PREDICACIÓN DOMINICAL
Por: Camilo A. Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
EL
QUE QUIERA HACERSE GRANDE ENTRE USTEDES DEBERÁ SER SU SERVIDOR
Mat 20:26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario,
el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor,
INTRODUCCIÓN
El
camino a la grandeza solo puede ser descubierto desde la humillación de sí
mismo, sin humillación, el hombre siempre creerá que es más que alguien. Y es
allí donde la autohumillación obra milagrosamente con el poder de Dios para
hacer grande a alguien que no lo es.
El
mundo piensa que la grandeza se alcanza con estudios, proezas, títulos, y
conquistas, pero para Dios la grandeza se alcanza cuando el hombre se conquista
a sí mismo, y esa conquista empieza con la humillación de su conocimiento, solo
aquel que descubre su ignorancia puede verdaderamente conocer algo.
El
ejemplo de Jesús y los apóstoles es claro para nosotros como su iglesia,
religión sin amor y servicio es tan solo religiosidad, y la religiosidad es una
falsedad, que mantiene apartado al hombre de la verdad.
DESARROLLO
El
pasaje de hoy es descrito por Jesús mismo, y nos confronta con una verdad. El
mundo puede creer que eres grande porque tienes muchos títulos, una posición,
una profesión, dinero, posesiones; pero en el reino las cosas no funcionan de
esta manera, el reino es diferente, y casi siempre funciona de manera contraria
a nuestras manías. Jesús nos revela la verdad, entre nosotros, aquellos que
hemos descubierto y entrado a ese reino espiritual, quien desee hacerse grande,
no en posición, no en títulos, no en vanidad, sino en espíritu; debe hacerse el
servidor de todos. Hacerse servidor implica la humillación de todo lo que hemos
creído, la rendición incondicional de toda autojustificación o deseo, para
encontrar en el servicio la vacuidad de nuestro ser y la llenura del espíritu,
para alcanzar la grandeza y majestuosidad del amor de Dios.
Servir
implica no creer ser mejor que nadie, implica entendimiento de la verdad,
implica amor incondicional, y devoción completa a Dios, quien sirve y espera
con ello alcanzar algo, está equivocado. Si sirves tienes que entender que la
grandeza que puedes alcanzar es la liberación de toda vanagloria y la
consagración completa de tu ser a Dios.
En
otras versiones encontramos que quien quiera ser el primero debe ser el último,
¿porque?, porque primero deberá someter su ser en esclavitud por amor de
aquellos a quienes sirve. Ser el último es no esperar reconocimiento, una
posición. El último no espera ganar nada, no espera gratitud, quien está de último
solo espera poder dejar todo de sí, para liberarse de toda naturaleza carnal y
poder encontrar en la negación de sí mismo a Dios.
CONCLUSIÓN
Nadie
quiere ser el último, nadie quiere o busca servir hoy en día, los que se casan
buscan ser servidos, que su esposa(o), les sirva tal cual ellos quieren, pero
no piensan primero en servir, cuantos conflictos no se evitarían si la pareja
buscara primero servirse el uno al otro. Esto lo podemos aplicar a todos los
aspectos de la vida, la familia, la sociedad, la política, y el trabajo.
Mientras
el mundo busca ser servido, el creyente debe buscar rendir su ser, para poder
servir con amor y entrega sometiéndose a aquello que le es renuente, el
servicio.
Son
pocos los que buscan servir, y son ellos los que menos tienen renombre dentro
de la iglesia hoy en día, porque ellos no buscan una posición, ellos no buscan
un título o renombre, ellos buscaran servir a todos como a Dios mismo, sin
prejuicios, con amor y entrega. Reconociendo que no es fácil y que se necesita
del poder de Dios obrando en nuestras vidas para servir con amor.
Oremos,
Señor queremos servir, ser útiles en tu reino, ayúdanos a liberarnos de toda
autojustificación para no hacerlo y permite que tu Espíritu revele a nuestras
vidas en donde debemos trabajar con más fuerza, para dar gloria a tu nombre.
Permítenos servir y alcanzar la grandeza de tu Espíritu en amor y verdad, amen.
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