PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.
PASAJE
Juan 5:1 Después de estas
cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
Juan 5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la
puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda,
el cual tiene cinco pórticos.
Juan 5:3 En éstos yacía una multitud de
enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el
movimiento del agua.
Juan 5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en
tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía
al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviese.
Juan 5:5 Y había allí un hombre que hacía
treinta y ocho años que estaba enfermo.
Juan 5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y
supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser
sano?
Juan 5:7 Señor, le respondió el
enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el
agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Juan 5:8 Jesús le
dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Juan 5:9 Y al instante aquel hombre fue
sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel
día.
Juan 5:10 Entonces los judíos dijeron a aquel
que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu
lecho.
Juan 5:11 El les respondió: El que me
sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
Juan 5:12 Entonces le preguntaron: ¿Quién
es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
Juan 5:13 Y el que había sido sanado no sabía
quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en
aquel lugar.
Juan 5:14 Después le halló Jesús en el
templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no
peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
INTRODUCCION
Si miramos en nuestro interior y a la luz de las
escrituras, siempre encontraremos la verdad que Dios revela a nuestros
corazones, y es que nos desgastamos la vida tras expectativas falsas,
engañosas, que en la mayoría de los casos no son ni siquiera nuestras, nos las
han impuesto otros, pertenecen a los demás, o las hemos adquirido por la
cultura y lo que nos rodean, y es allí a donde nos lleva Jesús en este pasaje,
donde encontramos a un hombre que lleva muchos años, 38 años, tras un anhelo,
un deseo, que era el ser sanado, este, no es un anhelo o una expectativa
negativa, pero lo importante es lo que revela su corazón en su respuesta, la
cual deja conocer su interior y lo que si estaba errado.
Las expectativas en nuestro ser, se pueden convertirse
en agentes destructores cuando perdemos el control y nos dejamos controlar por
ellas, la vida siempre estará llena de circunstancias que nos desafían en
Cristo, a dejar de lado toda desconfianza, autoconfianza, todo ego, y toda
vanidad, pero muchos evitan esta confrontación a la cual son llevados por el Espíritu
Santo, para mostrarles su condición, y en este pasaje no es diferente, este
hombre ha sufrido seguramente mucho por su condición, ha vivido el rechazo, el
dolor, el desprecio de la sociedad y seguramente hasta de su propia familia la
cual, no aparece por ningún lado en el pasaje, así que podemos identificar a alguien
que ha vivido toda su vida apartado por su condición, que ha perdido la
confianza en Dios y la ha depositado en la esperanza de que alguien le ayude a
entrar en el agua.
DESARROLLO
Este hombre es encontrado por Jesús en un lugar
maravilloso, la fuente de betesda, que significa lugar de misericordia, con la
cual podemos identificarnos, y nos lleva a reconocer que no podemos alcanzar
nuestras verdaderas necesidades tanto espirituales como físicas si no es por la
misericordia de Dios, no es por nuestros actos, no es por nuestra santidad, por
nuestro conocimiento o posición que somos bendecidos por el Señor, es por Su misericordia,
bendición hay en su misericordia que en día de fiesta da consuelo a los que
sufren, es en este lugar que Dios busca al hombre con menos posibilidades de
encontrarle, un hombre con una esperanza perdida y agobiado por su condición,
es allí donde Dios nos busca y nos permite entrar en la fuente de su misericordia,
allí donde encontró a este hombre, también nos ha encontrado a nosotros.
Esta fuente está cerca de la puerta de la ovejas, parece una coincidencia pero no es así, porque es allí donde Dios nos busca, por su misericordia, en el lugar en donde están las ovejas, que es su iglesia y no les hablo de la congregación les hablo de su interior, allí donde nuestro espíritu es despertado ante la misericordia divina y es donde la iglesia, o sea nosotros, los escogidos vivimos para dar entrada a las ovejas, y para que en la comunión con los hermanos puedan tener un encuentro con el Señor.
Esta fuente está cerca de la puerta de la ovejas, parece una coincidencia pero no es así, porque es allí donde Dios nos busca, por su misericordia, en el lugar en donde están las ovejas, que es su iglesia y no les hablo de la congregación les hablo de su interior, allí donde nuestro espíritu es despertado ante la misericordia divina y es donde la iglesia, o sea nosotros, los escogidos vivimos para dar entrada a las ovejas, y para que en la comunión con los hermanos puedan tener un encuentro con el Señor.
Jesús le encuentra, a que el no le buscaba y le hace
una pregunta, y como siempre sus preguntas tienen un sentido claro, que revela
el corazón de aquel a quien pregunta, la pregunta es quieres ser sano?, una
pregunta sencilla, clara pero profunda, rápidamente podríamos responder que sí,
claro que queremos ser sanos, pero la respuesta de este hombre, resume su vida,
su pasado, y su presente, su condición y su verdadera expectativa, Juan
5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en
el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro
desciende antes que yo.
En esta respuesta podemos ver que sus expectativas
estaban puestas en el favor del hombre, en que si alguien le ayudaba podría
descender al agua antes que los demás, y no, en el favor divino, por alguna
razón, ya no confiaba en sus propias fuerzas porque en algún momento de su vida
dejo de confiar en sí mismo y su fe se diluyo con el tiempo, se excusa y explica
su imposibilidad para hacerlo.
