bien, he sufrido como muchos de vosotros muchas derrotas en las cuales me sentí apocado, decaído, derrotado, abandonado, decepcionado, bueno tan mal, sufrí, sufrí mucho por no ver que Dios interviniera de forma milagrosa ante mi sufrimiento, y hasta me enojé con Dios. La verdad soy muy sincero con él, no puedo ser hipócrita y decirle, te amo, gracias, cuando sentía en mi ser otro tipo de cosas, no podía hablar mal de Dios, ni criticarlo porque había aprendido que él era soberano y que aunque no entendiera él tenía el control de todo y así lo había dispuesto para mi bien.

Fue en medio de todas estas batallar perdidas, de todos estos vacíos, de todas estas decepciones que comprendí una gran verdad y una hermosa revelación que me hizo comprender el sentido del sufrimiento y mi necesidad real.

DESARROLLO

Esta revelación poderosa es la que le ha dado sentido a mi vida cuando todo parecía desboronarse ante mí, y es que Dios se perfecciona en mi debilidad, y que su gracia debe bastarme para vivir. Cuando veo al sufrimiento desde esta perspectiva todo ese dolor e incomodidad empiezan a desaparecer, porque comprendo que mi sustento y mi vida están en manos de Dios y que lo que él quiera hacer con mi vida está bien, además al reconocerme débil puedo conocer su soberanía sobre mi vida y sobre toda circunstancia, eso no se imaginan cuanto estrés, fatigas y afanes me ha quitado, pues he hecho lo posible y lo imposible se lo dejo a él y el resultado será lo que el disponga, así yo no esté de acuerdo.

Solo en medio de nuestra debilidad podemos reconocernos como lo que realmente somos, antes de la enfermedad, el dolor o la pérdida de un ser querido nos sentimos autosuficientes, todopoderosos y queremos hacer lo que mejor nos place, pero cuando la debilidad llega en forma de temor, miedo, angustia, afán, enfermedad, y dolor eso nos permite ver con más claridad que nuestras vidas no tienen sentido sin Dios, y que es medio de nuestra debilidad que reconocemos que nuestra única fortaleza proviene de Dios. Toda autoproclamada fortaleza debe caer para que podamos experimentarle a él.

Quien se reconoce débil puede hallar gracia, quien se reconoce débil aprende a soportar sustentado de la gracia, aprende a depender de ella y a vivir por ella. Si no tuviésemos esta gran y maravillosa oportunidad entonces, no habría cabida para el hombre en Dios.

CONCLUSIÓN

Quisiera que no fuera así, quisiera decirte que hay un camino más fácil, que no tenemos porque sufrir, pero si no conociéramos nuestra debilidad, el hombre seguiría adelante en su empresa alejado de Dios y eso sería terrible. Es preferible sufrir durante un tiempo y volverse a Dios, que vivir toda una vida apartado de él.

Hasta cuando sufrirás alejado de Dios, cuando Dios quiere que te rindas, que rindas tu ego ante el para que puedas ser sustentado y soportado por su gracia. He conocido a tantas personas que les cuesta reconocerse débiles ante Dios, siempre se muestran fuertes ante todos, pero por dentro sufren lo indecible. Reconoce que puedes encontrar en Dios la verdad y respuesta a tu necesidad, que si te detienes y haces conciencia por un momento, tu única necesidad real es el.

Oremos, Señor nos reconocemos débiles y necesitados de tu gracia, sin ella nada podemos, sin ella no hay posibilidad de encontrarnos contigo y conocerte, por eso en medio de nuestra debilidad ahora entendemos que tú eres nuestra fortaleza y que nuestra debilidad es necesaria para volvernos al único que es fuerte, todopoderoso, amen.


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