PUESTOS LOS OJOS EN JESUS EL AUTOR Y CONSUMADOR DE
LA FE
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de
la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando
el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:2 RVR1960
INTRODUCCIÓN
¿A dónde miran tus ojos?, puede ser una pregunta
que surge cuando pensamos a donde ir en medio del mar de incertidumbres que
produce este mundo en la mente del hombre. Solo Cristo es el camino la verdad y
la vida que un creyente puede disfrutar, pero si por alguna razón nuestros ojos
se desvían del camino a ¿dónde iremos?
Cuando el hombre se enfoca en algo, esto hace que
todo su ser funcione en conjunto para conducirle al lugar que anhela, pero
cuando el hombre pierde el enfoque esto hace que todo a su alrededor se ponga
borroso y confuso.
¿A dónde debe mirar el creyente que quiere
conformar y afirmar su vida conforme a la verdad? esa es la cuestión.
DESARROLLO
La escritura nos menciona que debemos poner
nuestros ojos en Jesús el autor y consumador de nuestra fe, porque el escritor
de hebreos sabe que al hacerlo enfocará sus ojos en el objetivo correcto y la
confusión desaparecerá de la vida del creyente. Entre más enfoque mayor
consagración, mas efectividad y mejora continua en la vida espiritual.
Solo quien persevera colocando sus ojos en el autor
y consumador de nuestra fe puede vivir un proceso de desarrollo y madurez
cristiana poderosisima. que afectara todo a su alrededor.
Poner los ojos sobre Jesús también implica dejar de
fijar nuestros ojos en las cosas del mundo, las riquezas, los placeres, la
vanidad, el orgullo porque los ojos solo pueden estar fijos sobre una sola cosa
a la vez. No va a haber enfoque si nuestros ojos no están firmes en aquel que
puede ayudarnos en nuestro proceso de consagración. No podemos ver nuestros
objetivos y los objetivos de Dios al mismo tiempo, o son los suyos o los
nuestros.
El mundo quiere mantener nuestros ojos lejos de
nuestro Señor, para que olvidemos el sentido de la vida, el propósito por el
cual fuimos llamados, la belleza de nuestras parejas, el compromiso de nuestro
ministerio, el pacto que hicimos al casarnos, el compromiso de vivir en
santidad, porque distraídos es fácil caer, distraídos olvidamos nuestros
deberes y el amor se enfría.
CONCLUSIÓN
Es tiempo de volver nuestros aojos a Cristo, a su
ejemplo de vida, a su testimonio, a su enseñanza, de modo que podamos
comprender su mensaje, sus objetivos, sus prioridades y lo que nos corresponde
como su cuerpo realizar en este mundo, dejando de lado todo lo concerniente a
la carne y al pecado.
Volvamos nuestros ojos a Cristo, quien puede
llevarnos al Padre, pues es solo a través suyo que podemos conocerle.
Volvámonos a su amor para volcarnos al mundo llenos de él. Para que la unidad
permanezca y de fruto en nosotros y en el mundo.
Oremos, Señor sé que el mundo quiere absorbernos y
hacer que nos olvidemos de lo que tú has hecho y de lo que hemos de hacer con
amor, por eso te pedimos que no nos permitas olvidar nuestro llamado, que
avives el fuego de los dones que has puesto en nosotros, que el amor no se
apague y que manteniendo nuestros ojos puestos en ti nos volvamos a ti con más
convicción, con más pasión, con más certeza y esperanza para hacer temblar al
mundo con la presencia de tu amada iglesia, amen.
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