PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
PREPAREMOS NUESTRO CORAZÓN
PASAJE
Mat
13:3 Y les habló muchas cosas por
parábolas, diciendo: He aquí,
el sembrador salió a sembrar.
Mat
13:4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al
camino; y vinieron las aves y la
comieron.
Mat
13:5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
Mat
13:6 pero salido el sol, se quemó;
y porque no tenía raíz, se secó.
Mat
13:7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
Mat
13:8 Pero parte cayó en buena
tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
Mat
13:9 El que tiene oídos para oír, oiga.
INTRODUCCIÓN
Se ha hablado mucho sobre esta
parábola, aun Jesús mismo luego de darla ante la gente que le seguía, opta ante
la pregunta de sus discípulos sobre el significado de la misma, por darle su
significado a la semilla del sembrador. Y claro esto nos deja claro el sentido
de esta “La semilla es la palabra”, y como esta llega a 4 diferentes tipos de
terrenos y lo que sucede con ella.
Pero creo sinceramente que hay más
por decir, Jesús nos ilustro lo más importante: la palabra, pero también nos dejó
implícito otro mensaje en esta maravillosa parábola. Jesús decidió hablar al
pueblo por parábolas como menciona:
Mar
4:34 Y sin parábolas no les
hablaba; aunque a sus discípulos en
particular les declaraba todo.
Las parábolas son un método de
enseñanza muy didáctico por medio del cual se presenta una verdad espiritual a
través de una simbología de lo terrenal. Pero eso no lo hacía más sencillo,
porque por más que la parábola sea muy clara, el menaje solo puede ser
entendido por el corazón.
Por eso los discípulos le
preguntan a Jesús:
Mat
13:10
Entonces, acercándose los
discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
Mat
13:11 El respondiendo, les dijo:
Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los
cielos; mas a ellos no les es dado.
Mat
13:12 Porque a cualquiera que
tiene, se le dará, y tendrá más;
pero al que no tiene, aun lo que
tiene le será quitado.
Mat
13:13 Por eso les hablo por
parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
Mat
13:14 De manera que se cumple en ellos
la profecía de Isaías, que dijo:
De
oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo
veréis, y no percibiréis.
Mat
13:15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los
oídos oyen pesadamente,
Y han
cerrado sus ojos;
Para que no
vean con los ojos,
Y oigan con
los oídos,
Y con el
corazón entiendan,
Y se
conviertan,
Y yo los
sane.
Solo a quien Dios le ha placido,
hace que puedan entender lo que las parábolas significan, el resto, aunque las
oiga, no las entenderá, aunque tenga conocimiento, solo podrá entrar a
discernirse desde el espíritu y el corazón transformado.
DESARROLLO
Esta parábola nos muestra a la
semilla como el artículo principal de la parábola, pero también nos habla de la
tierra, y el desempeño de la semilla en esta. La tierra dentro de las
escrituras siempre ha sido tipología del corazón del hombre y de su mente. De
modo, que la parábola nos define 4 tipos de corazón, mentes o terrenos.
El primero es el terreno junto al
camino, allí cae la semilla pero las aves se las comieron. Este es el corazón
apartado de las cosas de Dios, aunque la palabra llegue a sus oídos, este
corazón ha sido endurecido por la falta de amor verdadero, la política, la
educación, las ideologías materialistas, ateas o agnósticas que abundan en este
mundo y que le impiden a la semilla siquiera tocar el terreno del corazón y su
mente para entendimiento, aquí corazón y mente se han endurecido porque nunca fueron
labrados como terreno para sembrar y lo que llega a él, es inmediatamente
robado por el adversario.
El segundo terreno del que habla
es el terreno pedregoso, ningún campesino dejaría en su terreno de cultivo este
tipo de terreno, pues sabe que lo que se siembre allí, no dará fruto y se
perderá con el paso de los días. Este corazón tiene apariencia de verdad, de
bondad, de piedad, pero en realidad se encuentra endurecido por las situaciones
que ha tenido que vivir el dolor, el rencor y la injusticia, su mente está
impregnada de autojustificación y autosatisfacción le impiden a la palabra
echar raíz profunda y con el tiempo su fin es desaparecer cuando vienen la
aflicción o la persecución por causa de la palabra.
El tercer terreno que se muestra
es aquel que está plagado de espinos o mala hierba. Si alguna vez has visto un
terreno o tienes uno, notaras que lo que más rápido crece es la mala hierba,
sus raíces lo llenan todo e impiden que allí pueda crecer cualquier tipo de
árbol o semilla de un buen árbol. Este es el corazón que se ha dejado llenar
por las cosas de este mundo, el afán por las riquezas y la vanagloria de este
mundo han echado raíces profundas en esta mente y corazón, lo que hace que la
semilla se ahogue y aunque permanezca no da fruto alguno para el reino, no
predica, vive para sí mismo, no ha sido transformado y por lo tanto no puede
ser útil para el reino.
El cuarto terreno es el terreno
que fue preparado por el agricultor para la siembra. Este es tipología de una
mente y corazones que han sido preparados para recibir la palabra y dar fruto
con ella.
CONCLUSIÓN
Dios nos llama a preparar
nuestros corazones y mentes para que la palabra pueda obrar conforme al
propósito divino. Esta no es una responsabilidad de la semilla, sino del
sembrador, y todos en Cristo somos sembradores, debemos preparar nuestros
corazones y mentes con la palabra de Dios para que ella permee todo nuestro ser,
de modo que cuando llevemos la palabra a alguien podamos preparar sus corazones
y mentes para evitar que el terreno en el que sembremos no de fruto.
Dios mismo preparo el terreno
para la llegada de Jesús, enviando a Juan bautista para que predicara sobre el
arrepentimiento, por eso encontramos en Lucas lo siguiente:
Luk
3:4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.
Este es un tiempo maravilloso,
donde el mundo cristiano recuerda la llegada de su Señor, algunos con más
rituales que otros, pero esto puede servir al propósito de que no dejemos de
preparar nuestros corazones para recibir a Cristo, la palabra encarnada. Para
que su mensaje se convierta en una realidad en nuestras vidas. Y nosotros
mismos seamos fieles testigos de su palabra en amor, verdad y obra, para así
mismo preparar el corazón y la mente de aquellos que a pesar de que el terreno
de sus corazones y mentes se encuentre plagado del engaño, puedan ser
trasformados en un terreno fértil que pueda dar fruto para la gloria y alabanza
de Dios.
Oremos, Señor hoy decidimos
preparar nuestros corazones y mentes para recibir con agrado tu palabra, para
que con ánimo y entusiasmo diligente la pongamos por obra y demos fruto
conforme a tus designios en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amen.
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