domingo, 17 de diciembre de 2017

PREDICA DOMINICAL - DIOS ES SOBERANO


DIOS ES SOBERANO

Mat 6:10 “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

INTRODUCCIÓN

Hace poco estaba hablando con un familiar sobre la voluntad de Dios, por algo en lo que necesitaba que Dios interviniera a mi favor, pero mientras hablaba con esa persona ella me dice: "pues que se haga la voluntad de Dios, pero que le salga lo que usted quiere", a lo que yo respondí, pues si yo espero que la voluntad de Dios sea lo que yo quiero, entonces no confío verdaderamente en su voluntad. Eso me llevo a pensar que miles de creyentes piensan igual, muchos creen que la voluntad de Dios es algo moldeable a sus propios gustos y anhelos, pero eso contradice a las escrituras, las cuales mencionan que Dios es soberano (Job 23:13 "Pero él es soberano; ¿quién puede hacerlo desistir? Lo que él quiere hacer, lo hace).

Muchos creen en un Dios que no se parece al Dios de la biblia, o pocos comprenden lo que las escrituras mencionan sobre este Dios, su soberanía, y entonces piden para satisfacer sus propios deseos. Qué diferencia tan radical con el Dios de la biblia, a quien todos se someten y aceptan su voluntad como perfecta, buena y agradable (Rom 12:2).
Confiar en la voluntad divina es una de las cosas más difíciles para el hombre, pues estábamos acostumbrados lejos de Dios a creer que nosotros mismos trazábamos nuestro destino, mientras que otros piensan que pueden manipularle según su propio antojo, pero nada más lejos de la realidad. Claro que podemos hacer que Dios cambie de parecer como lo hizo Moisés, pero esta es una excepción a la regla. Pero en nada hace cambiar el hecho de que Dios sigue siendo soberano.

DESARROLLO

Jesús enseñándonos sobre la soberanía de Dios, enseña lo siguiente en la oración: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo (Mt 6:10). Ayudándonos a dilucidar lo que la soberanía de Dios es. Cuando decimos que Dios es soberano queremos decir que él tiene el control de todo, que él está sobre todo, aun sobre aquello que creemos que él no tiene bajo control. Nos preguntamos entonces porque permite la maldad, pero nos olvidamos que las escrituras dicen: Jer 13:23 “¿Puede el etíope cambiar de piel, o el leopardo quitarse sus manchas? ¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien, acostumbrados como están a hacer el mal!”. La maldad proviene de la desobediencia a los principios de Dios, así como la oscuridad no existe, y en realidad se trata de la ausencia de luz, así mismo, la maldad es solo la ausencia de Dios.
Muchos adoran a un Dios que les da todo lo que piden con fe, ¿pero es en realidad este Dios complaciente el Dios de la biblia?, puede que te lo pienses mejor, si miras lo que dicen las escrituras:

Sobre las riquezas, el honor, la fuerza y el poder:
1Ch 29:12 “De ti proceden la riqueza y el honor;
 tú lo gobiernas todo. 
 En tus manos están la fuerza y el poder,
 y eres tú quien engrandece y fortalece a todos”.

Sobre la salud:
Mat 8:16 “Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una sola palabra expulsó a los espíritus, y sanó a todos los enfermos”.

Fama y buen nombre:
Pro 3:4 “Contarás con el favor de Dios
 y tendrás buena fama entre la gente”.

Jesús mismo tuvo que someterse a la voluntad del Padre:
Fil 2:8 “Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!”
Jesús oro esto en Getsemaní: Luc 22:42 “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

Todo esto nos habla de un Dios soberano que no rinde cuentas al hombre, porque no tiene que hacerlo, pero, aunque tendemos a hacerlo como Job, seguramente luego somos cuestionados igual que lo fue Job para quedar sin argumentos sobre los propósitos de Dios y su forma de obrar en nuestras vidas.

CONCLUSIÓN

Entonces que diremos, que Dios obra conforme a nuestros deseos o que se hace siempre su voluntad. Enfrentarme a situaciones difíciles y ver que no sucedían conforme a lo que pedía en oración y ver como Dios se glorificaba aun en medio de mi sufrimiento es lo que ha hecho que haya aprendido a confiar en la soberanía de Dios. 
El hombre necesita aprender a ser obediente a la voluntad divina, si Jesús se sometió a ella, porque nosotros creemos que va a ser diferente con nosotros. Aprendamos a morir a nosotros mismos y vivamos poniendo en práctica la voluntad de Dios. Dios no está para cumplir nuestros deseos y anhelos, más bien nosotros estamos para cumplir su voluntad y glorificar su nombre. Recordemos que la escritura dice: Salmos 37:4 “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón”. Todos recordamos el punto en el que dice que Dios concederá los deseos de nuestro corazón, pero olvidamos que primero debemos aprender a deleitarnos en él, si el no es nuestro deleite o placer, entonces jamás entenderemos que lo que Dios desea es que nos deleitemos en él y al hacerlo entonces todo deseo terrenal parecerá superfluo, y aunque parezca significante, su propósito para nuestras vidas siempre será mayor. 


Oremos, Señor abandonamos toda idea no bíblica sobre ti y abrazamos tu soberanía, tu amor, tu bendición y tu gracia que nos son suficientes para cumplir tu voluntad, ayúdanos en medio de nuestra debilidad para que podamos confiar cuando más difícil es, amen.




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