ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
1Pe 4:1 Por tanto,
ya que Cristo sufrió en el cuerpo,
asuman también ustedes la misma actitud;
porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado,
Que texto
tan revelador, creo haberlo leído en varias ocasiones pero siempre se revela y
completa cada vez más el entendimiento de las escrituras. El sufrimiento nos
conecta con Dios, así como Cristo sufrió, no se nos dice que no sufriremos,
sino que sufriremos igualmente, pero con una actitud que surge de una
mentalidad renovada. El sufrimiento corta todo lazo que el pecado quiera poner
a nuestras vidas, nos perfecciona o purifica.
1Pe 4:2
para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones
humanas sino cumpliendo la voluntad de Dios.
Se sufre en el momento en el que se
decide no satisfacer las pasiones y deseos que surgen en nuestro corazón para
ir en pos de la voluntad divina. El enfrentamiento por que no se satisfaga la
voluntad propia es intenso y lleva tiempo, la negación de aquello que hemos
creído ser, para ir en pos de lo verdadero causa sufrimiento, pero solo hasta
cuando se comprende la verdad y el propósito del mismo.
1Pe 4:3
Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada
a los incrédulos,* entregados al desenfreno,
a las pasiones, a las
borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías
abominables.
No adentrarnos en lo divino, es perder
el tiempo, perder la vida, este precioso don que nos ha sido dado por igual a
todos. Lo desperdiciamos cuando vamos en pro del desenfreno en las drogas, la
comida o los vicios, cuando alimentamos la pasión desbordada y una sexualidad
insana, cuando nos excedemos en el consumo de bebidas alcohólicas o lo hacemos
con frecuencia, cuando nos entregamos a tener sexo con extraños o personas
diferentes en orgias, o cuando lo gastamos en las fiestas y en todo aquello que
idolatramos que le quita el primer lugar a Dios en algunos pueden ser los
deportes, la música, la pareja o la adoración a otros dioses.
1Pe 4:4
A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese
mismo desbordamiento de inmoralidad, y
por eso los insultan.
Es cierto, quien no ha tenido que
enfrentar a familiares, y amigos entonces no vive un verdadero testimonio de la
verdad.
1Pe 4:5
Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para
juzgar a los vivos y a los muertos.
Todos sin lugar a dudas daremos cuenta
de aquello que hemos hecho, es algo de lo que todo podemos estar seguros.
1Pe 4:6
Por esto también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que,
a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe
al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo
que atañe al espíritu.*
Pedro reconoce como verdadero el
testimonio de la predicación del evangelio a los muertos por parte de Cristo
mismo cuando descendió a las partes bajas de la tierra (Efesios 4:9). Porque es
necesario que se viva conforme a Dios en lo que es referente al espíritu.
1Pe 4:7
Ya se acerca el fin de todas las cosas.
Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
Si queremos orar y conocer la
voluntad divina, nos es necesario mantenernos sobrios, libres del influjo de
cualquier sustancia que pueda afectar nuestra mente, para que ella pueda ser
despejada de todo pensamiento, todo engaño y adentrarse en la verdad.
1Pe 4:8
Sobre todo, ámense los unos a los
otros profundamente, porque el amor
cubre multitud de pecados.
Pedro trata los asuntos de la
iglesia de manera particular, antes estaba de acuerdo con la circuncisión pero
ahora, reconoce que el amor cubre el pecado, ya no son las obras de la ley, es
el amor como ley que se impone en el corazón del hombre para ir en pos de lo
divino.
1Pe 4:9
Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse.
La queja como hemos mencionado en
otros estudios surge de un corazón que no ha sido trasformado, que necesita ser
sometido bajo el dominio propio para que sirva con gusto a la causa de Dios.
1Pe 4:10
Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en
sus diversas formas.
Si se ha recibido un don
espiritual, este debe ser puesto al servicio de la iglesia, para que como
administradores fieles de esa gracia derramada sobre nuestro ser, podamos dar
cuentas a Dios.
1Pe 4:11
El que habla, hágalo como quien
expresa las palabras mismas de Dios; el
que presta algún servicio, hágalo como
quien tiene el poder de Dios. Así Dios
será en todo alabado por medio de Jesucristo,
a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Esta exhortación debe estar clara y
debe ser meditada con frecuencia, pues no todos se expresan como si expresaran
las palabras de Dios mismo. Algunos otros sirven a su acomodo y con la ley del
mínimo esfuerzo, desdeñando el poder de Dios. Servimos como instrumentos que
dan gloria a Dios, todo lo que hacemos y decimos debe ser honrado por aquel que
sirve como si lo hiciera Dios mismo y contara con su poder ilimitado.
1Pe 4:12
Queridos hermanos, no se extrañen
del fuego de la prueba que están soportando,
como si fuera algo insólito.