Así viven muchas personas aisladas de la presencia del Señor, y aun muchos creyentes, asisten a un templo porque sus expectativas están puestas en el pastor, en su líder, en una posición, en una sanidad, en que alguien les pueda cambiar la situación que viven, pero no están puestas en el Señor, toda expectativa fuera de lugar trae frustración, dolor, desconfianza, y perdida de la fe, este hombre nunca pudo vivir en la fe, su fe estaba lisiada por su condición y su espera le había vuelto dependiente de los demás haciéndole perder la oportunidad de crecer en medio de la prueba, por eso Cristo no apelo a su fe, tan solo le dio una palabra Levántate, toma tu lecho, y anda, con la cual este hombre se levantó y fue sano en ese mismo instante, Jesús reconoció su estado espiritual y lo cambio, pero no por algo que el hiciera, aun no le pregunto qué quieres?, sino que fue directamente a su necesidad, ser sanado, y en muchas ocasiones Dios tiene que ir y sacarte del lugar al cual te has acostumbrado, para hacerte ver lo que hay en tu interior, lo equivocado que estabas, aunque ello te duela y se demore.
Así viven muchas personas aisladas de la presencia del Señor, y aun muchos creyentes, asisten a un templo porque sus expectativas están puestas en el pastor, en su líder, en una posición, en una sanidad, en que alguien les pueda cambiar la situación que viven, pero no están puestas en el Señor, toda expectativa fuera de lugar trae frustración, dolor, desconfianza, y perdida de la fe, este hombre nunca pudo vivir en la fe, su fe estaba lisiada por su condición y su espera le había vuelto dependiente de los demás haciéndole perder la oportunidad de crecer en medio de la prueba, por eso Cristo no apelo a su fe, tan solo le dio una palabra Levántate, toma tu lecho, y anda, con la cual este hombre se levantó y fue sano en ese mismo instante, Jesús reconoció su estado espiritual y lo cambio, pero no por algo que el hiciera, aun no le pregunto qué quieres?, sino que fue directamente a su necesidad, ser sanado, y en muchas ocasiones Dios tiene que ir y sacarte del lugar al cual te has acostumbrado, para hacerte ver lo que hay en tu interior, lo equivocado que estabas, aunque ello te duela y se demore.
Cualquier expectativa diferente a lo que Dios ha
puesto en nuestro corazón de ser como El, es una mentira y un engaño, y esto
puede ocurrirte con tu sanidad, tu familia, tu situación económica, tu
ministerio y muchas otras cosas, son muchos los que ponen todas sus
expectativas o se hacen falsas expectativas en su matrimonio esperando que sea
el esposo, el hombre ideal, lo cual cambia cuando le conoce de verdad y
entonces vienen las quejas, las separaciones y dificultades, lo mismo ocurre
cuando se hacen falsas expectativas en el manejo de los negocios y el manejo
del dinero en el hogar y después se quejan de estar en bancarrota, esto siempre
generara conflictos, porque sus esperanzas se posan en el lugar equivocado o en
la persona equivocada, tal cual el hombre del pasaje, este esperaba que alguien
lo tirara al agua para que su situación cambiara, pero esto nunca sucedía,
porque no debía poner todas sus esperanzas de sanidad en alguien, debemos
ponerlas en Cristo y descansar en El, el sabrá el tiempo adecuado, y la medida
adecuada para la bendición, que trae su gracia y amor.
CONCLUSIÓN
Cuáles
son tus expectativas al venir a la congregación?, una sanidad?, un negocio,
restaurar tu hogar?, aunque estas no sean malas, no pongas tus expectativas
sobre situaciones o personas, ponlas en Cristo y descansa en el, por eso
encontramos en Mateo
11:28 "Vengan a mí todos ustedes
que están cansados y agobiados, y yo les
daré descanso, cuáles son tus expectativas al pensar en Cristo,
esperas algo?, quieres algo?, porque si lo haces puedes estar colocándolas en
el lugar equivocado, y aunque estés cerca de la casa de misericordia, y aunque
entres por la puerta de las ovejas, no podrás disfrutar de las bendiciones del
pastor de las ovejas, hasta que no tengas un encuentro con El, que esperas para
dejar de lado las falsas expectativas que has creído y en las cuales basas tu
esperanza, para con tu matrimonio, tu pareja, tu iglesia, tu ministerio, tu
sociedad, que tu única expectativa sea ser como Cristo es, porque es allí donde
está la bendición, la sanidad, la paz y el amor, allí es donde se halla el
termino de todo deseo, anhelo o expectativa, no es su cumplimiento, sino que
ella nos conduzca a él.
Necesitamos conocer las verdaderas
expectativas de nuestro corazón, y solo Jesús a través de la escritura y la
oración puede revelárnoslo, así como este hombre había puesto sus expectativa
en el esfuerzo humano para alcanzar la bendición, de igual manera nosotros
podemos estar poniendo nuestras expectativas fuera de lugar, en el esfuerzo
nuestro o de otros, en nuestras habilidades y talentos, porque no dejar que sea
el, quien se glorifique en nosotros para dejar de lado todo ego, para que
siempre sea por su misericordia y amor, que es allí donde realmente se puede
reconocer al Señor, nuestra verdadera necesidad.
Oremos, Señor que dejemos de lado toda
falsa expectativa de bendición, si antes no conocemos al dador de la bendición,
de buscar nuestros deseos egoístas, de poner nuestras esperanzas en las
personas o las cosas y que podemos vivir en pos de tu gracia y misericordia
para llevarla a cada individuo necesitado de ella. Amen.
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