PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
QUE ES LA SANA DOCTRINA
Tit
2:1 Tú, en cambio, predica lo que va de acuerdo con la sana doctrina.
INTRODUCCIÓN
Recordemos que la palabra
doctrina quiere decir enseñanza, así que cuando hablamos de una sana doctrina
estamos hablando de una sana enseñanza o una enseñanza que este conforme a lo
enseñado en las escrituras. La sana doctrina es toda la base de enseñanzas
sobre las cuales está fundamentada nuestra fe, entre ellas encontramos el
arrepentimiento, la fe, la santidad, la salvación por medio del sacrificio de Jesús
y los mandamientos de Dios, entre otras.
La sana doctrina es aquella que
puede contrarrestar a la falsa doctrina, que puede guiar al creyente en medio
de la confusión que reina dentro de la cristiandad, y es esta la que puede
soportar la verdad. Fuimos enviados a predicar la sana doctrina y debemos
empezar a reconocerla y desechar la falsa enseñanza.
La sana doctrina es el alimento
espiritual que todo creyente necesita conocer para no caer en el engaño de las
tinieblas y soportar su fe en medio de las dificultades de la vida diaria.
DESARROLLO
Pablo enseñando a Tito sobre la
predicación, le pide encarecidamente que predique aquello que va de acuerdo a
la sana doctrina. Pero, ¿qué es eso? La sana doctrina constituye la base de las
enseñanzas que todo creyente debe tener claro en medio de tanta falsedad. Pero,
¿qué es lo que predicamos como sana doctrina?
Predicamos
a Jesús
1Jn 4:2-3 “En esto pueden
discernir quién tiene el Espíritu de Dios:
todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es
de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del
anticristo. Ustedes han oído que éste viene; en efecto, ya está en el mundo”.
Él es el centro de la predicación
cristiana, el da sentido a las escrituras y solo en él puede encontrarse la
revelación completa del evangelio, quien no tiene la revelación completa del
Hijo probablemente no comprenderá las escrituras o las tergiversará. Jesús es el
todo de la cristiandad, por él somos y a él nos debemos, es necesario que se
predique su vida, muerte y resurrección para que el evangelio este completo. Esto nos lleva a comprender que la sana doctrina
reconocerá en Jesús a la segunda persona de la trinidad, que es por él que
recibimos salvación, sabiduría, redención y justificación, y sin su vida,
muerte y resurrección el evangelio que predicamos no tendría razón de ser.
Cristo es lo único que puede generar unidad ante tanta denominación y
controversia teológica. El Ladrón que estaba junto a Jesús en su crucifixión solo
creyó en el y fue salvo, no tuvo la teología correcta, ni el bautismo correcto,
ni toda la enseñanza, pero en la hora de su muerte reconoció su pecado y a Jesús
como rey y señor de los judíos.
La biblia es el fundamento
1Ti 4:13 En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las
Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos.
Una
iglesia que no lee la palabra fácilmente será engañada. Por eso uno de los
pilares de la sana doctrina es que leamos las escrituras, que las estudiemos,
que meditemos en ellas y que se vuelvan parte de nuestra vida y enseñanza. Si
no se predica todo el consejo de las escrituras, estas pueden ser sacadas de
contexto para decir cualquier cosa, pero si te las enseñan y no te cambian nada,
puedes llegar a seguir a Cristo como un verdadero discípulo.
El arrepentimiento
Mat 3:8 Produzcan frutos que
demuestren arrepentimiento.
El arrepentimiento es el comienzo
genuino para una vida transformada por el poder de Dios. Sin arrepentimiento no
hay verdadera transformación en el corazón del hombre y este da la base para
construir una vida diferente en Cristo. Si el arrepentimiento no está presente
en nuestra predicación vana es nuestra enseñanza pues si no lo predicamos, no
van a entender que lo necesitan y que es experimentando un verdadero
arrepentimiento que sentirán repulsión por el pecado y se apartarán de la
maldad, y de este modo podemos vivir una vida en santidad.
Los
mandamientos de Dios
2Jn 1:6 En esto consiste el amor:
en que pongamos en práctica sus mandamientos.
Y éste es el mandamiento: que vivan en este amor, tal como ustedes lo
han escuchado desde el principio.
Los mandamientos de la ley de
Dios son un faro que nos guía en medio de la relatividad de un mundo que no
tiene claro a donde ir, que hacer, que es bueno y que no lo es. La ley está
allí para guiarnos, para que reconozcamos nuestro pecado y nos volvamos a la
verdad.
La
santidad
1Tesalonicenses 4:7 Dios no nos
llamó a la impureza sino a la santidad;
La santidad es el proceso de
perfeccionamiento en Dios, del cual pasamos de hombres pecadores a hombres de
luz, de hombres imperfectos a la perfección, de hombres faltos de la verdad a
consumirnos en celo por ella. Apartándonos de todo engaño y mentira para
volvernos a la verdad y ponerla en práctica.
El
amor
1Jn 4:7 Queridos hermanos,
amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama
ha nacido de él y lo conoce.
No confundamos el amor de Dios
con el enamoramiento, que nada tienen que ver. El amor es un estado profundo de
unidad con Dios en donde le reconocemos como Padre, sabemos que nos amó primero
porque entrego a su Hijo para morir en la cruz por nuestro pecado, y es
entonces cuando podemos amar a Dios por sobre todas las cosas, con todas
nuestras fuerzas y podemos amar a nuestro prójimo conforme al diseño de Dios.
Entonces ponemos sus mandamientos por obra porque así es como le decimos que le
amamos.
El
juicio
Heb 9:27 Y así como está establecido que los seres humanos mueran una
sola vez, y después venga el juicio
Todos algún día enfrentaremos el
juicio de Dios por nuestras acciones. El tener en cuenta el juicio me ha hecho
recapacitar sobre mi vida y la forma en que la llevo. Reconocer que habrá un
juicio para el hombre trae revelación, reconocimiento de pecado y verdad a todo
lo que hacemos.
CONCLUSION
La sana doctrina tiene unos
propósitos muy claros:
Primero, dar ejemplo, veamos: 2Ti 1:13 Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el
ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste.
Segundo, defender la
verdad, veamos: Tit 1:9 Debe apegarse a la palabra fiel, según la
enseñanza que recibió, de modo que también pueda exhortar a otros con la sana
doctrina y refutar a los que se opongan.
Y al final se nos advierte:
2Ti
4:3 Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino
que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las
novelerías que quieren oír.
Tengamos cuidado de poner
atención a la sana doctrina cuyas principales características hemos dado a
conocer. Porque si el evangelio que predicamos carece de ellas, entonces la
verdad está incompleta y una verdad incompleta, no es verdad.
Oremos, no permitas que caigamos
en falsas enseñanzas, ayúdanos a volvernos a la verdad por medio de las
sagradas escrituras y derriba todo falso argumento que nos impida conocerte en
verdad, reconocemos nuestras faltas y nos volvemos a ti para que nos muestres
tu verdad, amen.
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