lunes, 20 de noviembre de 2017

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Cuenta la historia que hubo otro rey mago, que llegó tarde a la cita con los otros por ayudar a un anciano.
Por sus medios se desplazó a Belén, pero la Sagrada Familia ha­bía partido a Egipto, en donde intentó buscarlos infructuosamen­te, pero siempre se enredaba ayudando a algún necesitado.
Vuelto a su lugar de origen, los reyes magos le contaron sobre el niño Jesús, y en su corazón prometió encontrarlo.
Cuando después de 30 años oyó del profeta de Galilea, quiso verlo.
Desafortunadamente, nunca llegaba en el momento oportuno por arreglar las miserias que iba encontrando en el camino.
Por fin, ya anciano alcanzó a Jesús subiendo al Gólgota, y le dijo: "Toda mi vida te he buscado sin poder encontrarte". Jesús contestó: "No necesitabas buscarme, porque tú siempre estuviste a mi lado".

Mat 28:20  Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»

Mucho es el tiempo que desperdiciamos en la vida tratando de arreglar la nuestra, buscando riquezas materiales y beneficios para nuestro sustento; también desperdiciamos mucho tiempo en distracciones, hobbies y las cosas que nos gustan, pero pocas veces como creyentes nos dedicamos a hacer lo que Cristo nos envió a hacer. Como creyentes debemos cumplir la misión encomendada por Cristo predicando el evangelio, haciendo discípulos, enseñando, bautizando, y obedeciendo todo lo que Cristo nos pidió, pero pocos entienden su llamado. Muchos son los que se envuelven en los negocios de la vida haciéndose creyentes infructuosos. Esta historia nos recuerda que debemos dedicarnos a lo que es verdaderamente importante, buscar a Dios en oración y obrar conforme a esta fe ayudando a los necesitados. Mientras algunos solo procuran conocimiento y entendimiento, otros solo procuran el bienestar de su alma, olvidando lo que dijo Jesús: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará” (Mat 16:25). Este hombre se dedicó a servir al prójimo y en su infructuosa búsqueda del Jesús hombre, se encontró con que al obrar conforme a la fe, allí también le encontró. Ojalá fuéramos hacedores que oidores, porque hay muchos oidores de la palabra pero pocos hacedores de la misma. El pasaje bíblico nos recuerda que si hacemos lo que él nos envió a hacer, el estaría con nosotros siempre. Recordemos esta bella promesa que se cumple solo si hacemos lo que se nos envió a hacer.

GUIA DE ESTUDIO

¿En qué deberías estar obedeciendo a Dios?
¿Qué te está pidiendo Dios que hagas?
¿Qué te está distrayendo de tu propósito?
¿Sabes que Dios está contigo mientras hagas su voluntad?


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