EL
REINO DE DIOS CONSISTE EN PODER
1Co 4:20 Porque el reino de Dios no es cuestión de
palabras sino de poder.
INTRODUCCION
Muchos hablan del poder de Dios, para
impresionarnos, para captar nuestra atención o la atención de los incrédulos,
pero ¿que dicen las escrituras sobre este poder de Dios?
Muchos dicen que el poder de Dios se hace visible a
través de señales y milagros, y se ufanan de tener o poseer el poder o la
unción para obrar en el poder de Dios, pero ¿en realidad esa es la utilidad del
poder de Dios?
Durante años, quise ese poder, anhelaba los
milagros, las sanidades y todas estas cosas maravillosas que parecían el poder
de Dios obrando en la tierra, hasta que las mismas escrituras se abrieron para
darme a entender que el poder de Dios no solo obra en estas cosas que parecen
extraordinariamente sobrenaturales, sino en algo que aunque parece sencillo, en
realidad es la mayor obra de su poder sobre el ser humano.
DESARROLLO
Si eres de los que escucho que el reino de Dios se
demuestra con poder y no con palabras, y además nos fue enseñado que el poder
se nota en los milagros y sanidades, no te han contado toda la verdad, y puede
que hayas sido vilmente engañado.
El verdadero poder de Dios, primeramente obra para
transformar el corazón pecador del hombre, en un corazón arrepentido que le
busca. Para corroborar esto vayamos a las escrituras, miremos:
Rom 1:16 A la verdad, no me avergüenzo del
evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de
los judíos, primeramente, pero también de los gentiles.
Pablo escribiéndoles a los creyentes romanos, les
explica que el poder de Dios obra para salvación de todos los que creen, por
eso no deben sentirse avergonzados del evangelio que predican y que creen, pues
este es el poder de Dios para salvación. ¿Lo entendiste?, en el evangelio se
esconde el poder de Dios, así que el reino no consiste en palabras, sino en sus
palabras, el evangelio, es este mensaje el que contiene poder de Dios para
tocar el corazón endurecido del hombre por el pecado y volverlo humilde y
sencillo, capaz de reconocer su pecado y necesidad de perdón.
Ahora veo con mayor eficiencia y eficacia el poder
de Dios obrando, lo veo cuando veo a un pecador arrepentido, cuando veo a
alguien creyendo en Dios, cuando veo a alguien que pone por obra lo que las
escrituras ordenan, cuando veo a alguien que ama las escrituras y las practica,
allí veo el poder de Dios, los milagros y cosas sobrenaturales, son
secundarias, y peligrosas, porque podemos creer que porque las tenemos hemos
sido aprobados por Dios cuando en realidad, Dios puede estarnos usando para su
propósito, sin necesidad de haber sido aprobados por el.
Recordemos las palabras de advertencia de Jesús:
Mat 7:21 "No todo el que me dice: 'Señor,
Señor', entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de
mi Padre que está en el cielo.
Mat 7:22 Muchos me dirán en aquel día: 'Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e
hicimos muchos milagros?'
Mat 7:23 Entonces les diré claramente: 'Jamás los
conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!'
Parece que estas personas a quien Jesús se refiere
aparentemente le conocen como Señor, pero aunque se lo dicen, en realidad no le
conocen, y aunque han profetizado en su nombre, expulsaron demonios, e hicieron
milagros, ninguno de ellos realmente tuvo intimidad con Cristo y tampoco le
obedecieron.
Que triste será aquel día en el que nos encontremos
ante Jesús y que muchos que se profesaron creyentes, y hubiesen hecho todas estas
cosas que menciona Jesús, sean reconocidas por Jesús como falsos creyentes, y
sean alejados de el por la eternidad.
De allí, que hace mucho deje tener mi enfoque en
los milagros, las sanidades, los dones y las experiencias espirituales,
prefiero que aquello que entiendo de las escrituras, lo pongo por obra, y lo
que Dios me pide que haga, lo hago, sin mediar razones.
CONCLUSION
No podemos permitir que el poder de Dios se
siga manipulando como sucede hoy en día, más bien procuremos obedecer los mandatos
de Jesús y poner por obra sus ordenanzas, todas ellas descritas en este
evangelio que tú y yo tenemos disponible para leer, meditar y practicar.
No te dejes engañar por aquellos que solo hacen
énfasis en los milagros y sanidades, en las experiencias espirituales,
confróntalo todo con las escrituras, pues ellas nos fueron encomendadas como el
poder de Dios que trae salvación al hombre, no son las muchas o las bellas
palabras las que tocas y transforman el corazón del hombre, no son las
canciones, ni los libros, es y seguirá siendo el evangelio, el que está lleno
del poder de Dios y del cual no debemos avergonzarnos porque es poder de Dios
para salvación y es allí, en la salvación de los perdidos en donde podemos ver
el poder de Dios.
La salvación del hombre no se mira en los números
de tu congregación, tampoco te dejes engañar por ello, eso se ve en la
transformación de las vidas de aquellos a quienes predicas el evangelio, si
ellos abandonan su pecado, si cambian sus vidas, si ponen en práctica la verdad,
si dan a los necesitados, si ayudan al prójimo, si lo tratan como ellos
quisieran ser tratados y con todas sus fuerzas se esfuerzan por abandonar su
pecado, entonces allí puedes ver el poder de Dios en acción.
Oremos, Señor queremos ver tu poder obrando en el
corazón de nuestras parejas, hijos, familia, y nuestras ciudades y naciones,
nos volvemos a tu palabra, tu evangelio, ese que tiene tu poder y que no
dejaremos abandonado por falsas expectativas, te necesitamos, pues si tu no
estas allí, en medio de aquellos que predican tu palabra, esta jamás tendrá tu
poder, amen.
Ministerio Unidad de la Fe
Tal cual
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