ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo A. Sastoque M.
Ministerio Unidad de la Fe
2Co 7:1 Así
que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de
espíritu, perfeccionando la santidad en
el temor de Dios.
Hechos hijos de Dios por el sacrificio de Cristo, permitamos que toda
circunstancia obre en nosotros para limpieza de nuestra carnalidad, y para que
el espíritu se haga manifiesto, apartándonos de todo lo impuro, lo profano, lo
que contamina nuestro ser, para perfeccionarnos a semejanza de Cristo, en el
respeto, la honra y el conocimiento de la verdad en Dios.
2Co 7:2 Admitidnos: a nadie hemos
agraviado, a nadie hemos
corrompido, a nadie hemos engañado.
Hagan espacio
para nosotros en su corazón, porque a nadie hemos procurado corromper, hacer
mal, hemos hecho injusticia, hemos codiciado o ganado ventaja, porque este tipo
de obras no caben en la vida de un hombre espiritual, que viva en comunión con
Dios, provienen de nuestra naturaleza carnal, que aunque está con nosotros, no
procede ante la negación de si mismo.
2Co 7:3 No lo digo para condenaros; pues ya he dicho antes que estáis en nuestro
corazón, para morir y para vivir
juntamente.
Pablo no
dice esto para condenar sus acciones, sino que les trata como a discípulos
amados que están en su corazón, y por los cuales daría su vida.
2Co 7:4 Mucha franqueza tengo con
vosotros; mucho me glorío con respecto
de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras
tribulaciones.
En una
relación discípulo maestro solo puede surgir confianza, franqueza y verdad,
para poder apoyar el desarrollo espiritual del discípulo, es de grato orgullo
reconocer el buen proceder de todos aquellos a quienes se enseña la verdad, lo
cual llena de consuelo y gratitud el corazón del apóstol, y le llena de gozo
aun en medio de todo sufrimiento, porque reconoce que el poder de Dios ha
obrado en sus corazones.
2Co 7:5 Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera,
conflictos; de dentro, temores.
En todo
lugar en donde la obra de Dios empieza a expandirse las tribulaciones aparecen,
os siervos de Dios sufren conflictos, batallas y contiendas por fuera e
interiormente el temor surge y ataca nuestra alma tratando de inutilizarnos en
el propósito divino, mas Dios nuestro consolador se fortalece en nuestras
debilidades, para que podamos reconocer que no es por lo que hacemos, es por Su
gracia que logramos todo.
2Co 7:6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito;
Dios
consuela nuestros corazones de distintas maneras, con Pablo lo hizo permitiendo
que Tito le acompañara en todas sus vicisitudes, en otras ocasiones Su misma
palabra trae consuelo y descanso a nuestras almas afligidas, en otras oír la
palabra lo hace, en otras la ayuda de los hermanos puede hacerlo, porque
nuestra alma frágil y afligida por la soledad, os conflictos y los temores,
necesita del apoyo, consuelo y ayuda divina, que a veces se muestra en la
persona de un amigo, discípulo o familiar.
2Co 7:7 y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él
había sido consolado en cuanto a vosotros,
haciéndonos saber vuestro gran afecto,
vuestro llanto, vuestra solicitud
por mí, de manera que me regocijé aún
más.
El
reconocer la obra de Dios para con los hermanos es algo que consuela el corazón
de los que sirven a Dios, porque ven el fruto de la obra en manos de Dios para
crecimiento y desarrollo espiritual de los que allí están, por eso la llegada
de Tito con tan buenas noticias, consuela el corazón del apóstol, saberse amado
por los hermanos no solo en palabras, en oraciones, sino también en hechos es
algo que reconforta nuestras almas, cuando las cosas parecen no ir bien.
2Co 7:8 Porque aunque os contristé con la
carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó.
Puede que
al principio algo que digamos, confrontemos, o exhortemos a la iglesia o a
algún miembro, pueda parecer duro, como Pablo llego a pensar con la misiva que
había enviado anteriormente, porque supo que su carta les había contristado,
mas luego de comprender el propósito de la misma y el resultado que produjo por
la gracia de Dios, ya no peso más sobre su conciencia lo hecho, pues sabía que
Dios lo había usado para bien.
2Co 7:9 Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para
arrepentimiento; porque habéis sido
contristados según Dios, para que
ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.
Y aquí nos
expresa el motivo de su inmensa alegría, que no es por la tristeza que recibir
la carta les produjo, sino por lo que Dios obro a través de esa misma tristeza,
la cual trajo al arrepentimiento a los que estaban en pecado y contiendas, aunque
parezca que el hombre dirige sus pasos, Dios es quien encamina sus decisiones
permitiendo en ocasiones que la tristeza obre en el corazón para quebrantar
todo orgullo, vanidad, o vanagloria.
2Co 7:10 Porque la tristeza que es según
Dios produce arrepentimiento para salvación,
de que no hay que arrepentirse;
pero la tristeza del mundo produce muerte.
Este pasaje
es claro en mostrarnos que existen dos tipos de tristeza, una tristeza que solo
es percibida por el alma, en donde la emoción carcome el corazón del hombre y
le conduce a muerte, porque la tristeza, la depresión profunda puede llevar a
hacerle pensar al hombre que la vida no tiene sentido y que acabar con ella
puede ser la mejor salida; la otra tristeza es una tristeza que aunque se expresa
con el alma, penetra al espíritu del hombre y quebranta el corazón que se ha
endurecido por el pecado, para permitirle llegar al arrepentimiento que produce
salvación, que libera al hombre del yugo del pecado, para permitirle ser libre
en Cristo.
