LA MONOTONÍA
Pro
5:18 ¡Bendita sea tu fuente!
¡Goza con la esposa de tu juventud!
INTRODUCCIÓN
Todos los casados en algún
momento nos vemos advocados a la monotonía, la vida, el trabajo, los hijos, los
problemas, los gastos, las salidas, la iglesia, todo conlleva siempre algo de
monotonía, pero ¿es esta tan dañina y destructiva como nos lo quieren hacer
creer?, pues no.
Hace poco escuchaba a un cantante
cristiano cantando algo así como: “porque dirán que es tan mala la rutina, si
tiene una mesa, una silla, un espejo, porque pensaran que el picante lo pone,
tan solo lo nuevo, cual sería el encanto del vino sabroso, cual el disco en vinilo
y la foto amarilla, cual la belleza del par de viejitos que aun de la mano
caminan”, la monotonía o rutina solo son agotadoras cuando nosotros mismos así
lo percibimos.
El mundo se ha encargado de
tratar de hacernos creer que lo nuevo es lo único que importa, lo mejor, pero
poco a poco con los años nos damos cuenta que lo antiguo, lo que perdura es
mejor. En la juventud somos fácilmente engañados por las modas, lo que se nos
vende o lo que nos hacen creer, mientras que con la edad nos damos cuenta cada
vez más fácil que lo que perdura es siempre lo mejor.
DESARROLLO
Claro que va ha haber monotonía,
la vida está llena de ella, tu trabajo, tus hobbies, tus gustos, todo en exceso
empalaga, de allí que necesitemos con frecuencia avivar el fuego del amor que
Dios ha derramado en nosotros para con nuestro cónyuge.
Hagamos de cada cierto día, algo
diferente, innovemos, probemos, hagamos, y disfrutemos del matrimonio. No tiene
por qué ser monótono, lo será si no hacemos nada por avivarlo, pero si
prestamos atención a los detalles, cada día es distinto, cada día nos presenta
un nuevo desafío, una nueva posibilidad.
No hay nada de monótono en cada
discusión o pelea, siempre podemos aprender algo nuevo, siempre podemos innovar
al tratar de mejorar las cosas, siempre podemos tener un detalle diferente.
Porque los hombres en adulterio si los tienen, pero los casados no pueden
tenerlos con sus esposas, no esperes por algo nuevo, haz algo nuevo tú, no
tienes por qué esperar a que sea tu pareja quien lo haga.
La monotonía proviene del
aburrimiento y el aburrimiento de la falta de contentamiento, así que un
corazón que no busca a Dios es un corazón que se aburrirá fácilmente con
cualquier cosa o cualquier persona, aunque tenga al mejor cónyuge no lo
valorara porque tarde o temprano perderá el interés y su relación se volverá
monótona.
CONCLUSION
Si no estamos contentos con lo
que tenemos, debemos acudir a Dios, quien es quien nos permite disfrutar de
todas las cosas, sin él nada podemos disfrutar (Eclesiastés 5:19). El hombre
que no tiene a Dios, aunque posea todas las cosas, no las disfrutara. He allí
la frustración del mundo y del matrimonio.
El creyente primero debe
constituir una relación con Dios antes de procurar formar un matrimonio, solo
así, encontrara en el matrimonio un deleite, una bendición que no se agotara, y
en donde la monotonía no encontrara mayor cabida de la que nosotros mismos
permitamos, si no cuidamos lo que se nos ha confiado.
Oremos, Señor ayúdanos para ser
diligentes en cuidar de nuestro matrimonio y no permitir que la monotonía
apague el fuego del amor conyugal, que podamos disfrutar de un matrimonio lleno
de maravillosas experiencia, gratos diálogos y fructíferos aprendizajes todo el
tiempo, para que la monotonía no encuentre cabida en nosotros, amen.
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Por: Camilo Sastoque
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