ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe
Eph 6:1 Hijos,
obedezcan en el Señor a sus padres,
porque esto es justo.
Las relaciones familiares sanas también hacen parte
de una vida espiritual rica y bendecida, por eso Pablo les dedica tiempo y sus
escritos, explicándonos que la justicia también es una realidad mediante la
obediencia, quien obedece al mandato de Dios por fe, entonces hace lo que es
justo, no por alcanzar algún beneficio, sino porque es la verdad que ha sido
implantada en su corazón.
Eph 6:2 "Honra a tu padre y a tu madre --que es
el primer mandamiento con promesa—
Nos
recuerda el antiguo testamento en Deuteronomio 5:16, el cuarto mandamiento de
la ley de Dios, que surge como una revelación de la relación entre padres e
hijos, cuya promesa, contiene la esencia del amor entregado. Es el primer
mandamiento que no se enfoca en Dios y nos enfoca en el origen, paternidad y
maternidad, como fruto del amor que da continuación a la vida en nosotros como
hijos. Honrar a los padres no es solo respetarlos, es también amarlos,
bendecirles, servirles, serles útiles, obedecerles, darles lo mejor, la honra
se nota en las acciones y en las palabras que fluyen de nosotros para con
ellos.
Eph 6:3 para que te vaya bien y disfrutes de larga
vida en la tierra."*
Esta
promesa es una realidad en todo hijo que verdaderamente honra a sus padres,
pues muchos pueden pretender honrarles, más su corazón se encuentra lejos de
ellos, su amor no es desinteresado, su respeto es condicionado, y sus palabras
reflejan lo que de verdad sienten en su interior, rabia, dolor, o desconfianza.
El que nos vaya bien no tiene que ver con que todo sea bueno en nuestras vidas,
aunque lo es, pero siempre nos veremos avocados a enfrentar dificultades,
perdidas, rechazo y muchas otras cosas, pero quien ama y se encuentra amado por
Dios, todas las cosas le ayudan a bien, aunque al principio no parezcan ser
buenas. Y larga vida en la tierra significa que al entrar en lo eterno de Dios,
nuestra vida aunque podamos vivir muchos años, será un gozo constante el
vivirla y un deleite a nuestros corazones disfrutarla conforme al llamado que
recibamos.
Eph 6:4 Y ustedes,
padres, no hagan enojar a sus
hijos, sino críenlos según la disciplina
e instrucción del Señor.
Algunos
padres creen que la disciplina se imparte a la fuerza, o con dolor, y peor
cuando el padre se encuentra ofuscado y adolorido por la ofensa; mas Dios nos
reconviene para ejercer la disciplina sin enojo, sin rabia, ni ira, pues la
instrucción del Señor aunque dura, viene para dar fruto de justicia, para que
obremos en obediencia y amor. Así debemos actuar nosotros, ejerciendo
disciplina con amor, respeto, y verdad. De este modo el hijo entenderá que sus
padres obran en su bien y no por odio, ni venganza.
Eph 6:5 Esclavos,
obedezcan a sus amos terrenales con respeto y temor, y con integridad de corazón, como a Cristo.
La
intención de Pablo al pedir que los esclavos obedecieran no era la de permitir
que la esclavitud permaneciera como algunos pensaron durante años, más bien era
decirles: que ya que ellos ahora eran libres en sus mentes y espíritus de toda
esclavitud, sirvieran conforme al propósito por el cual Dios les permitía estar
y vivir aquella situación. Pues su testimonio y palabras ahora podían servir al
propósito divino, dejando la vergüenza, discriminación, el dolor, el engaño, en
el que vivieron durante sus vidas, pues ahora no sirven al hombre sino a Dios,
como esclavos en la carne, pero libres de toda opresión del alma. La esclavitud
del cuerpo al fin ha sido abolida, pero la esclavitud del alma por el pecado
solo puede ser redimida por el poder de Dios.
Eph 6:6 No lo hagan sólo cuando los estén
mirando, como los que quieren ganarse el
favor humano, sino como esclavos de
Cristo, haciendo de todo corazón la
voluntad de Dios.
El
hombre obra conforme a su mentalidad y corazón, y aunque pudieran hacer las
cosas bien, la intención de sus corazones no era la de amar y servir, sino más
bien la de ganarse el favor de sus señores, para hacer su propia voluntad. Por
eso Dios usa a Pablo para exhortarnos a la verdad, revelando las intenciones de
nuestro corazón, para que al verlas, seamos conmovidos a vivir, amar y servir
conforme a la voluntad de Dios.
Eph 6:7 Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres,
Quien ha
sido descubierto y despertado en Cristo, ahora está capacitado para servir al
hombre, conforme ama al Señor, entre más amor, más servicio.
