domingo, 10 de diciembre de 2017

PREDICA DOMINICAL - USTEDES MISMOS SON NUESTRA CARTA


USTEDES MISMOS SON NUESTRA CARTA

2Co 3:2 Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos.

INTRODUCCIÓN

Muchas personas jamás leerán la biblia, pero tendrán en nosotros la oportunidad de ver si lo que decimos o les predicamos es verdad o no. Nuestras vidas deberían ser fiel reflejo de las escrituras o de lo que hemos aprendido de ellas. Pero lo que vemos con tristeza es que muchos no se preocupan por su testimonio, y si se les confronta con la verdad se defienden con vanos argumentos, cuando deberían poner en práctica las escrituras.

El evangelio ha de llegar a todo rincón de la tierra, eso no quiere decir que siempre tenga que llegar una biblia a las personas no alcanzadas, puede que nunca llegue a sus manos una biblia en su idioma para que ellos la lean y aprendan, pero en cambio, Dios ha dispuesto de su pueblo para que sea la biblia que ellos pueden leer y de la cual también puedan aprender.

Es difícil, pero hoy en día existe una gran cantidad de personas que van a la iglesia y que sus vidas no muestran cambio, ni son de testimonio, eso sí, algunos critican a los demás, los juzgan tan severamente, pero sus vidas poco o nada muestran el amor, la misericordia y la bondad con la que Dios mismo les ha recibido en su seno.

DESARROLLO

Pablo escribe a los corintios por segunda vez y se da cuenta que ellos han tomado en cuenta su consejo y que son obedientes a la verdad por eso se siente satisfecho y declara en el cap 3 versículo 2 que: "ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra sino en tablas de carne, en los corazones". Somos epístolas enviadas al mundo con un mensaje que fue escrito por quienes nos han enseñado, y por Cristo mismo, cuyo mensaje fue escrito en nuestros corazones, pero que se hace evidente en nuestras acciones y palabras.

Muchos solo predican y llaman al arrepentimiento, pero son pocos los que con su testimonio de vida impactan los lugares y a las personas con las que viven. Las personas que más me han impactado no son las que mejor predican, sino aquellas que viven conforme a las escrituras, he visto con gran preocupación a una gran cantidad de excelentes predicadores, pero que su testimonio de vida no representa lo que dicen en público.

He visto servidores predicar sobre el perdón y el arrepentimiento, que no perdonan y que no piden perdón, he visto predicar sobre orgullo a personas orgullosas, hablar de humildad a personas que no viven con humildad, y así pudiera darte una gran lista, yo mismo estuve tentado por el orgullo cuando estaba a punto de convertirme en ministro de una iglesia, fue cuando Dios hablo a mi corazón y me di cuenta que iba tras un título o una promoción, mas no por ser testimonio de la verdad, fue allí que decidí abandonar la idea de convertirme en ministro de aquella congregación y pasar más tiempo en oración y buscando de Dios, para volver a predicar sin orgullo o vanidad y volver a la senda del evangelio.

CONCLUSIÓN

Si no somos testimonio de lo que predicamos nada lograremos, si en nosotros no hay evidencia de cambio o transformación nadie creerá en nuestro testimonio o nuestra predicación. Los hombres y mujeres que impactan, lo hacen con su testimonio de vida, ellos han cambiado sus palabras, sus hechos y se han vuelto a Dios en sacrificio vivo, y eso se nota.

Nadie está más allá de su propio testimonio, podemos creer que solo la escritura cambiara a las personas, pero podemos equivocarnos, nadie puede ir más allá de su lo que dicen sus propias acciones de si mismo. Entre mayor transformación haya en nuestras vidas mayor unción, mayor testimonio mayor entendimiento, mayor testimonio mayor presencia y eso debe ayudar a que el evangelio avance para alcanzar a todas las naciones del mundo.

Busca personas de testimonio, siervos de testimonio, amigos de testimonio que puedan impartir tu vida con la verdad desde su propio testimonio de vida y su cambio. Son ellos los que impactan nuestras vidas, son ellos los que nos enseñan, son ellos los que nos pueden ayudar, son ellos los que viven de forma diferente a como el mundo lo hace, los que no se conforman a las cosas de este mundo los que pueden vivir y ser luz a los que viven en tinieblas, pues son esa carta escrita por Dios para pueda ser leída por todos.

Oremos, Señor queremos ser cartas escritas con tu puño y letra en nuestro corazón, que podamos ser testimonio de cambio y vida para quienes nos conocen, que nuestros matrimonios, hogares, hijos y hermanos sean testigos de tu verdad y que nosotros seamos la primera carta que ellos lean siempre, amen.




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