EL
SUFRIMIENTO, LA ESCUELA DEL DISCÍPULO
PASAJE:
Job
36:15 A los que sufren, Dios los libra mediante el sufrimiento;
en su aflicción, los consuela.
INTRODUCCIÓN
El camino del discípulo de Cristo
no es fácil, nunca Jesús dijo que lo seria, y menos nos enseñó que jamás
sufriríamos, antes dijo: Juan 16:33 “Yo les he dicho estas cosas para que en mí
hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. Nunca me imaginé
sufriendo por algo, pues cuando empecé como creyente me conforme a esos
mensajes motivacionales que muchos predicadores dan y creía que el sufrimiento
no era para el creyente, que solo debíamos esperar salud, prosperidad y
bendición espiritual, si hacia todo lo que el siervo de Dios me pedía que hiciera
o dijera. Me sentía mal cuando tenía que sufrir pues pensaba en que estaba
haciendo mal, porque no tenía fe o porque había algún pecado que no había
confesado a Dios, porque muchas cosas que pedía no se daban y entonces fue que
me decidí a conocer lo que las escrituras decían, lo cual contrastaba mucho con
muchas de las enseñanzas que había recibido.
Antes veía el sufrimiento como
causa del pecado y que quienes sufrían no eran tan espirituales como aquellos
que vivíamos en bendición, pero cuando me tocaba sufrir a mí, no me gustaba y
empezaba con mucha facilidad a renegar sobre lo que experimentaba en ese
tiempo. Leía todo lo disponible para cancelar todas las maldiciones
generacionales, confesaba mis pecados con frecuencia, pero aun así, siempre
vivía situaciones que traían sufrimiento a mi vida.
Todo esto ocurría cuando no comprendía
el sufrimiento, cuando no hay comprensión el sufrimiento se torna doloroso e incómodo,
pero cuando hay entendimiento el sufrimiento tiende a desaparecer en Dios.
DESARROLLO
Desconocer lo que las escrituras
dicen sobre el sufrimiento es causa de gran aflicción para el pueblo de Dios,
pues si comprendiéramos el propósito y sentido del sufrimiento no sufriríamos
como lo hemos hecho por mucho tiempo, sino que nos abandonaríamos confiadamente
en las manos de Dios, sabiendo que él tiene el control y que podemos descansar
en su presencia.
Miremos algunos apartes de lo que
dicen las escrituras sobre el sufrimiento:
Rom
5:3 “Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos
que el sufrimiento produce perseverancia”.
El
sufrimiento produce cambios en nosotros, si no sufriéramos es muy probable que jamás
nos volviéramos humildemente a Dios, y que jamás perseveráramos conforme a la
voluntad de Dios. Somos inconstantes, esa es nuestra naturaleza carnal, pero el
sufrimiento tiene la capacidad de transformar esa inconstancia en
perseverancia, el que sufre pide con mayor entrega y devoción, mientras la
iglesia fue perseguida, su persecución hizo que perseveraran en la oración y la
consagración a Dios por lo que dio mucho fruto. Cuando sufrimos por cualquiera
sea la causa nos volvemos a Dios con mayor perseverancia, por eso la escritura
menciona que el sufrimiento produce perseverancia.
Rom
12:12 “Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento,
perseveren en la oración”.
Nuestro sufrimiento hace que
perseveremos en la oración, si no sufrimos nuestra oración tiende a volverse
tediosa y monótona.
2Co
4:17 “Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una
gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento”.
Pablo escribiendo a los corintios
revela que el sufrimiento produce mayor peso de la eternidad en nosotros que
vale mucho más que cualquier cosa. Motivo suficiente por el cual Dios dispone
que suframos, puede que aquí no comprendamos porque sufrimos o porque nos ha
tocado vivir cosas tan difíciles, pero en la eternidad todo el sufrimiento será
recompensado.
Recordemos que Cristo mismo tuvo
que sufrir para aprender a obedecer, de modo que el sufrimiento también nos
enseña cosas valiosas, como no depender de nuestras parejas o hijos, no
depender de la abundancia o la escases, no depender de lo material, a reconocer
la soberanía de Dios, nos enseña a obedecerle, porque muchas veces sufrimos por
causa de nuestras propias decisiones apartadas de la guía de Dios, veamos: Heb 5:8 “Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento
aprendió a obedecer”.
CONCLUSION
Siendo el sufrimiento algo tan
importante, ¿porque queremos evitarlo?. Mejor comprendámosle y aprendamos a
vivir con él, pues el peso que ahora Dios dispone en nuestras vidas, producirá
una mayor gloria en quienes sufrimos.
No sé lo que estés sufriendo, la pérdida
de un ser querido, tu hijo en las drogas, la perdida de tu hijo, el no tener
hijos, una separación, la desobediencia de tus hijos, un mal negocio, perder
una amistad, el que Dios no responda a tu necesidad, un pecado con el que
batallas, bueno tantas cosas que experimentamos en esta vida que traen
sufrimiento al ser humano, pero lo que sí puedo decirte es que Dios quiere
enseñarte algo a través del sufrimiento, y además quiere hacerte más obediente,
quiere que te acerques más al a él a través del consuelo que solo él puede
traer a tu corazón.
Mientras sufría muchas veces en
silencio, y el consuelo que algunas personas me daban no era suficiente, él
vino a mí y trajo descanso a mi cansado corazón, llore junto a él y él me
escucho, luego me enseño y me mostro que el sufrimiento es un camino a la
comprensión de la eternidad, de lo divino y de lo pasajero de esta vida. Cuando
descubrí lo valioso del sufrimiento, entonces, quise sufrir por la mejor causa
de todas, por Cristo.
Oremos, Señor ayúdanos a
conformar nuestro corazón al tuyo, siendo obedientes, aprendiendo la lección
que el sufrimiento trajo a nuestra vida, sé que no entiendo lo que haces
conmigo, pero sé que eres soberano y que puedo confiar en ti, ayúdame a
encontrar consuelo para mi sufrimiento en ti, para que descansando en tu
presencia pueda vivir y dar gloria a tu nombre, amen.
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