2Co 7:11 Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados
según Dios, ¡qué solicitud produjo en
vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor,
qué ardiente afecto, qué
celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el
asunto.
En este
pasaje podemos encontrar os frutos de un verdadero arrepentimiento, frutos que
no se pueden imitar o falsear, surgen de manera natural cuando el corazón del
hombre ha sido tocado por Dios, cuando la consciencia despierta del sueño
profundo y se levanta para conducir al hombre a la verdad por el poder del Espíritu
Santo. Lo primero que produce es solicitud, diligencia, fervor, esmero,
esfuerzo, por dejar el pecado y seguir la verdad, por aprender lo que Dios dice
en Su palabra, por poner por obra la verdad, por estar en santidad para con
Dios; lo siguiente que produce es una defensa de la verdad, el reconocimiento
de esa misma verdad ahora produce en nosotros la capacidad de defender aquello
que creemos y que antes no nos importaba, con respeto por aquel a quien amamos;
también produce indignación, que dolor indignación y disgusto produce en
nosotros la verdad ante la mentira que creímos durante años, reconocernos
pecadores, nuestra banca rota espiritual, indignos de Su amor y presencia, que
dolor produce el pecado en nuestras vidas, toda equivocación, todo engaño de
ahí en adelante; asimismo temor, que reverencia, que respeto surge en nosotros
para con Dios, por lo sagrado, no es algo que nos digan que tenemos que hacer,
es algo que surge del espíritu, ahora lo sagrado es importante, nuestra actitud
es reverente, cambia inmediatamente, sin coerción, lo hacemos con libertad;
produce un ardiente afecto, un ardiente deseo por las cosas de Dios, por la
palabra, por la santidad, por obrar conforme a Su voluntad; de igual manera
provoca un celo, por la santidad, por lo divino, por lo puro, por Dios y Su
palabra; ademas provoca vindicación, restitución, retribución, por devolver
bien por mal, por devolverle a Dios toda la honra, la gloria y el poder que
nunca le dimos y que ahora nos sentimos agradecidos de recibirle como nuestro
Señor y Salvador. Estos son los frutos de un verdadero arrepentimiento.
2Co 7:12 Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el
agravio, ni por causa del que lo
padeció, sino para que se os hiciese
manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
Todo tiene
un propósito en el Señor, la carta escrita por el apóstol no fue escrita a
causa de lo que había sucedido, fue escrita porque nació en el corazón de Dios
para trasmitir al corazón del hombre trasformación, porque no surgió de la
voluntad humana, sino por la manifiesta solicitud y diligencia del apóstol por
poner las vidas de todos aquellos que se congregaban en Corinto, en las manos
de Dios.
2Co 7:13 Por esto hemos sido consolados
en vuestra consolación; pero mucho más
nos gozamos por el gozo de Tito, que
haya sido confortado su espíritu por todos vosotros.
Lo que
generó en la congregación, el arrepentimiento con el cual fueron trasformados
en el Espíritu Santo, que trajo consolación a las vidas tocadas por Dios,
también trajo consuelo, animo, y ayuda al corazón de Pablo, y aún más al saber
que Tito recibió confortación, y descanso al estar con ellos. La comunión entre
los hermanos es maravillosa, porque Dios la usa para confortar, para traer
descanso y reposo al alma de cada siervo.
2Co 7:14 Pues si de algo me he gloriado
con él respecto de vosotros, no he sido
avergonzado, sino que así como en todo
os hemos hablado con verdad, también
nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad.
Pablo se
gloriaba, se jactaba o hacia alarde de la iglesia de Corinto, porque siempre
habían obrado conforme a la fe, y su arrepentimiento fruto del amor de Dios,
había quitado toda sombra de vergüenza, para que obrando en la verdad, su
jactancia no resultara vana.
2Co 7:15 Y su cariño para con vosotros es
aún más abundante, cuando se acuerda de
la obediencia de todos vosotros, de cómo
lo recibisteis con temor y temblor.
Tito fue
tocado con el cariño que la iglesia de Corinto le profeso, más su gozo proviene
de la obediencia, el temor y temblor con el que le recibieron y se comportaron
con él. Tal cual la iglesia debería
recibir a todo siervo de Dios, con respeto, cariño, honra, y en obediencia de
corazón, siempre y cuando el siervo muestre frutos de arrepentimiento
verdaderos y siga las recomendaciones para el servicio.
2Co 7:16 Me gozo de que en todo tengo
confianza en vosotros.
La relación discípulo maestro es algo
maravilloso, porque es una relación de completa confianza, reverencia,
disciplina y amor, tal cual lo menciona Pablo al terminar este capítulo.
Muy linda página! Muy bien explicado todo! Muchas gracias ♡
ResponderBorrarexelente muy entendible me ayudo mucho a comprender estos versiculos
ResponderBorrarMe encanta esta página es de mjcha bendición para mi vida
ResponderBorrarME gustó mucho y me enseñó a comprender mas la palabra de Díos
ResponderBorrarMe gusto este estudio aprendí mucho
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