jueves, 7 de febrero de 2019

ESTUDIO BIBLICO HECHOS 1


ESTUDIO BIBLICO
ESTUDIO BIBLICO

ESTUDIO BIBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

Act 1:1  Estimado Teófilo,  en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar
Aunque el escritor del libro de Hechos no está muy claro, este libro siempre le ha sido conferido en autoría a Lucas, quien escribe a Teófilo para continuar seguramente con lo ya estipulado en el evangelio que anteriormente escribió.
Act 1:2  hasta el día en que fue llevado al cielo,  luego de darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.
Efectivamente el evangelio de Lucas contiene la información que aquí se describe, pues contienen todo lo que Jesús enseño e hizo de forma muy completa, o más completa que los otros evangelios, y termina con la ascensión de Cristo.
Act 1:3  Después de padecer la muerte,  se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo.  Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.
El escritor de Hechos nos recuerda que la muerte fue un evento importante, y que lo padeció, confirmando lo que los evangelios mencionan. Esto acaba con las teorías conspirativas sobre lo que algunos creen que Cristo no murió en la cruz. Luego referencia su evidente aparición posterior a su muerte, para lo cual tuvo que darles pruebas ante la incredulidad de algunos y la necesidad de otros. Además, nos recuerda que durante 40 días se aparecía y les enseñaba sobre el reino de Dios. El reino de Dios siempre fue el tema central del evangelio, luego del arrepentimiento.
Act 1:4  Una vez,  mientras comía con ellos,  les ordenó:  --No se alejen de Jerusalén,  sino esperen la promesa del Padre,  de la cual les he hablado:
Este pasaje nos revela que Jesús en su resurrección podía disfrutar de comer con ellos, así que un cuerpo resucitado puede disfrutar del comer. Jesús les da una orden que ellos deben cumplir para recibir la promesa del Padre, la cual incluye no alearse de Jerusalén pues habría de ser esta ciudad en donde la promesa de recibir el Espíritu Santo ocurriría.
Act 1:5  Juan bautizó con agua,  pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.
Ya ellos habían seguramente probado el bautismo en agua en imitación a Cristo, algunos lo recibieron por Juan Bautista y otros por Jesucristo. Pero Jesús les habla de un nuevo y diferente bautismo, un bautismo que ha creado muchas diferencias en la cristiandad, que durante años se mantuvo al margen, pero del que las escrituras hablan con total claridad.
Act 1:6  Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron:  --Señor,  ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?
Aunque habían recibido las enseñanzas de Jesús, y Jesús les había predicado sobre el reino de Dios, ellos aun insistían como judíos en restablecer el reino a Israel. Ellos esperaban como los judíos de hoy que el mesías viniera para restaurar el reino a Israel, lo cual mostraba que aún les costaba comprender el mensaje que les era predicado debido a su trasfondo religioso judío.
Act 1:7  --No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre --les contestó Jesús--.
Jesús detiene su animosidad por sus mentes inquietas. Jesús nos recuerda que hay cosas que no serán reveladas a los hombres, como el conocer la hora o el momento en el que el reino de Dios se establecerá en su totalidad.
Act 1:8  Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes,  recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria,  y hasta los confines de la tierra.
Aunque el Espíritu Santo ya se había posado sobre los hombres en el A.T., pero ahora Jesús les dice que el Espíritu Santo ahora vendrá a habitar en nosotros posándose sobre nosotros en señal de autoridad y traerá consigo dos cosas: primero tendremos acceso al poder de Dios y segundo seremos capacitados para ser testigos de Cristo. Algunos argumentan que esta promesa solo fue dispuesta para los apóstoles, pero creemos que bajo la cobertura apostólica de ellos quienes creemos en la palabra viva de Dios también recibimos la misma aprobación.
Act 1:9  Habiendo dicho esto,  mientras ellos lo miraban,  fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