Eph 6:8 sabiendo que el Señor recompensará a cada uno
por el bien que haya hecho, sea esclavo
o sea libre.
La recompensa
espiritual conforme a nuestras acciones, no solo está reservada para la vida
venidera, también lo está para nuestro presente, en donde todo lo que hemos
sembrado a su tiempo dará su fruto.
Eph 6:9 Y ustedes,
amos, correspondan a esta actitud
de sus esclavos, dejando de
amenazarlos. Recuerden que tanto ellos
como ustedes tienen un mismo Amo* en el cielo,
y que con él no hay favoritismos.
Pablo
de igual manera como reconvino a los esclavos, lo hace con su amor, como a
iguales, confrontando sus comportamientos con la verdad, todos tenemos un
Señor, al cual daremos cuentas, sin favoritismos, pues la justicia de Dios
permanece.
Eph 6:10 Por último,
fortalézcanse con el gran poder del Señor.
Esforcémonos por ser fortalecidos en el poder del Señor,
en Su palabra, en su amor que es cómo podemos tocar y llegar al corazón del
hombre para que pueda alcanzar salvación y dar gloria a Dios.
Eph 6:11 Pónganse toda la armadura de Dios para que
puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
Nadie
puede hacer frente a un enemigo tan formidable como el diablo, sin primero
revestirse de la armadura de Dios. Pablo como buen guerrero nos exhorta a
tenerla presente en medio de la batalla para hacer frente y confrontar toda
artimaña, argucia o engaño de nuestro contrincante.
Eph 6:12 Porque nuestra lucha no es contra seres
humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de
tinieblas, contra fuerzas espirituales
malignas en las regiones celestiales.
Porque
aunque vivimos en la carne, nuestra lucha verdadera no es contra otros seres
humanos, sino contra poderes bien estructurados y organizados que dominan sobre
territorios y personas, que se encuentran en las regiones de lo eterno o
celestiales. No son visibles, pero ejercen su dominio y control sobre todo lo
que tienen potestad de dominar, o sea todo lo que se encuentre en tinieblas y
donde la luz no pueda llegar.
Eph 6:13 Por lo tanto,
pónganse toda la armadura de Dios,
para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con
firmeza.
Habrán
días malos, días difíciles, días de confrontación, pero si se encuentran
conscientes, alertas, podrán resistir y confrontar las fuerzas de las tinieblas
soportados en la armadura que Dios ha dispuesto para que el hombre se
fortalezca en Su poder como guerrero valiente y esforzado.
Eph 6:14 Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia,
El
primer objeto que hace aparición en la armadura es el cinturón de la verdad,
pues sin verdad no hay fundamento y sin fundamento no hay sostén o soporte. Sin
luz en la verdad, las tinieblas arrasaran con todo; por eso al igual que en la
armadura del legionario romano en donde el cinturón daba soporte a la armadura,
la verdad también sirve de igual manera. Afirmados sobre la verdad, seremos
inconmovibles.
El
siguiente elemento mencionado como protección es la coraza de justicia. El
creyente que aun tenga atisbos de autojustificación es presa fácil para las
tinieblas; por eso nuestra justicia debe ser soportada y mantenida en Cristo,
porque en él hemos sido justificados y liberados de la culpabilidad por
nuestros pecados. La justicia ofrece la misma protección que la coraza del
legionario romano, pues cuida nuestro interior para que ninguna ínfula de ego,
vanidad o vanagloria, que provenga del corazón pueda contaminar nuestro ser y
abrir las puertas de nuestro corazón
para que podamos ser atacados.
Eph 6:15 y calzados con la disposición de proclamar el
evangelio de la paz.
El tercer
elemento citado es el calzado, este permite al guerrero espiritual avanzar por
todo terreno, evitándole estancarse y rendir en medio de la batalla, por eso
debemos calzarnos con la disposición de llevar, y proclamar el evangelio que
dispone la paz entre el hombre y Dios. El calzado servía para establecer al
legionario romano sobre terreno escarpado, cuestas, terrenos frágiles, de roca,
sobre los cuales podía moverse con facilidad y le permitía mantenerse firme en
el propósito de la batalla, de igual manera lo permite sobre el guerrero
espiritual, sosteniéndole conforme al propósito de alcanzar a toda la humanidad
con el mensaje que nos ha sido confiado.
Eph 6:16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas
encendidas del maligno.
