Cuenta
la historia que hubo otro rey mago, que llegó tarde a la cita con los otros por
ayudar a un anciano.
Por
sus medios se desplazó a Belén, pero la Sagrada Familia había partido a
Egipto, en donde intentó buscarlos infructuosamente, pero siempre se enredaba
ayudando a algún necesitado.
Vuelto a su lugar de origen, los reyes magos le contaron sobre el niño
Jesús, y en su corazón prometió encontrarlo.
Cuando
después de 30 años oyó del profeta de Galilea, quiso verlo.
Desafortunadamente, nunca llegaba en el momento oportuno por arreglar
las miserias que iba encontrando en el camino.
Por fin, ya anciano alcanzó a Jesús subiendo al Gólgota, y le dijo:
"Toda mi vida te he buscado sin poder encontrarte". Jesús contestó:
"No necesitabas buscarme, porque tú siempre estuviste a mi lado".
Mat 28:20
Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre
con ustedes, hasta el fin del mundo.»
Mucho es el tiempo que desperdiciamos en la
vida tratando de arreglar la nuestra, buscando riquezas materiales y beneficios
para nuestro sustento; también desperdiciamos mucho tiempo en distracciones,
hobbies y las cosas que nos gustan, pero pocas veces como creyentes nos
dedicamos a hacer lo que Cristo nos envió a hacer. Como creyentes debemos
cumplir la misión encomendada por Cristo predicando el evangelio, haciendo
discípulos, enseñando, bautizando, y obedeciendo todo lo que Cristo nos pidió,
pero pocos entienden su llamado. Muchos son los que se envuelven en los
negocios de la vida haciéndose creyentes infructuosos. Esta historia nos
recuerda que debemos dedicarnos a lo que es verdaderamente importante, buscar a
Dios en oración y obrar conforme a esta fe ayudando a los necesitados. Mientras
algunos solo procuran conocimiento y entendimiento, otros solo procuran el
bienestar de su alma, olvidando lo que dijo Jesús: “Porque el que quiera salvar
su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará” (Mat
16:25). Este hombre se dedicó a servir al prójimo y en su infructuosa búsqueda del
Jesús hombre, se encontró con que al obrar conforme a la fe, allí también le encontró.
Ojalá fuéramos hacedores que oidores, porque hay muchos oidores de la palabra
pero pocos hacedores de la misma. El pasaje bíblico nos recuerda que si hacemos
lo que él nos envió a hacer, el estaría con nosotros siempre. Recordemos esta
bella promesa que se cumple solo si hacemos lo que se nos envió a hacer.
GUIA DE ESTUDIO
¿En qué deberías estar obedeciendo a Dios?
¿Qué te está pidiendo Dios que hagas?
¿Qué te está distrayendo de tu propósito?
¿Sabes que Dios está contigo mientras hagas su
voluntad?
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