La prueba ha de venir, como no
estar preparados?, lo insólito seria no estarlo, aunque parezca difícil de
entender Pedro nos exhorta a vivir preparados para enfrentar la prueba que
vendrá acompañado con un fuego que consumirá todo aquello que no pertenece a
Dios. Si queremos crecer, y aunque no lo queramos, el Padre si lo quiere y
dispondrá en la medida de la gracia que haya dispuesto para nosotros pruebas
que nos obligaran a confiar cada día más en él, pruebas que nos permitirán
reconocer aquello que nos ha sido imposible discernir o reconocer. No es fácil
estar preparados para la prueba, pero si podemos estarlo, primero reconociendo
que ella vendrá, segundo estando alertas, meditativos y conscientes cuando ella
llegue, de esta manera podemos vivirla y experimentarla de manera diferente, no
es lo mismo vivirla desde la inconsciencia a vivirla siendo conscientes de lo
que sucede.
1Pe 4:13
Al contrario, alégrense de tener
parte en los sufrimientos de Cristo,
para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de
Cristo.
Gócense, regocíjense de tener parte
en Cristo en medio del sufrimiento, el padecimiento, la aflicción o la
adversidad. Porque cuando vivimos estas cosas la gloria de Cristo se revela en
nosotros y será perfecta cuando el haya de revelarse. Nos gozamos porque el
sufrimiento nos hace participes de la verdad, nos hace más como el, nos bendice
aunque no lo parezca, y por ultimo nos gozamos porque los frutos del Espíritu
se hacen más evidentes con el sufrimiento y el gozo es uno de ellos.
1Pe 4:14
Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa
sobre ustedes.
Pedro recuerda las bienaventuranzas
y nos recuerda que cualquier vituperio, insulto, humillación, degradación o
desprecio por causa de la verdad que es Cristo, genera más paz, más gozo, más
limpieza de nuestro corazón por causa del Espíritu que mora en nosotros.
1Pe 4:15
Que ninguno tenga que sufrir por asesino, ladrón o delincuente, ni siquiera por entrometido.
Se nos exhorta a vivir una vida en
donde nuestras emociones vivan bajo el dominio propio, pues quien mata lo hace
motivado por sus emociones desbordadas, por temor o por venganza; para que nos
seamos codiciosos y avaros en donde el robo o la delincuencia pueden surgir; y
que por ultimo dejemos de entrometernos en aquello que no nos incumbe para
evitar conflictos innecesarios.
1Pe 4:16
Pero si alguien sufre por ser cristiano,
que no se avergüence, sino que
alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo.
Si alguien sufre por ser de Cristo,
por predicarle, por hablar de él, por ser como él, entonces que alabe el nombre
del Señor, porque su sufrimiento se revelara en gloria.
1Pe 4:17
Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y si comienza por nosotros, ¡cuál no será el fin de los que se rebelan
contra el evangelio de Dios!
Pues el Juicio eterno se revela
primero en la familia de Dios, eso es justicia, nosotros somos los primeros en
experimentar el juicio de Dios sobre nuestras vida, por eso no debemos temer a
lo que nos sucede, sino que entreguémonos voluntariamente a ese justo juicio
que nos hace participes de la bondad, el amor y el perdón de Dios, para que el
juicio sobre aquellos que se rebelan contra la verdad tengan al final el justo
pago por sus acciones.
1Pe 4:18
"Si el justo a duras penas se salva, ¿qué será del impío y del pecador?"
Y hace referencia a Proverbios
11:31 en donde el salmista reconoce una tremenda verdad, si penosamente el
justo puede experimentar la salvación, que será de aquellos que no practican la
justicia y la verdad?. Notemos que Pedro hace diferencia entre el impío o
incrédulo y el pecador que es aquel que desobedece a Dios, porque los nombra
aparte?, ambos se encuentran lejos de la salvación ofrecida por Dios, el uno
porque en su mente ha decidido no creer y confiar en sí mismo, y el otro porque
aunque conoce abiertamente prefiere desobedecerlo, dos cosas aparentemente
diferentes que confluyen en un mismo fin, ser apartados de Dios.
1Pe 4:19
Así pues, los que sufren según la
voluntad de Dios, entréguense a su fiel
Creador y sigan practicando el bien.
Sé que cuando practicamos el bien
parece ser que las cosas fuesen peor, las cosas no salen, las dificultades
aumentan, las adversidades igualmente, pero es necesario que aquel que se
entrega a Dios, reconozca que su sufrimiento tiene un propósito, su entrega no
será en vano y que el morir es ganancia en Cristo nuestro Señor y Salvador.
Muy interesante la concertacion que hace de este pasaje...
ResponderBorrarQue el Espiritu Santo le siga Sabiduria y Gracia para que sigassigas Bendiciones al Pueblo del Señor.
Amen, bendiciones
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