Tema: CADA UNO COSECHA LO QUE SIEMBRA
Por: Camilo Sastoque M.
Predicador
Ministerio Unidad de la Fe
PASAJE: Gal 6:7 No se
engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
INTRODUCCIÓN
Sembrar y
cosechar es un acto que se describe en la biblia desde el génesis hasta el apocalipsis,
leamos;
Gen 3:17
Al hombre le dijo: "Por
cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí
comer, ¡:Maldita será la tierra por tu culpa! todos los días de tu vida.
Gen 3:19 Te ganarás el pan con el
sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra
de la cual fuiste sacado. Porque
polvo eres, y al polvo volverás."
Aquí encontramos que el hombre sembró desobediencia en
la tierra y cosecho trabajos forzosos para cosechar de ella, y en apocalipsis encontramos
lo siguiente
Apocalipsis 22:2 y corría por el
centro de la calle* principal de la ciudad.
A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes;
y las hojas del árbol son para la salud de las naciones.
Donde encontramos el árbol de la vida que da 12
cosechas al año, una por mes para sanar las naciones, mientras en el comienzo
se siembra desobediencia y se cosecha penurias, en el final se siembra el árbol
de la vida en obediencia y su cosecha trae sanidad, mostrándonos la importancia
de este principio para nuestras vidas, ministerios, y familia.
Sembrar es un principio espiritual poderosísimo si se
sabe poner en practica o si se aprende como hacerlo, pues se aplica a cada área
de nuestras vidas, en nuestras relaciones, familias, economía, y sociedad, y
porque es importante porque muchas cosas que vivimos, las vivimos como
consecuencia de lo que sembramos en el pasado y si no queremos repetir la misma
historia entonces debemos empezar a cambiar lo que sembramos hoy.
Si sembramos o alimentamos nuestra naturaleza carnal,
eso mismo recogeremos y si sembramos o alimentamos nuestra naturaleza divina,
la que proviene de Dios, entonces recogeremos frutos completamente diferentes,
cual quieres recoger tú?
DESARROLLO
La historia de Israel muestra muchos ejemplos que podríamos
citar para explicar este principio, pero nos es suficiente con citar la
historia de Saúl, el primer rey de Israel, quien es designado rey por disposición
del pueblo mas no de Dios, ellos sembraron por ego y vanidad un rey como lo tenían
todas las naciones de la tierra, pero no lo pidieron porque necesitaran un guía,
o un líder espiritual, lo pedían porque así lo deseaban por simple vanidad,
este rey aunque en principio pareció obedecer los preceptos de Dios, no tardo
en pelar el cobre y mostrarse tal cual era, un desobediente, lo cual solo trajo
desgracia no solo a su familia, ministerio sino también a la sociedad, pues
muchos sufrieron por su desobediencia para con Dios.
El desierto es el lugar en donde el pueblo de Dios,
que vivía mantenido y soportado por la mano de Dios, más se quejó y desobedeció
a Dios, sembraron idolatría, desobediencia, murmuración y mentira y que
cosecharon, la destrucción de sus vidas y el no poder llegar a la tierra
prometida.
Lo que sembramos para nosotros mismos eso también influye
en lo que recibimos, o cosechamos, si sembramos pereza, cosechamos pobreza, si
sembramos discordia, cosecharemos oposición, si sembramos egoísmo, cosecharemos
deshonra, cuantos padres no sembraron en sus hijos y en la vejez la soledad y
la falta de apoyo les consume en tristeza y dolor.
Encontramos en Gal 6:8 El que
siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará
destrucción; el que siembra para agradar
al Espíritu, del Espíritu cosechará vida
eterna.
Que si sembramos para agradar a los demás, a nuestros
deseos, después no nos quejemos por las consecuencias, si te preguntas porque
continuas en pecado, piensa en que sembraste para llegar allí, si sembraste
odio, ahora entenderás porque muchos te odian, aprende a sembrar más bien para
agradar y vivir en el Espíritu, pues en el solo puedes cosechar vida eterna,
vida espiritual, gozo, paz y bendición.
CONCLUSIÓN
Que cosechas recibes?, sabes que estas sembrando ahora
en tus hijos, tu esposa, tu familia, y tu sociedad, porque muchas cosas que ves
que no te gustan, tú mismo has apoyado a sembrarlas, si no siembras corrección y
ayuda en tus hijos, luego no te quejes de porque son rebeldes, si no siembras
amor en tu esposa o tu esposo, no te quejes de lo insoportable de tu relación,
si no siembras ayuda, no esperes ser ayudado cuando lo necesites, si no
siembras ara la obra, no esperes contar con el favor de Dios.
Será que estas cosechando:
Desprecio de aquellos que despreciaste?
Desamor de aquellos a quienes no amaste?
Infidelidad de aquello que no cuidase?
Pecado de aquello que no huiste cuando tuviste la
oportunidad?
Es tiempo de ser transformados por el poder de Dios,
no somos perfectos, pero si debemos estar siendo perfeccionados a cada momento,
no hay excusas, es tiempo de sembrar el evangelio a toda la creación, es tiempo
de que nuestro ejemplo sea genuino y no lleno de mentiras, es tiempo de
sembrar, para luego ver cosechas de almas, de hijos, de familias, unidas en
Cristo para gloria de su nombre.
Oremos, que empecemos tiempos de siembra para bendición,
que por medio de la guía del Espíritu Santo podamos sembrar, palabra, bendición,
ayuda, amor, y paz en abundancia sobre nosotros mismos y sobre los demás, tal
cual el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, para que estos frutos espirituales
que cosecharemos llenen la tierra para traer vida eterna y destrucción de
nuestra naturaleza carnal que nos sofoca y aparta de Dios, Amen.
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