EL ACUERDO
1Co 7:5 No se
nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo, para
dedicarse a la oración. No tarden en
volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás,
por falta de dominio propio.
INTRODUCCION
El matrimonio
se vive mejor cuando todo se pone de común acuerdo. Si oramos, si ayunamos, si
buscamos a Dios, si vamos a la iglesia, con la economía, en la sexualidad, todo
debe disfrutarse en el acuerdo.
Muchos cónyuges
sufren porque no son tenidos en cuenta por sus parejas para las decisiones
importantes de sus vidas, como compras, viajes o aun para su propio disfrute.
De allí, que este sea un tema recurrente en las consejerías de pareja.
No tomar en
cuenta a nuestro cónyuge en las decisiones del hogar, puede hacer que el otro
se sienta excluido, poco importante, y hasta usado.
DESARROLLO
La escritura
nos recuerda que aun si no vamos a tener relaciones sexuales, que todo se haga
de común acuerdo con la pareja, de modo que no se vaya a perjudicar al cónyuge
si este no está en sintonía.
Así mismo, en
casi todo lo que implica el matrimonio como las relaciones, las amistades, la
oración, el ayuno, los negocios, las necesidades, siempre es mejor que se tomen
decisiones de común acuerdo, cosa que no se ponga en tela de juicio la importancia
del otro.
Muchas parejas
sufren porque sus cónyuges no les toman en cuenta cuando compran algo, para sus
decisiones espirituales, aun en su servicio a Dios y terminan por generar
conflictos mayores que podían haberse subsanado si de común acuerdo hubieran
llegado a algunos puntos en común.
Necesitamos
hacer que la pareja entienda que ahora son un solo cuerpo y que como tal deben
estar en un mismo sentir y pensar, aun hasta para la oración, de modo que esta
no sea estorbada (1 Pedro 3:7).
Vivir en común
acuerdo no es fácil, porque necesita muy buena comunicación, entendimiento,
paciencia y amor, sin estos elementos jamás habrá acuerdos honestos, sinceros y
verdaderos que nos ayuden en la convivencia.
Si un cónyuge se
siente frustrado porque no es tomado en cuenta, tarde o temprano esa
frustración se hará evidente en su conducta y terminara por generar mas
conflictos. Por eso, recomendamos a los matrimonios cristianos que tomen toda
decisión en común acuerdo, de modo que sea de bendición y que luego no se culpe
al cónyuge por haber hecho algo sin ponerlo a consideración. Cuantos problemas
se arreglarían o se evitarían si todo se pusiera en consideración con la
pareja, pues muchas veces esta puede ser usada por Dios para guiarnos a tomar
las decisiones.
Muchas de las
decisiones que he tomado en mi vida, las he tomado en común acuerdo con mi
esposa, cuando no lo he hecho así, casi siempre cometo alguna equivocación que
termino por vivir sus consecuencias. He aprendido la lección y procuro siempre
en común acuerdo resolver toda diferencia, colocando los pros y contras, para
que al final sabiamente podamos decidir.
CONCLUSION
Hay momentos
en los que tendremos que tomar decisiones sin nuestros cónyuges, eso puede
pasar, pero siempre será mejor que lo que se haga en el matrimonio sea
consultado, un viaje, un cambio de trabajo, un negocio, un ministerio, todo
creo yo dentro del matrimonio debe estar de común acuerdo entre los cónyuges
para que nada les estorbe y sea de gran bendición a sus vidas.
Procuremos
entonces tomar mas en cuenta a nuestras parejas, su sabio consejo, la prudencia
y el amor nos guiaran siempre en bendición. Y si por el contrario las cosas no
salen bien también podremos asumir la responsabilidad conjunta por los errores
sin culpar al otro.
Oremos, Señor
ayúdanos a poner todo de común acuerdo en el hogar, nuestras vidas, nuestro
servicio a ti, las necesidades de nuestro hogar, nuestros sueños, que todo lo
que hagamos procure siempre darte gloria y que sirva de bendición a nuestros
matrimonios, amen.
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