¿COMO
SE CORRIGE EL PECADO?
Con misericordia y verdad se
corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
Proverbios 16:6 RVR1960
INTRODUCCION
Muchos creen que el pecado se
corrige por medio de la disciplina, y claro no están lejos, pero la escritura
tiene otra forma para tratar con el pecado del hombre.
Todos podemos caer en algún
momento, no somos infalibles, muchas veces el pecado viene para descubrir
nuestra maldad, nuestro orgullo o vanidad, pero entonces ¿cómo levantar al
caído? La biblia nos da unos parámetros para hacerlo.
Muchos cuando caen solo reciben
el castigo, la crítica, la burla, pero pocos se ocupan de apoyar al caído y
hacerle volver. Mas son los que se ocupan de destruir su vida, de seguir la cadena
de destrucción que los que se levantan para restaurar al que cae.
Todos hemos caído, una u otra vez
en algo que es pecado, pea por nuestra negligencia, por el orgullo, por la
vanidad, por terquedad, por insensatez, y no sacamos nada ocultando el pecado
que pronto saldrá a la luz y terminará por destruirlo todo. Mas bien busquemos
siervos dispuestos a ayudar y a restaurar lo que se perdió.
DESARROLLO
Muchos de los que pecan son
conscientes de su pecado, quien no lo es, es muy probable que no haya
experimentado un verdadero arrepentimiento, pero quien si lo ha experimentado,
sabe que ha pecado, no puede ocultarlo pues su conciencia lo acusa, solo
necesita de dos cosas para volver al camino, misericordia y verdad.
Conozco a muchos hermanos que se
apartaron de la fe, aunque participaron de la iglesia, otros que se devolvieron
a la iglesia tradicional, y otros que se volvieron al mundo, con algunos me
hablo, a otros ya no, pero siempre tengo en mi corazón el anhelo de que vuelvan
a la verdad, de que se conviertan verdaderamente a Cristo y persigan la buena
batalla de la fe y buscando como hacer que volvieran llegue a este pasaje.
“Con misericordia y verdad se
corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal” (Prov.
16:6). Es con misericordia que tratando al hermano caído podemos hacerle caer
en cuenta de su error, de su pecado, no restregándoselo, ni criticándolo, ni
juzgándolo, es con trato misericordia y predicándole la verdad que el podrá
volver a percibir el temor del Señor y se apartará de la maldad de su corazón.
Si por el contrario no les decimos la verdad, les condenamos, por ejemplo, si
alguien se casa, pero luego se separa siendo el causante del divorcio por
pecado de adulterio, no sacamos nada diciéndole que se case de nuevo, o que
aunque persiste en lo malo, Dios lo va a perdonar, antes debemos hablarle con
la verdad para que pueda abandonar su pecado, recapacitando y pidiendo perdón a
Dios.
He tenido el privilegio de
compartir con personas que habían abandonado la fe por su trabajo, por su
pecado o por simple descuido, y al volver a tratarles sin prejuicios, sino con
compasión y misericordia, como quisiera yo mismo ser tratado en su posición, he
visto como al predicarles la verdad y confrontar el pecado, el temor de Dios
aparece y hace que se vuelvan al evangelio. Claro, no es una fórmula infalible,
sino que depende de Dios, pero lo que si he visto es que el consejo de Dios es
sabio para tratar con el pecador y aquel que ha caído.
La pornografía, el adulterio, la
rebeldía, la desobediencia siguen causando muchas bajas en la iglesia y no
podemos permitir que nuestra actitud lo empeore todo.
CONCLUSION
Ninguno de nosotros esta exento
de caer, así que tratemos a nuestro prójimo con misericordia y hablémosle
siempre con la verdad, a su tiempo dará fruto de justicia. Pidamos a Dios por
nuestro hermano y ayudémosle a luchar contra la maldad de su corazón.
Seamos maduros al tratar con el
que cae, brindándole un lugar lleno de misericordia a donde puede volver, pues
muchos creyentes no quieren volver porque saben que serán duramente tratados o
criticados. Mirémonos como creyentes, reflexionemos sobre el cómo tratamos a
nuestro prójimo en pecado y miremos si quisiéramos ser tratados como lo hacemos
ahora.
No permitamos que los que caen se
aparten por nuestra actitud frente a ellos, necesitamos creyentes maduros que
hagan que los que caen puedan volver a ser restaurados por medio del amor
fraternal y la verdad.
Oremos, Señor líbranos de caer, y
ayúdanos a levantar al hermano que cae, permítenos mostrarle misericordia y la
verdad de tu palabra para que tu Santo Espíritu pueda obrar en su corazón,
amen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones