domingo, 30 de septiembre de 2018

PREDICA DOMINICAL - VUELVE A LA IGLESIA



VUELVE A LA IGLESIA

Stg 5:19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
Stg 5:20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.

INTRDUCCION

No se porque te fuiste, que te llevo a tomar esa decisión, es probable que hayan sido las circunstancias, tu pareja, tu pastor, los abusos en la iglesia, tus amistades, o aun tus vicios o el pecado. Sin importar cual haya sido la situación o pecado que te haya conducido a abandonar la iglesia, Dios es un Dios de oportunidades, y así como un día el Hijo prodigo salió de su casa para probar el mundo y darse la gran vida, luego se dio cuenta que fuera de la casa del padre no había reposo para su angustiada alma.

Todos alguna vez hemos sentido motivos suficientes para no volver a la iglesia, no estamos de acuerdo con algunas cosas, no nos gustan algunas decisiones, se nos juzga, critica o hasta se ha abusado de nuestra confianza, algunas muy razonables, otras no tanto. Otras veces lo que nos aparta de la iglesia es el pecado, hemos tropezado duramente con cosas como la pornografía, el adulterio, la fornicación, un vicio, o hasta la misma pereza.

Nuestra naturaleza carnal siempre encontrara un motivo para no ir a la iglesia, para no escuchar la palabra, para no someterse a Dios, para vivir en desobediencia, pero, así como una vez se nos invito a compartir del Señor y lo hicimos y vivimos seguramente momentos y experiencias maravillosas, el Señor no se ha olvidado de ti, y me ha pedido que te lo recuerde. Aun hay tiempo de volver a él, es su voluntad que te vuelvas a él y sobrepases tu dolor, tu indignación, tu tristeza, tu inconformidad y hasta tu orgullo para que te vuelvas a él, una vez más.

INTRODUCCION

Dios a través de su palabra nos habla de que si alguien que conoció la verdad se extravió en la apostasía, falsas enseñanzas, mentiras, pecado o engaños, le hagamos volver en sí, pero no lo hacemos únicamente por la recompensa que la escritura define, lo hacemos por amor, porque creemos que no somos infalibles y que esa pudiera ser también nuestra situación y es probable que quisieramos que se nos tratase con misericordia.

Entiendo a muchos que salieron de su iglesia por los motivos correctos, como falsa doctrina, falsa profecía, engaños y mentiras, pero hay quienes salen por otros motivos como decepciones, engaños, pecado y hasta orgullo, es a ellos a quienes me dirijo, a ti que te viste envuelto en el pecado y nos has podido salir, a ti que tu pareja te hizo abandonar la iglesia, a ti que la pereza te fue envolviendo hasta impedirte volver, a ti que te lastimaron o engañaron en la iglesia, a ti que fuiste abusado física o moralmente, a ti que te criticaron injustamente, a ti que no escucharon tu opinión, a ti que no te tomaron en cuenta para servir, a estos y a muchos mas que cayeron en doctrinas erróneas como los mormones, testigos de Jehová, y adventistas, entre otras más, este llamado es para ti.

Yo se que pueden surgir muchas dudas, la culpa querrá impedírtelo, el orgullo querrá impedir que perdones o que puedas pedir perdón, la mentira querrá mantenerte bajo su dominio, muchos argumentos surgirán para impedírtelo, pero Dios vino para traer libertad al cautivo, para sacarte de las tinieblas a la luz, tu no eres un caso perdido, no importa si te has revolcado en el pecado, la tristeza, la depresión, la ansiedad, la angustia, el dolor, Dios quiere darte un nuevo comienzo, una nueva oportunidad. Ya sabemos que fallaste, pero eso ahora no es lo importante, el arrepentimiento sigue estando disponible para ti, si te vuelves a Dios de todo corazón.

El sabrá sanar tu corazón, ayudarte a recobrar la confianza, consolar tu tristeza y dolor, te enseñará lo necesario para que no caigas de nuevo y te sostendrá con su diestra victoriosa, mostrándote así su bondad y misericordia.

CONCLUSION

Todo creyente ha tropezado, como Pablo decía: Rom 7:20 “Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí”. Esta no es una excusa sino un reconocimiento claro de que luchamos contra el pecado y que mientras esta lucha persista podemos descansar en Dios, quien nos ayuda y fortalece para que podamos librarla con valentía.

Ya se que puedes decirme todo lo que te hicieron, todo el daño que te causaron y claro que tienes razón, ¿pero es ese un motivo real para separarnos de aquel que se entrego por amor a nosotros?, es suficiente lo que te paso o lo que te ha venido aconteciendo para renunciar a su amor, ese amor que dice:
Rom 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Rom 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Que ninguna de estas cosas podrá separarnos de su amor, no importa el pecado, ni la culpa, ni el dolor, solo importa tu reconciliación con Dios, que reconozcas su justicia que te conduce al arrepentimiento y a su amor.

No es necesario que vuelvas a la misma iglesia de donde saliste, pero si vuelve a una iglesia sana, donde se predique la palabra, donde su pastor te brinde cariño, guía y cuidado, donde puedas contar con la iglesia en medio de tu necesidad. Se que no existe iglesia perfecta y que si no falla en una cosa podrá fallar en otra, pero como un hermano en la fe te extiendo la mano para decirte que aquí estamos, que procuraremos no fallarte, pero que no pongas tu confianza en nosotros, sino en Dios el único que nunca falla.

Oremos, Señor permite que mis hermanos que un día se apartaron de tu iglesia hoy vuelvan a ti, que tu gracia los acompañe a dar la batalla contra aquello que los aparto un día, y que hoy podamos regocijarnos por su reencuentro contigo para gloria de tu nombre, amen.

Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe


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