Luego de darles las ultimas ordenanzas en frente de sus ojos, fue llevado, alzado, enaltecido en las alturas hasta que desapareció entre las nubes, para lo cual debió haber alcanzado una gran altura. El ministerio de Jesús en la tierra siempre estuvo rodeado de circunstancias sobrenaturales, y su ascensión no deja de sorprendernos.
Act 1:10  Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba.  De repente,  se les acercaron dos hombres vestidos de blanco,  que les dijeron:
Act 1:11  --Galileos,  ¿qué hacen aquí mirando al cielo?  Este mismo Jesús,  que ha sido llevado de entre ustedes al cielo,  vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
Todos sorprendidos ante lo que veían seguían como estupefactos, por lo que dos seres con apariencia de hombre que parecen ser ángeles les sacan de su pasmosidad recordándoles que aquel a quien vieron ser llevado al cielo vendría de nuevo de la misma manera en que le vieron irse. Este pasaje nos habla de cómo aparecerá Jesús entre las nubes en su segunda venida.
Act 1:12  Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos,  situado aproximadamente a un kilómetro de la ciudad.
Aquí se nos muestra el lugar en donde la ascensión de Cristo tuvo lugar, el monte de los olivos que quedaba a un kilómetro aproximadamente o como otra versión menciona “camino de un día de reposo”.
Act 1:13  Cuando llegaron,  subieron al lugar donde se alojaban.  Estaban allí Pedro,  Juan,  Jacobo,  Andrés,  Felipe,  Tomás,  Bartolomé,  Mateo,  Jacobo hijo de Alfeo,  Simón el Zelote y Judas hijo de Jacobo.
El lugar en donde se alojaban es conocido como el aposento alto, un lugar elevado posiblemente un segundo piso o la parte alta de una casa. En donde son mencionados los 11 apóstoles que quedaron luego de que Judas Iscariote los traicionara.
Act 1:14  Todos,  en un mismo espíritu,  se dedicaban a la oración,  junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.
En conjunto se habían unido para orar a Dios, perseverando en esta tal cual como había recibido la orden de Jesús, luego se menciona además a las mujeres que acompañaban el ministerio terrenal de Jesús, los hermanos de Jesús de quienes se hace una particular mención y María la madre. Orar en un mismo espíritu quiere decir que hay un motivo común y una comunión entre quienes perseveran en la oración, no es lo mismo orar en conjunto que orar en un mismo espíritu, pues en la primera todos oran y aunque sea por lo mismo no hay comunión; mientras en la segunda e adentra en una comunión profunda en la que los espíritus de los hombres parecen uno solo.
Act 1:15  Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas,
Pedro es guiado dentro de los discípulos que para ese momento ya eran como 120 personas, para levantarse y revelar lo que Dios estaba revelando a su corazón. Aquí Pedro no tiene ningún tipo de preeminencia, sino que es quien es el portador de la revelación (entendimiento sobrenatural desvelado) divina sobre lo sucedido con Judas.
Act 1:16  y les dijo:  "Hermanos y hermanas,  tenía que cumplirse la Escritura que,  por boca de David,  había predicho el Espíritu Santo en cuanto a Judas,  el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús.
Es probable que mientras estudiaba las escrituras se encontrara con el pasaje que revela a continuación y recibiera el entendimiento de que ese pasaje tenía que ver con lo acontecido con Judas Iscariote.
Act 1:17  Judas se contaba entre los nuestros y participaba en nuestro ministerio.
Judas fue un discípulo de Cristo y aunque participo del ministerio y se contaba dentro de los de Jesús, no pertenecía a ellos. Lo cual sucedía como cumplimiento profético de lo que Dios ya había mostrado que habría de pasar.
Act 1:18  (Con el dinero que obtuvo por su crimen,  Judas compró un terreno;  allí cayó de cabeza,  se reventó,  y se le salieron las vísceras.
El escritor nos hace referencia a lo que ya era conocido por todos, que Judas con el dinero que obtuvo al entregar a Jesús (las 30 monedas de plata) compro un terreno en donde se ahorco, y le sucedió lo demás. El triste final de Judas Iscariote siempre nos recordara que muchos pueden tener apariencia de discípulos, andar con los discípulos, pero no ser de los discípulos.
