lunes, 17 de junio de 2013

TIEMPO DE REFLEXIÓN


Mis queridos amigos:
Sé que esta lista es para compartir muchas de las cosas que nos llenen el espíritu y nos alegren el día. Pero también hay momentos en los que debemos pensar que, muchas veces, no apreciamos a la gente que tenemos a nuestro lado y nos lamentamos cuando ya no la tenemos.
Quisiera, si me lo permiten, compartir una reflexión que encontré en una carta escrita por el tío que más quise en mi vida y que, lamentablemente, falleció el 25 de Diciembre de 1998. Esta reflexión la encontramos al pie de su cama y dice:
"Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.
Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.
Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada y concelebrada cuando yo muera.
Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.
Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra (a mi tío siempre le gustó que le tocara una canción) ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.
Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un poético epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.
Prefiero disfrutar de los más mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo muera...".
Aprovechemos a nuestros seres queridos... ahora... ¡que están entre nosotros!!

Eclesiastés 3:1  Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo


Esta historia nos recuerda el hecho de que debemos apreciar y valorar el tiempo que Dios nos da el privilegio de compartir con nuestros seres queridos, muchas veces ellos parecen estar distantes del evangelio y el único evangelio que conocerán serán nuestras acciones, es entonces cuando poniendo en práctica la escritura podemos mostrar a Jesús en nuestras acciones, podemos manifestar su amor y misericordia para con los que nos rodean, aprovecha el tiempo que tienes, no lo desperdicies en cosas que después puedes arrepentirte, si Dios te da días libres no solo los dediques al ocio, visita a tus padres, diles que les amas, y sírveles como Cristo lo ha hecho contigo, que podamos ser ejemplos vivos de la escritura y aprovechemos cada oportunidad que tenemos para mostrar el carácter de Dios a aquellos que nunca le han conocido. Pues de nada sirven las acciones o lamentos luego de que ya no estén presentes y la consciencia te remuerda el hecho de no haberles dedicado algunos momentos, maneja tus prioridades, y si tu familia es una de ellas comparte de corazón tiempo y energía con ellos, muéstrales con tus acciones cuanto Dios los ama. La muerte es algo inherente a la vida y por lo cual todos sin lugar a dudas debemos experimentar, así que vive cada día, no con la expectativa de la muerte presente, sino con la alegría que da el saber que hoy tienes tiempo para compartir y dar para tu familia y en ocasiones para los que necesitan de ti. Todo tiene su tiempo, así que si hoy tienes tiempo, estas vivo, despierta y deja de lado todo conflicto, entrégalo a Dios y aprende a vivir en paz y a dar la paz que Dios transmitirá a través de ti.

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