PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
TODO TIENE SU TIEMPO
Eclesiastes
3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo
tiene su hora.
Ecc 3:2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
Ecc 3:3
tiempo de matar, y tiempo de
curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
Ecc 3:4
tiempo de llorar, y tiempo de
reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
Ecc 3:5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
Ecc 3:6
tiempo de buscar, y tiempo de
perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
Ecc 3:7
tiempo de romper, y tiempo de
coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Ecc 3:8
tiempo de amar, y tiempo de
aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
INTRODUCCION
Comprender lo que significa el tiempo para Dios, es
comprender la vida misma en toda su extensión y esencia, cuando no comprendemos
lo que el tiempo significa entonces la vida parece la sucesión de eventos
fortuitos, y la frustración surge.
El tiempo tal cual lo ve Dios es incomprensible para el
hombre, el tiempo no es tan solo la medición de un espacio y lugar, el tiempo
es más completo, es más un estado de vida, en el cual se expone al hombre ante
todo lo que la vida puede ofrecerle, para que el hombre pueda comprender su
esencia y verdad.
El hombre desde siempre ha buscado la prolongación del
tiempo para su vida, porque cree que perdurando en el tiempo puede dar sentido
a la misma, el hombre cree que entre mayor cantidad de tiempo vivido mejor será
su propia experiencia, sin entender lo que la vida misma quiere enseñarle a
través de todo lo que vive.
DESARROLLO
El pasaje de hoy revela la misma esencia del tiempo y de la
vida, creemos que el tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos, pero el
tiempo va más allá de ser tan solo eso, aunque el tiempo puede darnos una
medida, en realidad depende de nosotros el como la percibimos, muchos con los
años, podrán darse cuenta que el tiempo deja de importar y parece haber pasado
tan rápido entre un evento y otro, entre los años de la niñez y la vejez,
porque entienden que el tiempo ya no puede medir estos eventos, están grabados
en tu mente, pero los has convertido en algo tuyo, en vez de verlos como la
oportunidad que Dios ha permitido en tu vida para que puedas volver a casa.
El tiempo nos
permite ordenar los sucesos en secuencias, el problema empieza cuando establecemos un pasado, o un futuro porque entonces dejamos de percibir el tiempo en
presente, sino que le imponemos un lugar y entonces lo desplazamos, aunque
establecer un orden es el diseño de Dios, lo hemos establecido según nuestros
parámetros y eso limita nuestro entendimiento. Aunque el tiempo se mide en
segundos, su percepción siempre está dispuesta por el observador, de modo que
nadie experimenta el tiempo de igual manera, Dios ha dispuesto un tiempo, un
espacio y un lugar para que el hombre pueda experimentar por sí mismo, todo lo que
la vida puede darle.
“Todo tiene su
tiempo”, todo está concatenado, vinculado, o unido, todo lo que sucede en
nuestras vidas tiene su tiempo, la muerte y la vida están unidas, no separadas,
hemos de experimentar la muerte para experimentar la vida, tanto en lo
espiritual como en lo terrenal, existe un tiempo en nuestras vidas en donde
todo lo que sembramos a su tiempo dará cosecha, pero esto ya está dado, no por
el tiempo, sino en la eternidad, porque en la eternidad de funden el aquí y el
ahora, para dar sentido a todo lo que vivimos, para que todo lo que vivimos no
este limitado por el tiempo, sino por la fe y el propósito en Dios.
CONCLUSION
Podríamos hablar
muchas cosas sobre el tiempo, sobre cómo lo percibimos y miramos y de seguro
tendríamos muchas cosas para hablar y compartir por la escritura, pero lo
importante es que empieces a mirar el tiempo, como Dios quiere que lo miremos,
no como un pasado, presente o futuro, sino como una eternidad cuando empezamos
a vivir en El.
No necesitas más
tiempo, más bien lo que necesitas es aprovechar el tiempo que se te ha confiado
para entendido el propósito del mismo, puedas vivirlo con intensidad y
entendimiento de la verdad, para que no te frustre lo que ha pasado en tu vida,
ni te llenes de temor por lo que vendrá, porque el temor se vale de tu pasado o
futuro para inhabilitarte, más cuando vives en el tiempo de Dios, en la
eternidad, entonces lo que haces, no lo haces por una recompensa en el tiempo
sino con el entendimiento de que todo tiene su tiempo, no te quejaras por la
enfermedad, sino que la afrontaras con valentía, porque también has de
disfrutar de tu salud, lo que das no lo das por esperar que algo suceda, sino
porque ya ha sucedido primero en tu corazón, y aunque como muchos de los
hombres de Dios, no veas el cumplimiento de la promesa en el tiempo de los
hombres, con certeza y fe en tu corazón entenderás que ya se ha cumplido en El,
todo lo que tu ser anhela.
Oremos, Señor que
comprendamos que todo tiene su tiempo, que esta verdad sea comprendida por nuestra
mente, para que confiados en ti, vivamos una vida que de honra y gloria a Tu
nombre, que el tiempo no limite nuestras esperanzas, sino que ellas estén
puestas en Ti, oramos, para que fortalecidos en ti podamos confiar en cada
circunstancia, evento o situación que hayamos de experimentar en nuestras
vidas, y para que dejando todo estrés, angustia y dolor por el pasado, o futuro
podamos experimentar nuestro aquí y ahora en Ti, confiando en Ti a cada
momento. Amen.
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