domingo, 3 de noviembre de 2013

PREDICA DOMIICAL - TODO TIENE SU TIEMPO


PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe

TODO TIENE SU TIEMPO

 

Eclesiastes 3:1  Todo tiene su tiempo,  y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Ecc 3:2  Tiempo de nacer,  y tiempo de morir;  tiempo de plantar,  y tiempo de arrancar lo plantado;

Ecc 3:3  tiempo de matar,  y tiempo de curar;  tiempo de destruir,  y tiempo de edificar;

Ecc 3:4  tiempo de llorar,  y tiempo de reir;  tiempo de endechar,  y tiempo de bailar;

Ecc 3:5  tiempo de esparcir piedras,  y tiempo de juntar piedras;  tiempo de abrazar,  y tiempo de abstenerse de abrazar;

Ecc 3:6  tiempo de buscar,  y tiempo de perder;  tiempo de guardar,  y tiempo de desechar;

Ecc 3:7  tiempo de romper,  y tiempo de coser;  tiempo de callar,  y tiempo de hablar;

Ecc 3:8  tiempo de amar,  y tiempo de aborrecer;  tiempo de guerra,  y tiempo de paz.

 

INTRODUCCION

Comprender lo que significa el tiempo para Dios, es comprender la vida misma en toda su extensión y esencia, cuando no comprendemos lo que el tiempo significa entonces la vida parece la sucesión de eventos fortuitos, y la frustración surge.

El tiempo tal cual lo ve Dios es incomprensible para el hombre, el tiempo no es tan solo la medición de un espacio y lugar, el tiempo es más completo, es más un estado de vida, en el cual se expone al hombre ante todo lo que la vida puede ofrecerle, para que el hombre pueda comprender su esencia y verdad.

El hombre desde siempre ha buscado la prolongación del tiempo para su vida, porque cree que perdurando en el tiempo puede dar sentido a la misma, el hombre cree que entre mayor cantidad de tiempo vivido mejor será su propia experiencia, sin entender lo que la vida misma quiere enseñarle a través de todo lo que vive.

DESARROLLO

El pasaje de hoy revela la misma esencia del tiempo y de la vida, creemos que el tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos, pero el tiempo va más allá de ser tan solo eso, aunque el tiempo puede darnos una medida, en realidad depende de nosotros el como la percibimos, muchos con los años, podrán darse cuenta que el tiempo deja de importar y parece haber pasado tan rápido entre un evento y otro, entre los años de la niñez y la vejez, porque entienden que el tiempo ya no puede medir estos eventos, están grabados en tu mente, pero los has convertido en algo tuyo, en vez de verlos como la oportunidad que Dios ha permitido en tu vida para que puedas volver a casa.

El tiempo nos permite ordenar los sucesos en secuencias, el problema empieza cuando  establecemos un pasado, o un futuro porque entonces dejamos de percibir el tiempo en presente, sino que le imponemos un lugar y entonces lo desplazamos, aunque establecer un orden es el diseño de Dios, lo hemos establecido según nuestros parámetros y eso limita nuestro entendimiento. Aunque el tiempo se mide en segundos, su percepción siempre está dispuesta por el observador, de modo que nadie experimenta el tiempo de igual manera, Dios ha dispuesto un tiempo, un espacio y un lugar para que el hombre pueda experimentar por sí mismo, todo lo que la vida puede darle.

“Todo tiene su tiempo”, todo está concatenado, vinculado, o unido, todo lo que sucede en nuestras vidas tiene su tiempo, la muerte y la vida están unidas, no separadas, hemos de experimentar la muerte para experimentar la vida, tanto en lo espiritual como en lo terrenal, existe un tiempo en nuestras vidas en donde todo lo que sembramos a su tiempo dará cosecha, pero esto ya está dado, no por el tiempo, sino en la eternidad, porque en la eternidad de funden el aquí y el ahora, para dar sentido a todo lo que vivimos, para que todo lo que vivimos no este limitado por el tiempo, sino por la fe y el propósito en Dios.

CONCLUSION

Podríamos hablar muchas cosas sobre el tiempo, sobre cómo lo percibimos y miramos y de seguro tendríamos muchas cosas para hablar y compartir por la escritura, pero lo importante es que empieces a mirar el tiempo, como Dios quiere que lo miremos, no como un pasado, presente o futuro, sino como una eternidad cuando empezamos a vivir en El.

No necesitas más tiempo, más bien lo que necesitas es aprovechar el tiempo que se te ha confiado para entendido el propósito del mismo, puedas vivirlo con intensidad y entendimiento de la verdad, para que no te frustre lo que ha pasado en tu vida, ni te llenes de temor por lo que vendrá, porque el temor se vale de tu pasado o futuro para inhabilitarte, más cuando vives en el tiempo de Dios, en la eternidad, entonces lo que haces, no lo haces por una recompensa en el tiempo sino con el entendimiento de que todo tiene su tiempo, no te quejaras por la enfermedad, sino que la afrontaras con valentía, porque también has de disfrutar de tu salud, lo que das no lo das por esperar que algo suceda, sino porque ya ha sucedido primero en tu corazón, y aunque como muchos de los hombres de Dios, no veas el cumplimiento de la promesa en el tiempo de los hombres, con certeza y fe en tu corazón entenderás que ya se ha cumplido en El, todo lo que tu ser anhela.

Oremos, Señor que comprendamos que todo tiene su tiempo, que esta verdad sea comprendida por nuestra mente, para que confiados en ti, vivamos una vida que de honra y gloria a Tu nombre, que el tiempo no limite nuestras esperanzas, sino que ellas estén puestas en Ti, oramos, para que fortalecidos en ti podamos confiar en cada circunstancia, evento o situación que hayamos de experimentar en nuestras vidas, y para que dejando todo estrés, angustia y dolor por el pasado, o futuro podamos experimentar nuestro aquí y ahora en Ti, confiando en Ti a cada momento. Amen.

 

 

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