domingo, 10 de noviembre de 2013

PREDICA DOMINICAL - DE EL, POR EL Y PARA EL



DE EL, POR EL Y PARA EL

PASAJE:

Rom 11:36  Porque todas las cosas proceden de él,  y existen por él y para él.  ¡A él sea la gloria por siempre!  Amén.

INTRODUCCION

Para Dios es claro que todo tiene un comienzo y un final, un origen y un propósito, de allí que todo lo que encontramos en la escritura tiene un propósito y sentido claro que ha de ser descubierto por el creyente para el fortalecimiento de su fe.

Puede que parezca ilógico o mal intencionado pensar que si todo proviene de Dios entonces la maldad también proviene de Dios, mas no es así, hemos llamado maldad a algo que no proviene o procede de Él, más bien surge de la ausencia de Él, cada creación tiene un propósito, los arboles lo tienen, refrescan el aire y dan sombra, el agua, trae vida y nutrientes a todos los seres, las abejas polinizan las plantas y permiten que existan las cosechas, la naturaleza es prueba de que todo tiene un propósito claro, pero parece que el ser humano e su desconexión con Dios, perdió la capacidad de encontrarle sentido o propósito a la vida.

Ha comenzado a vivir para dar contentamiento a sus placeres, y deseos, ha dejado de vivir con propósito y ahora vive consumido por el ego y la mentira, ha dejado de lado el propósito para irse tras el engaño de las riquezas, de la belleza y de los placeres de la carne, porque no comprende el propósito, de modo que se hace necesario que el hombre despierte en Dios para que pueda comprender la verdad, para que encuentre un propósito más allá de sus propias pretensiones.

DESARROLLO

En romanos encontramos que todas las cosas, todo lo creado, proviene de Él, existe por El y para El, que nos dice este versículo, que todo al parecer tiene un comienzo y un fin, un propósito que da sentido a su existir, que hace que su existencia no sea vana, mas encontrar este propósito que trae Dios a nuestras vidas, no proviene de la inteligencia o sabiduría humanas, provienen del entendimiento de la realidad espiritual que se encuentra en Cristo.

En unidad con Cristo nuestro ser despierta a la verdad, se hace consiente de su necesidad, de la falta de sentido que tiene todo lo que hace, sin Él, para que trabajas?, si no es para darte gusto y satisfacer tus deseos, para que te casas si estás buscando alguien que te haga feliz, engañándote a ti mismo, cuando ni siquiera tú mismo te amas de verdad, para que estudias?, si lo que buscas realmente es el reconocimiento de los demás, porque no sabes quién eres, aun no lo has comprendido y sigues en una frentica participación en las cosas de este mundo buscando, sin saber qué es lo que realmente buscas.

Mas en El, la búsqueda ha cesado, ahora lo has encontrado, aquello que buscaba tu corazón, aquello que verdaderamente necesitaba tu interior, entonces debes ser probado para que puedas ser perfeccionado y entonces reconozcas tu origen, al dejar tus propios argumentos, para que por fin sepas que es existir, que es ser, en El, ahora existes en la verdad, y entonces empiezas a vivir para El, porque sabes que en El todo lo tienes, te encuentras completo, satisfecho, saciado, perfecto.

CONCLUSION

Que es lo que te detiene para volver?, que es lo que no te permite reconocer tu origen?, porque has permitido que el engaño se convierta en tu verdad, despierta, es tiempo de que el Espíritu de Dios, trasforme tu vida, y te permita descubrir la verdad, el propósito y sentido que tienen tu vida en El, pues es en El, que todo se vuelve real, verdadero, genuino, sin falsedad, porque esta no encuentra cabida, se necesita ser despertado por el Padre, atender a Su llamado, para que el fuego del propósito que hay en ti, se encienda y brille, para dar gloria a Su nombre.

Solo en el propósito el ser es completado, se encuentra perfeccionado y permite ser saciado en El, todo cobra un verdadero valor en la existencia con Dios, antes todo es vano, todo es pasajero, pero en El, todo es eterno, valioso.

Jesús es el medio, el origen y el fin de todo, de modo que en El, la plenitud se hace presente para completar aquello que estaba incompleto, aquello que faltaba ser consumado.

Oremos, Señor nos entregamos a ti, reconociendo nuestra necesidad por ti, la falta de entendimiento que nos apartó de ti, permite que tu Espíritu traiga luz a nuestro entendimiento para que podamos comprender el propósito por el cual hemos sido llamados a tu luz admirable, para que alcancemos a percibir el sentido que tiene la vida y todo lo que nos rodea, para que sabiendo podamos dar gloria a tu nombre en todo. Amen.

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