3 CONSIDERACIONES ANTES DE ORAR
Mat 6:5 "Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.
INTRODUCCIÓN
Siempre me he considerado un
apasionado por aprender sobre la oración, porque siempre he creído que el
secreto de los grandes hombres y mujeres que Dios ha usado, fueron
trasformados, ungidos y empoderados a través de la oración.
Pero con tristeza veo que el pueblo
de Dios teniendo tan bella herramienta entre sus manos, se queda inmóvil, ora
muy poco tiempo, o le da pereza hacerlo, ¿por qué?, ¿porque es difícil?,
¿porque es tedioso?, ¿porque se necesita disciplina?, he llegado a creer que es
por falta de amor.
Quien se ha enamorado entenderá que
quien ama busca, busca a su amor por sobre todo, no importando el tiempo, no
importa la hora, uno quiere pasar mucho tiempo con quien ama, pero el creyente
promedio para amar muy poco.
DESARROLLO
En esta ocasión quiero enfocarme en
tres aspectos que son importantes para que la oración se desarrolle y pueda ser
entendida de la forma en que Jesús la entendía.
Cuando leemos:
Mat 6:5 "Cuando oren, no sean
como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y
en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han
obtenido toda su recompensa.
Mat 6:6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
Mat 6:6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
El primero de ellos es la hipocresía,
Jesús empieza diciéndoles que cuando oren no sean como los hipócritas. Un
hipócrita es alguien que finge o aparenta una virtud, sentimiento o cualidad,
de modo que Jesús nos dice, que Dios no gusta de los que aparentan, y con ello
es importante entender que hay muchas formas de hipocresía, está el que finge
orar para ganar indulgencias, otros fingen para aparentar ser los mejores,
otros fingen orar para quedar bien, otros para tratar de quedar bien con Dios,
otros para ganar favor con Dios, otros son hipócritas porque al parecer
espirituales pueden manipular a los demás a su antojo, otros ocultan sus
verdaderas intenciones debajo de apariencias de bondad, somos hipócritas cuando
escondemos el temor, el pecado y nuestras faltas con autojustificación, somos
hipócritas cuando no perdonamos a quienes nos ofenden, somos hipócritas cuando
envidiamos a nuestro prójimo. El creyente primero necesita reconocer su
hipocresía y su falta de compromiso para con la oración y la búsqueda de Dios
para que realmente pueda encontrarlo, de otro modo su oración no será eficaz y
su oración nunca será contestada, para poder alcanzar a Dios a través de la
oración necesitamos descubrir nuestra hipocresía a través
La segunda cuestión a tratar con la
oración es la intención (necesidad), y toda intención nace de una necesidad.
¿Cuál es tu intención al orar? La
oración debe surgir de una intención correcta, y esta debe ser con fe y para
fe. Muchos oran para que Dios cumpla lo que ellos quieren, otros buscan
manipular a Dios, otros solo por la necesidad urgente de que algo cambie o se
arregle, pero estas no son intenciones correctas para buscar a Dios. La
intención correcta solo puede surgir de la confianza que se genera en una
relación íntima forjada en la oración, allí es cuando comprendemos lo que Dios
quiere obrar en nosotros para salvación, para trasformación y cambio. No oramos
para que se haga lo que nosotros queremos, sino que oramos para que la voluntad
de Dios se cumpla, sea esta cual sea. Sin importar que no nos parezca, que no
estemos de acuerdo, estas actitudes fueron las mismas que desviaron el corazón
de Satanás, pero no pueden hallar cabida en nuestros corazones. Si la intención
no es correcta la necesidad muy probablemente tampoco lo será. Entonces pedimos
más de lo que necesitamos o en realidad no sabemos lo que necesitamos, para lo
cual está dispuesta la oración, de forma que podamos descansar en la voluntad
divina que dispone todo para nuestro bien.
La última cuestión a tratar antes de
ir a la oración es la intimidad, la oración de común no debe ser un acto
exterior, sino un acto interior, Jesús nos pide que cerremos la puerta a lo
externo y vayamos a la intimidad, a su recamara, para encontrarnos en la
intimidad. Pero en lo íntimo no puedes llevar tu forma de pensar, no puedes
imponer condiciones, si realmente quieres disfrutar de su presencia, si
realmente quienes encontrarte con él y gozarte en su presencia.
Para ir a lo íntimo necesitas dejar
tu ego, esa falsa imagen para que al desnudar tu ser en la intimidad puedas
verte tal cual eres en Dios. Cosas maravillosas te esperan en la intimidad.
Pero ella solo está disponible para los que verdaderamente le buscan, no por
necesidad, no por apariencia, sino porque quieren ir a lo íntimo, cueste lo que
cueste.
CONCLUSIÓN
¿Estás dispuesto para ir a la
intimidad?
¿Estás dispuesto a descubrir la
mentira que has creído?
¿Realmente anhelas al Padre y al
Hijo?
Entonces prepárate dejando de lado la
hipocresía, la mentira y el engaño, no importa o que digan los demás, deja de
lado toda autojustificación y reconoce tus errores, tu verdadera necesidad, y
deja que Dios la supla en lo íntimo, no te quedes en la superficie, vamos a lo
íntimo, en donde lo exterior queda atrás en pos de lo eterno, lo verdadero.
Quieres descubrirte tal cual eres,
entonces vamos acompáñame, te invito a buscarle con mayor intensidad, con mayor
entrega, con mas amor
Oremos, Señor en medio de nuestra
debilidad e inconstancia ayúdanos, permítenos encontrarnos contigo en la
oración para que nuestras vidas sean transformadas por tu gracia y poder. Amen.
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