A
menudo aprendemos mucho de nuestros hijos. Hace algún tiempo, un amigo castigó
a su hija de tres años por desperdiciar un rollo completo de papel dorado para
envolturas. Estaban escasos de dinero y él se puso furioso cuando la niña trató
de decorar una caja para ponerla bajo el árbol de Navidad.
A
pesar de todo, la pequeña niña le llevó el regalo a su papá la mañana siguiente
y le dijo: "Esto es para ti, papi". Él se sintió avergonzado de su
reacción anterior, pero su enojo volvió cuando vio la caja vacía.
Él
le gritó: "¿No sabes que cuando uno da un regalo, se supone que haya algo
dentro de él?". La pequeña niña lo miró con lágrimas en un sus ojos y
dijo: "Papi, no está vacía, yo tiré besitos dentro de la caja, todos para
ti, papito".
El
padre se sintió destrozado. Rodeó con sus brazos a su hijita y le rogó que lo
perdonara. Mi amigo me dijo que él conservó aquella caja dorada junto a su cama
por años. Cuando él se sentía desanimado, sacaba uno de aquellos besos en el
aire y recordaba el amor con que una niña los había depositado allí.
Entendamos
a nuestros hijos, tengamos paciencia. Ellos tienen algo muy importante que
decimos mediante sus actos o palabras.
Mat 18:3 --Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como
niños, no entrarán en el reino de los cielos.
A menudo los niños nos dan grandes lecciones de
vida, su fe, su inocencia, su humildad, su honestidad, su perdón, su amor, son
cosas que cuando crecemos tendemos a olvidar. Cuando nos inmiscuimos en las
cosas de este mundo, el estudio, el trabajo olvidamos lo bello que era ser un
niño, la imaginación, la creatividad, los sueños, nuestros problemas mas grandes
eran jugar y encontrar algo que nos divirtiera. Ahora saturados de cosas por
hacer, de problemas, deudas, y responsabilidades parecemos olvidar que Jesús
nos recuerda que para poder entrar en el reino de Dios necesitamos ser como
niños. Que recuerdos bellos tienes de tu infancia, correr, jugar, divertirte,
crear, imaginar, redescubre ese niño que dejaste enterrado en medio de todas
tus ocupaciones y deja que los niños te recuerden lo bella que es la vida, lo
sencilla que puede ser cuando nos ocupamos de lo verdaderamente importante. La
historia de hoy nos recuerda que actos sencillos como los de la niña tienen mas
valor que grandes u ostentosos regalos, que la sencillez de los niños nos conduzca
a redescubrir el valor del amor y lo que verdaderamente importa.
GUÍA DE ESTUDIO
¿Qué recuerdas de tu niñez?
¿Qué enseñanzas has sacado de los niños?
¿Por qué piensas que Jesús nos pidió que fuéramos
como niños para entrar al reino de Dios?
¿Cómo puedes ser más como un niño?
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