PREDICA DOMINICAL
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
LA
NECESIDAD DE TENER MAESTROS EN LA IGLESIA
Rom
2:21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar,
¿hurtas?
INTRODUCCIÓN
En
medio de una revolución de la iglesia en la cual la apostasía y las enseñanzas
falsas llenan a los llamados hijos de Dios, nos encontramos con una necesidad
imperiosa. La de levantar a los maestros dentro de la congregación, si, ese
ministerio que parece que olvidamos, el del maestro. No son muchos pero son
valiosísimos, ellos buscan predicar la sana doctrina y para ello se valen de
todo lo que tienen en sus manos por la gracia divina para que el pueblo de Dios
no perezca por falta de conocimiento.
Los
maestros poseen un hambre y una sed por la verdad como pocos, por eso
constantemente se ven envueltos en discusiones sobre la sana doctrina y con
paciencia y amor guían a los hermanos a la verdad en medio de tantos engaños.
Su hambre y sed por la verdad hace que quieran saberlo todo, aunque no todo les
será revelado, pero siempre optaran por la verdad cuando ella se hace evidente
y se volverán a las raíces del cristianismo y la verdad para dar respuestas a
las inquietudes más sinceras de todo creyente.
DESARROLLO
Pero
esta la iglesia poniendo a los maestros en el lugar que les corresponde, creo
con tristeza que no. Las iglesias buscan hoy apóstoles, profetas, y en unos
pocos casos a evangelistas para dirigir sus congregaciones, pero se olvidan de
un ministerio demasiado importante para no ser tomado en cuenta. Muchos siervos
de Dios se olvidan de su necesidad de aprender de las escrituras y de tomar en
cuenta el consejo de los maestros. Por eso muchos van creyendo cuanta cosa
tienen en la cabeza o les es promulgada por algún otro ministro, sin cuestionar
su veracidad con las escrituras.
¿Porque
si enseñamos a los demás no vamos a ser instruidos?, o ¿creemos que por el
hecho de enseñar no necesitamos de la instrucción en base a las escrituras?. He
visto como la iglesia se llena de escuelas e iglecrecimiento, en guerra espiritual,
en sanidad interior, en tantas y tantas cosas, pero como prescindimos de la
enseñanza bíblica correcta, pocos de nosotros sabemos concatenar las enseñanzas
de Pablo, Pedro y los apóstoles, sus historias, la historia de la iglesia.
Muchos ni siquiera conocen de donde surgió la reforma protestante y sus
pilares. Necesitamos volver a ser enseñables, eso hace parte de la humildad y
de la madurez cristiana.
No
soy el más docto de los escritores, ni el más versado predicador, aun no tengo
estudios teológicos, aunque los anhelo, pero creo que todo tiene su tiempo, por
ahora soy un estudioso acucioso de las escrituras. Pero lo que si he aprendido
de muchos valiosos maestros es a tomar el consejo de las escrituras para mi
vida, mis decisiones y para lo que enseño, pues no quiero estar luego delante
de Dios dando cuentas por falsas enseñanzas. Tampoco me ha llamado Dios a
criticar a otros siervos, pero sí creo firmemente que la falsa enseñanza tarde
o temprano sale a la luz, más cuando predicamos todo el consejo de Dios. Recibo
frecuentemente mensajes en los que me exponen las enseñanzas falsas que muchos
hermanos reciben y con las mismas escrituras trato de dar respuesta, para que
no piensen que es solo mi opinión sobre el tema, sino que este sustentado sobre
lo que las escrituras mencionan.
Iglesia
es necesario buscar maestros. Maestros que traigan equilibrio a nuestra
predicación, que nos confronten con las escrituras para saber si lo que
predicamos es bíblico o no, porque no podemos vivir de aquello que nos parece,
o de aquello que les funciona a algunos, ni mucho menos incentivar estas
enseñanzas en el pueblo de Dios, pues daremos cuentas a Dios y necesitamos ser
lo más veraces posible. No dejes tu iglesia sin un maestro, sin alguien que
conozca o que sea acucioso en su estudio, pues ellos podrán ayudarte mucho más
de lo que te puede ayudar cualquier otro ministerio. Búscales con el deseo
sincero de aprender, porque aunque no se las sepan todas, tenemos el anhelo de
aprender y servir al conocimiento de Dios, conforme a su voluntad.
CONCLUSIÓN
No
te permitas creer algo sin un sustento bíblico, si no tienes maestros en tu congregación,
búscales en internet, lee sus contenidos, te ayudaran a crecer y a madurar en
tu fe. Son muchas las falsas enseñanzas que surcan los caminos de la iglesia,
con muchas hemos tropezado, pero la gracia de Dios nos sostiene para seguir
adelante y buscar sinceramente de Dios.
Necesitamos
maestros que nos enseñen, que nos guíen en los caminos oscuros de la duda y la
falsedad, necesitamos volver a las escrituras y corroborar allí todo lo que se
nos enseña, porque hoy en día se predica con un énfasis exagerado en el “yo”,
se habla mucho de si mismo, se expone poco o nada las escrituras, hay más
motivación que exhortación, y poco o nada se aprende del pragmatismo.
Volvámonos a Dios, déjate enseñar, busca guía y deja todo aquello que no te
acerque a Dios y su voluntad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con nosotros. Bendiciones