lunes, 25 de julio de 2016

TIEMPO DE REFLEXIÓN

FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS UNOS FRACASADOS. Significa que todavía no hemos tenido buen éxito.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO HEMOS LOGRADO NADA. Significa que hemos aprendido algo.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS ACTUADO COMO NE­CIOS. Significa que hemos tenido mucha fe.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS SUFRIDO EL DESCRE­DITO. Significa que estuvimos dispuestos a probar.
FRACASO NO SIGNIFICA FALTA DE CAPACIDAD. Significa que debemos hacer las cosas de distinta manera.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS INFERIORES. Significa que no somos perfectos.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO NUESTRA VIDA. Significa que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE DEBEMOS ECHARNOS ATRÁS. Significa que tenemos que luchar con mayor ahínco.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE JAMAS LOGRAREMOS NUESTRAS METAS. Significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.
FRACASO NO SIGNIFICA QUE DIOS NOS HA ABANDONADO. ¡Significa que Dios tiene una mejor idea y un plan de salvación mejor para nosotros!

2Co 10:10 pues algunos dicen: "Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie, y como orador es un fracaso."

Pablo también fue considerado un fracaso, su predicación aunque cargada de la unción de Dios, no era la mejor y fue fuertemente criticado por ello por una parte de la iglesia. Quien pensaría eso de un ser como Pablo quien inspirado por Dios escribió gran parte de lo que conocemos como el nuevo testamento, quien guía hoy en día lo que se enseña y predica en nuestras congregaciones. Para muchos Pablo era un predicador fracasado, pero para Dios Pablo era su escogido para traer a las naciones gentiles a sus pies, cuan diferente es lo que piensa el hombre de lo que piensa Dios. La historia de hoy nos recuerda que el fracaso es solo una cuestión de perspectiva, de la forma en que decidimos ver las cosas. Mientras fracasas para el mundo, Dios te enseña, te transforma, y te disciplina. No te dejes abatir cuando creas que has fracasado según los preceptos del mundo, más bien renueva tu mente en la palabra de Dios y confía en él, para que veas como el usa tu fracaso para glorificarse a el mismo y bendecir a muchos. No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, o su porvenir. Quiere tú, lo que Dios quiere. Ofrécele en medio de inquietudes y dificul­tades el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de su Providencia. Poco importa que te consideres un fracasado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto. Piérdete confiado ciegamente en ese Dios que te quiere para sí y que llegará a ti, aunque no lo veas. Piensa que estás en sus ma­nos, tanto más fuertemente cogido, cuánto más decaído y triste te sientas. Vive feliz, vive en paz, que nada te altere, que nada sea capaz de quitarte tu paz, ni la fatiga, ni tus fallos. Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor, continuamente te dirige. Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada todo aquello que te llene de la paz de Dios. Adora y confía.

GUÍA DE ESTUDIO

¿Te sientes un fracasado?
¿Has fracasado en algo y sabes lo que se siente?
¿Crees que los demás piensan que eres un fracasado?

¿Sabes lo que Dios piensa de ti?

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