COMO
SABER QUE CONOCEMOS A DIOS
1Jn
2:4 El que afirma: "Lo conozco”,
pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad.
INTRODUCCION
Muchas veces los cristianos nos
enfrascamos en vanas discusiones en base a doctrinas o a diferencias de
pensamiento, que no siempre son edificantes, preocupándonos mas por emitir
juicios sin valor o criticando sin mirarnos primeramente a nosotros.
Pero es poco lo que hemos
dedicado a dar a conocer a Dios, creemos que con que vengan a la iglesia,
cambien algunas cosas y oren de vez en cuando ya estamos formando cristianos,
pero nada más lejos de la realidad. La escritura nos advierte que habrá gente
que no conoce a Dios y pretenderá decir que si le conoce, pero se equivocan y
eso se debe a que estamos presentando mal el evangelio, hay un énfasis
exagerado en los dones y en doctrinas extremistas, que están corrompiendo el
evangelio y no están dando a conocer al Dios bíblico.
DESARROLLO
Para dar a conocer al Dios de la
biblia, es necesario volvernos a esta y ver lo que los apóstoles enseñaban
sobre Dios y Jesucristo para que podamos tener una correcta interpretación de
lo que es realmente conocer a Dios. En el versículo que da comienzo a esta
predicación encontramos a Juan enseñando que todo aquel que afirma que conoce a
Dios debe obedecer sus mandamientos, quien no lo conoce, no los pondrá por obra
y probablemente tampoco los enseñara.
Es entonces cuando debemos
revisar aquello que estamos enseñando, estamos enseñando la palabra de Dios,
que contempla sus mandamientos?, estamos enseñado sobre el amor, en el cual
esta todo el cumplimiento de la ley y los profetas, miremos lo que Jesús
enseña:
Mat
22:36 --Maestro, ¿cuál es el
mandamiento más importante de la ley?
Mat
22:37 --Áma al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente'* --le respondió Jesús--.
Mat
22:38 Éste es el primero y el más
importante de los mandamientos.
Mat
22:39 El segundo se parece a éste: Áma a
tu prójimo como a ti mismo.'*
Mat
22:40 De estos dos mandamientos
dependen toda la ley y los profetas.
Jesús resume los mandamientos
bíblicos en dos, amar a Dios con todo nuestro ser, y al prójimo como a nosotros
mismos, aunque parece sencillo, ellos apuntan a que revisemos el amor que
decimos tener a Dios, estos mandamientos primero nos conducen a un autoexamen y
luego a una priorización de lo que estamos pensando, diciendo, y haciendo para
con Dios y nuestro prójimo.
La escritura nos advierte,
Mat 7:23 Entonces les diré
claramente: 'Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!'
Muchos procuraran decir que le
conocieron diciéndole Señor, pero en realidad no obedecieron jamás sus
mandatos, de amar a Dios y amar a su prójimo, solo aparentaron hacerlo,
asistiendo a la iglesia o haciendo cosas para que les vieran.
Necesitamos una iglesia que
madure y que procure dar a conocer al Dios de la biblia, no al Dios que el
mundo sigue, el Dios bíblico debe ser amado con obediencia, sumisión y entrega.
El Dios bíblico debe ser presentado en su plenitud, para que no caigamos en el
error de creer en un Dios diferente al Dios de la biblia, si no lo hacemos
seremos unos mentirosos, pero también debemos vivir en obediencia a sus
mandatos, porque entonces, aunque digamos que le conocemos, no es cierto.
Miremos algunas cosas que hablan
de cuanto conocemos a Dios:
1Jn 2:6 el que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió.
1Jn 2:9 El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano,
todavía está en la oscuridad.
1Jn 2:15 No amen al mundo ni nada
de lo que hay en él. Si alguien ama al
mundo, no tiene el amor del Padre.
CONCLUSION
Quien dice conocerle, que le
obedezca, que procure saber, entender y poner en practica sus mandamientos con
todas sus fuerzas, sus emociones, su entendimiento y su razón.
Volvámonos a Dios y reconozcamos
que no le conocemos como deberíamos, nos enfrascamos en vanas discusiones y
faltamos al amor al prójimo, decimos que le conocemos, pero no nos damos cuenta
que eso no solo se evidencia en el conocimiento sino en la practica del mismo
que decimos tener, pero casi siempre pensamos mas en nosotros mismos que en el prójimo.
Decimos que amamos a Dios por sobre todas las cosas y luego nos damos cuenta
que le descuidamos y que olvidamos sus mandamientos.
Los mandamientos de Dios deben
ser tenidos en cuenta porque nos guían a vivir conforme a la verdad y a
demostrar que en verdad conocemos al Dios que predicamos, este fue el ejemplo
que recibimos de los apóstoles y de la iglesia primitiva.
Oremos, Señor queremos darte a
conocer obrando conforme a tus mandamientos, perdónanos por dar más énfasis al
conocimiento que al amor, y ayúdanos a procurar entenderte con mas profundidad
para que vivamos una vida que de gloria a tu nombre Señor, amen.
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
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