El
cuarto elemento de la armadura de Dios, es el escudo, y Pablo lo compara con la
fe, pues es esta cualidad dada por Dios al hombre como un regalo, la que nos
permite defendernos, pero también atacar. El legionario contaba con un escudo
de gran tamaño con el cual se podía defender de los ataques de sus enemigos,
pero este también le servía para contraatacar pues tenía en el centro una punta
de hierro con la cual podía golpear a su contrincante. Al igual sucede con el
creyente, la fe funciona como un escudo de defensa al soportar toda flecha
encendidas con mentira, engaño y maldad; pro también nos sirve para
contraatacar confiando en el poder de Dios, y su soberanía, en la cual
descansamos los creyentes.
Eph 6:17 Tomen el casco de la salvación y la espada
del Espíritu, que es la palabra de Dios.
El
quinto componente es el casco, que sirve para proteger la cabeza del guerrero
contra todo golpe, flecha, piedra que pudiera alcanzarle, pues la cabeza es una
de las partes más expuestas en medio de la batalla. De la misma forma el
guerrero espiritual está expuesto de manera accesible por su mente, esta ha
sido moldeada y guiada en tiempos pasados por las tinieblas, de manera que para
ellas es sencillo poder acceder con pensamientos, ideas, sueños con los cuales
atacan la mente del guerrero espiritual, haciéndolo perder la posibilidad de
continuar y dar fruto en la batalla. Por eso todo creyente debe estar cubierto
por la protección que ejerce en nuestras vidas, el sustentar nuestra salvación
en la obra consumada de Cristo, no sobre nuestras obras, iglesias o religiones,
de manera que soportado por esta verdad su mente pueda responder ante las exigencias
de la batalla. El último elemento pero no menos importante mencionado, es la
palabra de Dios, que es capaz de cortar hasta lo más profundo de nuestro ser,
para revelar la verdad, es capaz de dejar a las tinieblas sin poder, pues su
autoridad es absoluta, poderosa para tocar el corazón de los hombres, para
transformarnos y perfeccionarnos en Cristo, y para levantar el reino,
arrebatándolo con violencia, como guerreros que comprenden y viven en la
verdad.
Eph 6:18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración
por todos los santos.
Pero
para que la armadura funciones y opere en nuestras vidas, no es necesario
pedirla, ella solo se hace evidente en la medida en que ponemos en práctica lo
que sigue, mantenernos alertas, conscientes mediante la oración en todo
momento, y para hacerlo no se necesita estar declarando o pidiendo en todo
momento, aunque tampoco debemos dejar de hacerlo, pero lo primordial es poder
ser conscientes de Su presencia en todo momento, aquí y ahora. Porque es allí
en donde se libran las mayores batallas y victorias, en su presencia.
Eph 6:19 Oren también por mí para que, cuando hable,
Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del
evangelio,
Es importante
que oremos por los siervos que comparten el mensaje, para que Dios derrame
sobre el siervo sabiduría para dar a conocer el misterio del evangelio, el cual
debe ser dado con el valor que el mismo representa y aun enfrentando los
riesgos que conlleva.
Eph 6:20 por el cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo.
La
oración por los siervos que comparten la palabra de Dios es necesaria, porque
es ella, la que permite que Dios derrame de su unción y poder para hacerlo
valerosamente. Pues todo aquel que comparte el mensaje es un embajador del
reino quien representa a este y sus principios.
Eph 6:21 Nuestro querido hermano Tíquico, fiel servidor en el Señor, les contará todo, para que también ustedes sepan cómo me va y
qué estoy haciendo.
Tiquico
un hermano en la fe, de Asia y mensajero el cual ha sido enviado para contarles
y hacerles participe de lo que ocurre con Pablo; apto para llevar las respectivas Epístolas
a Éfeso y a Colosas (Act_20:4; 2Ti_4:12).
Eph 6:22 Lo envío a ustedes precisamente para que
sepan cómo estamos y para que cobren ánimo.
El
dolor y angustia que sentía la iglesia por la vida de un servidor, sirve para
mostrarnos el amor fraternal tan profundo que se cernía sobre la iglesia, pues
al saber noticias de Pablo recobrarían el ánimo para seguir adelante con la
obra.
Eph 6:23 Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les
concedan paz, amor y fe a los hermanos.
Se hace
referencia al hijo y al padre como una unidad que permite que la paz, el amor y
la fe sean concedidos para servir.
Eph 6:24 La gracia sea con todos los que aman a
nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.
El amor
imperecedero es el amor ágape, un amor eterno, no es pasajero, nunca dejara des
ser, un amor puesto en nuestro corazón al momento de creer y confiar en el
mensaje que recibimos, el cual permite que la gracia y favor de Dios operen en
nuestras vidas para cumplir con el propósito que ellas tienen en Cristo.