PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
UN
LLAMADO A LA IGLESIA
Isa 52:1
¡Despierta, *Sión, despierta!
¡Revístete
de poder!
Jerusalén,
ciudad *santa,
ponte tus
vestidos de gala,
que los
incircuncisos e *impuros
no
volverán a entrar en ti.
INTRODUCCIÓN
La
iglesia no es lo que solía ser, su trabajo parece haber desaparecido en medio
de la mundanalidad de una humanidad en perdición, ha dejado de lado su llamado
para dejarse distraer por los afanes de este mundo.
El
cristiano promedio ya no se distingue del mundo, su testimonio está lleno de
falsedad y mentira, es uno en la iglesia y afuera es otro completamente. El
cristiano de nuestra era ve los mismos programas llenos de sensualidad y
sexualidad que las grandes mayorías ven, ven las mismas películas, visitan los
mismos sitios en internet, y deja la iglesia como una rutina semanal para
cumplirle a Dios. El cristiano moderno no conoce las escrituras, no lee la
biblia porque le da sueño, no ora en las mañanas porque es más beneficioso
dormir o hacer otras actividades, piensa que la santidad es para los siervos de
la iglesia, y no para toda la congregación, piensa que puede ser bendecido sin
obedecer la palabra, y también cree que puede vivir, sin morir a sí mismo.
La
iglesia de hoy no tolera la sana enseñanza de las escrituras, todo lo vuelve
controversia, pocas cosas las acepta con fe, sobre todo aquellas que le benefician
y la obediencia para con Dios se ha vuelto opcional. Orar, ayunar y orar no son
necesarios al parecer hoy en día y se conforman a escuchar solo aquello que les
conviene, que lejos estamos de la iglesia de antaño.
Parece
que no nos hemos dado cuenta en el abismo en el que hemos caído. La iglesia
debería estar confrontando el pecado, llamando a pecadores al arrepentimiento,
haciendo discípulos, participando activamente de la obra, pero por el contrario
vemos cada día como siervos de Dios toman las riendas de todo sin ayuda de
parte de la congregación la cual debería participar activamente.
DESARROLLO
Dios te
está llamando iglesia, Despierta Sion, despierta, tu luz ha llegado, no puedes
permanecer más tiempo adormecida, buscando satisfacer cosas que no tienen
llenura, no puedes pretender lo eterno y lo terrenal al mismo tiempo, o cosecharas para una o para la otra, pero no
para las dos, porque te has dejado envolver del mundo, vives tan distraída, tan
absorta en ti misma, que no puedes ver.
El
mundo se pierde y la iglesia no está haciendo nada, es claro, no toda la
iglesia se encuentra en este estado, pero sí puedo decir con certeza que un
gran porcentaje si lo están, lo cual es triste.
Una
iglesia que fue pagada a precio de sangre, se desangra a sí misma en el pecado,
en la pereza, en la parsimonia, descuidando su llamado y servicio.
Hoy en
día existe una iglesia para cada gusto, si le gusta que le profeticen o le
adivinen el futuro, se le tiene la iglesia; si le gusta la música, se le tienen
los servicios más festivos, los mejores grupos; si le gustan los mensajes
cortos por el tiempo, se le tienen también; si no quiere casarse, se le tiene,
si no quiere obedecer o comprometerse, se le tiene; si quiere seguir en su
pecado, se le tiene; si quiere que le respeten su decisión de ser homosexual,
se le tiene. Cabe recordar las palabras de Pablo:
2Ti 4:3
Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que,
llevados de sus propios deseos,
se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír.
CONCLUSIÓN
Ha llegado el tiempo de despertar, la
congregación no se forma para entretenernos, sino para edificarnos, entrenarnos
en el conocimiento de Dios, y participar de la comunión de los santos (1Jn
1:7). Una iglesia que no funciona bajo el diseño bíblico es blanco fácil del
engaño y la mentira.
Llenemos nuestras congregaciones del conocimiento
de Dios y pongamos en práctica aquello que se nos llamó a ser y a hacer. Una
iglesia que no tiene discípulos, por más que tenga el rotulo de congregación,
no es la iglesia, pues la iglesia es el cuerpo de la cabeza que es Cristo, ella
es el corazón de la verdad y donde la verdad no es predicada, entonces la
mentira toma ventaja.
Despierta iglesia, sigue el llamado de Dios, no
caigas bajo el influjo de este mundo, deja los rudimentos de la vieja
naturaleza y abraza los de la nueva naturaleza, vive en santidad, deja la
quejadera, y toma la disciplina que trae vida, llénate de la presencia de Dios
y transforma el mundo.
Oremos, Señor despiértanos de aletargamiento en
el que nos hemos sumido por culpa del engaño y la distracción, que con
conciencias despiertas y prestos nos dediquemos en cuerpo, alma y corazón a
servir al llamado que se nos ha encomendado, dando gloria a tu santo nombre,
amen.
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