Un campesino,
que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo
ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.
Un día, su
capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo
pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar
el caballo de allí.El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate.
Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra dentro del pozo como para cubrir al caballo.
Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, ¡consiguió salir!
Si
estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan
sobre ti la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo,
recuerda el caballo de esta historia. No aceptes la tierra que tiraron sobre
ti; sacúdela y sube sobre ella. Y cuanto más tiraren,
más irás subiendo, subiendo, subiendo...
Apocalipsis
2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi
nombre, y no has desmayado.
El camino del creyente no es un camino más
fácil, en realidad es un camino más consciente, más despierto, pero no fácil, por
eso al enfrentar dificultades, sufrimientos, dolores, perdidas, enemistades,
chismes, o persecución en nosotros está la posibilidad de elegir como
respondemos ante las circunstancias que se nos presentan, o permitimos que
ellas nos entierren en la frustración y el dolor, o mejor elegimos el perdón,
la oración, el amor y la paciencia, para responder ante lo que se nos presenta
dando gracias a Dios por permitirnos a través de ellas seguir creciendo. La
historia de hoy nos recuerda que cuando estamos conscientes de la presencia de
Dios en nuestras vidas, elegir el camino de vida, siempre estará disponible
para el creyente, un camino que te permitirá seguir subiendo a pesar de que
otros te echen la tierra de su egoísmo, de su ansiedad, de su preocupación, de
su afán, de su dolor, de sus mentiras y engaños, Dios ha dispuesto que puedas
elegir lo mejor, la virtud de sobrepasar la adversidad. El versículo de hoy nos
recuerda que la iglesia siempre sufrirá persecución, dolor y angustia en este
mundo, pero con paciencia hemos de perseverar en la obra que tenemos por
delante, de llevar el mensaje que se nos ha encomendado a pesar de que todo
pueda estar en nuestra contra, que Dios pueda decirnos siempre que trabamos paciente,
diligente y perseverantemente por amor de Su nombre sin desmayar en el intento.
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