Act 1:19  Todos en Jerusalén se enteraron de ello,  así que aquel terreno fue llamado Acéldama,  que en su propio idioma quiere decir 'Campo de Sangre'.)
El terreno comprado por Judas adquirió un nombre que describía lo que había hecho Judas, entregar la sangre de un inocente, de allí el que se llamara “Campo de Sangre”.
Act 1:20  "Porque en el libro de los Salmos --continuó Pedro-- está escrito:  "'Que su lugar quede desierto,  y que nadie lo habite'.  "'Que otro ocupe su cargo.'
Estos dos pasajes pertenecen a libro de los Salmos, el primero Salmos 69:25 y el segundo a Salmos 109:8, que se revelaban como el complimiento de lo que el profeta había declarado en tiempos pasados y ahora se había concertado.
Act 1:21  Por tanto,  es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección,  uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros,  desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros."
Aquí se nos revela que era necesario que alguien ocupara el lugar de Judas Iscariote, alguien que fuese testigo desde que Jesús vivió, luego de su resurrección y por último de su ascensión, seguramente pocos cumplirían con tal efectividad los requisitos. Aunque algunos estudiosos hacen referencia a estos puntos como los aspectos primordiales para ser un apóstol de Jesucristo, la escritura no nos da a entender esto, sino que esto ocurrió solo para la elección de Matías.
Act 1:22  comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,  uno sea hecho testigo con nosotros,  de su resurrección. (RV60)
Aquí hemos puesto el versículo tal como aparece en la versión RV60, para no dejar el versículo como aparece en la versión NVI que está contenido en el versículo anterior.
Act 1:23  Así que propusieron a dos:  a José,  llamado Barsabás,  apodado el Justo,  y a Matías.
De entre los que pasaban los difíciles requisitos antes expuestos al parecer solo se encontraron a dos de ellos, conocidos como Barsabás y Matías. Mostrándonos como aquellos que perseveran en la verdad son tenidos en cuenta para participar de Dios.
Act 1:24  Y oraron así:  "Señor,  tú que conoces el corazón de todos,  muéstranos a cuál de estos dos has elegido
La oración que se hizo no es una oración superficial, pues pidieron que aquel que fuera a ocupar el lugar dejado por Judas, fuese conocido en su corazón por Dios, pues Dios es quien examina las intenciones de los hombres.
Act 1:25  para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía."
Judas cumplió su propósito y ocupo el lugar que le correspondía, la deshonra. Cuando había podido participar del servicio o ministerio apostólico que le había sido entregado.
Act 1:26  Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías;  así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.  ( #biblical teachings)
Esta parece la más insólita de las maneras para elegir a un discípulo, pero está allí y no puede ser ignorada; la cristiandad no cree en la suerte, sino en la soberanía de Dios, entonces ¿cómo correlacionar la suerte con la soberanía de Dios?, pues no es difícil. Si creemos que Dios es soberano sobre todo, aunque no nos parezca el mejor método para decidir algo, siempre podemos confiar en que Dios tiene el control de todo, aun de lo que el mundo conoce como suerte. Y fue Matías quien siguió el ministerio apostólico dejado por Judas, no se conoce mucho sobre la vida de Matías, solo algunos detalles descritos por algunos creyentes posteriores, existen algunas tradiciones, muy variadas, a veces contradictorias, acerca de su vida. Nicéforo Calixto (Hist. Ecl., 11,40: PG 145,865) refiere lo siguiente: «Matías, que rellenó la docena, atracó en Etiopía primeramente, y después... de haber llevado las multitudes a Cristo, con ánimo valeroso, recibió la corona del martirio» (cfr. Clemente de Alejandría, Stromata, IV,9.71: PG 8,1281). Otras leyendas se encuentran en los Hechos de Andrés y Matías. Matías seguramente siguió su llamado y compartió el evangelio, y tal como la gran mayoría de los apóstoles es muy probable que haya enfrentado el martirio.


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