Es
obvio que no puede haber una comparación real entre Jesús y Santa Clós, pero
imaginemos esta comparación: Santa vive en el Polo Norte. Jesús está en todas
partes. Santa se pasea en trineo. Jesús se pasea por el viento y camina sobre
las aguas. Santa viene una vez al año. Jesús es una ayuda siempre presente. Santa
llena tus calcetines con regalitos. Jesús suple todas tus necesidades. Santa
baja por tu chimenea sin invitación. Jesús se detiene en tu puerta y toca,
después entra a tu corazón cuando tú lo invitas. Para ver a Santa tienes que
hacer fila. Jesús está tan cerca como el hecho de mencionar su nombre. Santa te
deja sentarte en sus piernas. Jesús te deja descansar en sus brazos. Santa no
se sabe tu nombre, todo lo que puede decir es: "Hola pequeño, ¿cómo te
llamas?". Jesús sabe tu nombre desde antes de que nacieras. No sólo sabe
tu nombre, también sabe tu historia y tu futuro. Santa tiene una barriga llena
de almohadas. Jesús tiene un corazón lleno de amor. Todo lo que Santa puede
ofrecer es "jo jo jo". Jesús ofrece salud, ayuda, esperanza. Santa
dice “No llores". Jesús dice: "Descansen sus preocupaciones en mi,
que yo cuidaré de ustedes". Los pequeños ayudantes de Santa hacen
juguetes. Jesús hace nueva vida, repara corazones lastimados y arregla hogares rotos.
Santa puede hacerte sonreír. Jesús te da la alegría que es tu fuerza. Santa
deja regalos debajo de tu árbol. Jesús fue nuestro regalo en el pesebre.
Necesitamos recordar a quien
verdaderamente le da sentido a la Navidad. Necesitamos poner a Jesús de regreso
en Navidad. Jesús es la verdadera razón de ser de esta época.
La frase que dice: "La Navidad es
tiempo de dar y compartir", no se refiere a los regalos de Santa, sino a
la entrega que hizo Jesús para salvamos y mostramos el camino a seguir... Más
vale un buen gesto de afecto que miles de regalos...
Lc 2:7 Y
dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
El
tiempo de Navidad es maravilloso, sobre todo porque ahora lo disfruto mucho
mejor. En mi niñez y adolescencia solo esperaba por los regalos o por viajar a
un sitio para disfrutar, ahora espero esta época para compartir más en familia
y con aquellos que tienen necesidad. Como la reflexión nos menciona el sentido
de la navidad se ha cambiado, hemos cambiado al hijo de Dios por un ser que
cumple nuestros deseos egoístas. Hemos cambiado la humildad, el dar y el
compartir, por el egoísmo, la vanidad y el complacernos con los mejores regalos
y comidas. Porque mejor en esta navidad no compartes con alguien que no tenga
tus mismos privilegios y das con abundancia para que recuerdes que la navidad
no es acerca de lo que quieres, sino de lo que podemos hacer. Jesús vino como
el regalo para un mundo pecador que no merecía sino el castigo divino, pero que
al hacerse hombre se humillo a sí mismo para cambiar el rumbo de la humanidad y
darnos vida eterna. Si el dio, ¿porque nosotros solo queremos recibir? Su
nacimiento en un pesebre debe recordarnos la humildad que debemos cultivar en
nuestros corazones para no enaltecernos por lo que se nos ha concedido disfrutar,
su nacimiento en el lugar más humilde, nos hace preguntarnos, ¿en dónde estamos
hoy?, ¿vivimos conforme a sus enseñanzas y hacemos de este tiempo algo para que
el mundo le recuerde a él?, o ¿celebramos esta fecha para exaltar el ego y
buscar la autosatisfacción?
GUÍA
DE ESTUDIO
¿Qué
harás esta navidad para que sea diferente?
¿Esperas
recibir o dar?
¿Por
qué celebras la navidad?
¿Reconoces
el verdadero sentido de la navidad?
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