LA
RELIGIÓN ES CIEGA, LA FE NO
Heb 11:3 Por la fe entendemos que el universo fue
formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se
ve.
INTRODUCCION
Durante años nos hemos repetido la frase "la
fe es ciega", pero ¿es en verdad esto cierto?, tengo la impresión de que
no es así, una fe que no tiene donde sustentarse puede aparentar ser fe, pero
no lo es.
La religión ha sido el pilar en el que el mundo se
ha basado para buscar a Dios o a dioses diferentes, para el sistema religioso
es beneficioso que todos piensen que la fe es ciega, pues así los creyentes
serán más fáciles de manipular. Una fe sin experiencia y sin conocimiento, es una fe muerta.
El sistema religioso en muchos casos es un sistema de ciegos
tratando de guiar a otros ciegos, pero la vida espiritual no tiene nada que ver
con la ceguera, antes nuestros ojos deben ser abiertos para que la vida
espiritual fluya y podamos experimentar todo lo que esta es.
La fe es algo inherente a la humanidad, somos
crédulos por naturaleza, por ello también somos fáciles de engañar por el
sistema religioso sin importar de donde provenga. Este nos brinda seguridad,
pues son más en número, aunque ellos también vivan engañados en la mentira; nos
hace sentir cómodos, confiados, aunque sea un engaño.
DESARROLLO
El sistema vive engañando a las personas
haciéndoles creer que por participar de su sistema ya tienen algo ganado, la
salvación, la reencarnación, la vida eterna, por algunos méritos que cada
religión impone al hombre para que al ser cumplidos por el hombre, y así, este
alcance las recompensas anheladas. No hay peor engaño.
Santiago nos muestra la visión de una religión
verdadera, pura y sin macula:
Santiago 1:27 La religión pura y sin mancha delante
de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus
aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.
Como podemos notar, la verdadera religión va
primero hacia adentro al alejar al hombre de la corrupción del mundo y luego al
exterior transformandole y sirviendo al prójimo.
El camino del cristianismo es maravilloso pues
primero trata con el ser interior del hombre, su corrupción, su enfermedad,
para luego de haberle curado le permita servir a Dios y a su prójimo.
Sin una experiencia interior personal habrá ceguera
y con ceguera es imposible ir a Dios, se necesita experimentarle, conocerle
para que luego haya entendimiento.
La verdadera fe no es ciega, miremos lo que nos
dice hebreos:
Heb 11:3 Por la fe entendemos que el universo fue
formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se
ve.
De modo, que por la fe entendemos, sin la fe no se
puede comprender que haya un Dios, que este sea eterno y que comprendamos la
condición en la que nos encontramos.
La fe no es ciega, la fe necesita entendimiento y
el entendimiento es luz en medio de la ceguedad, cuando entendemos podemos
confiar, podemos estar seguro de aquello que esperamos, estamos confiados en
este Dios maravilloso que descubrimos.
Pablo mismo era un hombre que decía tener fe,
conforme al sistema religioso judío que seguía al pie de la letra, pero luego
de un encuentro con Jesús camino a Damasco, puede verle, para luego quedar
ciego. Luego de esta experiencia su vida cambia y ahora se convierte en un
hombre de Fe, un hombre que entiende lo que antes creia entender, pero ahora sabe y tiene
la certeza de su Señor y salvador Jesucristo.
CONCLUSIÓN
El adversario no tiembla ante los religiosos,
tiembla ante los espirituales, aquellos que entendiendo la verdad pueden obrar
conforme a lo que ven y entienden.
Los de fe ciega se creen cuanta cosa les dicen
porque ellos no ven las escrituras que tienen un testimonio firme de la verdad.
La religión quiere que seas ciego, que no veas, que no te intereses por
estudiar, ni leer tu biblia, ellos quieren que sigas ciego para poder seguir
manipulándote. Porque en el momento en que veas ya no les seguirás, ya no
caerás en sus engaños y mentiras, ya no te harán trampa, ni comerás cuento,
comerás biblia y pondrás tus ojos en el autor y consumador de tu fe que es
Cristo.
Con ojos bien abiertos y entendidos ahora seguimos
a aquel que dijo ser: el camino, la verdad y la vida, y para andar por este
camino necesitamos de nuestros ojos bien abiertos, para no ser engañados. De modo que no seamos ciegos guiando a otros ciegos.
Oremos, Señor abre nuestros ojos pues queremos
verte, seguirte y no equivocarnos, que podamos abandonar toda ceguera que la
religión haya impuesto en nuestras vidas y que tu luz resplandezca para ver en
medio de toda la oscuridad que nos rodea, amen.
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