lunes, 12 de diciembre de 2016

TIEMPO DE REFLEXIÓN

Resultado de imagen para Dios sabe lo que necesito
Le pedí a Dios que me quitara el dolor. Dios dijo: "NO. Yo no te lo debo quitar, sino tú lo tienes que dejar".
Le pedí a Dios que hiciera que mi niño paralítico fuera completamente sano. Dios dijo: "NO. Tu espíritu está completo, tu cuerpo es sólo temporal".
Le pedí a Dios que me concediera paciencia. Dios dijo: "NO. La Paciencia viene como resultado de las tribulaciones, no se concede".
Le pedí a Dios que me diera felicidad. Dios dijo: "NO. Te doy bendiciones. Tú decides si quieres ser feliz".
Le pedí a Dios que me librara del sufrimiento. Dios dijo: "NO. Los sufrimientos te alejan de los afanes del mundo y te acercan a mí". Le pedí a Dios que hiciera crecer mi espíritu. Dios dijo: "NO. Debes crecer por ti mismo, y yo te voy a disciplinar para hacerte dar fruto".
Le pedí a Dios por todas las cosas que podría disfrutar en la vida. Dios dijo: "NO. Te doy vida para que disfrutes de todas las cosas". Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros, con el amor con que Él me ama a mí. Dios me dijo: "Ese amor ya está en ti, ¿Cuándo esperas ponerlo en práctica? ".

Ef 3:20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros

Muchas de nuestras oraciones nacen de una motivación incorrecta, y por eso nuestra oración debe ser pulida por medio de la respuesta de Dios, sea esta un sí o un no. No siempre es fácil recibir un no, como respuesta, pues se nos ha querido enseñar equivocadamente que si pedimos con fe, todo lo que pidamos nos será concedido. Pero olvidamos que el responde a nuestra oración conforme a nuestra necesidad y no conforme a nuestros deseos y anhelos particulares que nada tienen que ver con Dios. La reflexión nos recuerda que la respuesta de Dios puede ser algo inesperada y que está siempre será conforme a su voluntad y a nuestra verdadera necesidad. Con el tiempo he aprendido a pedir mejor, revisando la motivación de mi corazón y mi verdadera necesidad, algunas de las respuestas que he obtenido también son un, no. Pero he aprendido conformarme con lo bueno y con aquello que a mi parecer no lo es tanto. El pasaje de la biblia nos recuerda que Dios contesta a nuestra oración mucho mejor de lo que nosotros pedimos o entendemos, recuerda entonces, que si Dios no ha respondido, o se demora en responder es porque tiene algo mejor, puede que sea llevarnos a tener una confianza mayor, un gozo mayor, una paciencia mayor o a reconocer que lo que pedimos no está conforme a su voluntad.

GUÍA DE ESTUDIO

¿Has recibido respuestas negativas a tu oración?
¿Qué crees que Dios quiere enseñarte cuando no te responde?
¿Te falta confianza para pedir?

¿Pides conforme a su voluntad?

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